Nueva vida

13 1 0
                                    

Los arboles, el viento, la luz del sol, eran cosas que Louis no veía constantemente, cosas que no sabia que extrañaba hasta que las volvió a sentir... en la limusina estaban sus padres, se había prometido a el mismo llamarlos así, para sentir de nuevo esa familiaridad con las que necesitaba acostumbrarse, su vida cambio por completo, sin planearlo, sin avisos, sin nada, fue como un vaso de agua tirado directamente a su cara para que despertara de su gustosa ensoñación y horarios estrictos; todo había cambiado. 

Louis mentiría si dijera que de camino al castillo no había sentido un vacío, Iris le había dicho que podía invitar a sus amigos cada que quisiera, que todo estaría bien, solo que ahora tenia un nuevo hogar, también lo haría descaradamente diciendo que a los maso menos treinta minutos que llevan de viaje no extrañaba a Aidra y  a Regina, porque lo hacia, y mucho mas de lo que le gustaba admitir hasta para el mismo, se sentía como un pequeño cachorro asustado y un poco confundido, ansioso, si, pero melancólico. Louis tenia una nueva vida, un nuevo futuro, una nueva familia, y todo... todo en menos de un día, en menos de 24 horas, su vida había dado un giro completo, de 360, y ahora solo estaba tratando de aferrarse y acoplarse a su nueva realidad, tratando de convencerse de que el cambio estaba bien, que el estaba listo.

*Dos horas después*

No lo estaba. Para nada lo estaba, Louis sabia que iba a llegar a un castillo, pero en su cabeza no se había preparado psicológicamente para la magnitud e inmensidad de el castillo de las tierras del norte, era un palacio hermoso e impecable.

-Bienvenido a tu nuevo hogar pequeño, espero sea de tu agrado- Iris rompió el silencio y Louis casi pone una cara de incredulidad al escuchar lo ultimo que salió de su boca, ¿de su agrado?, ¡estaba en un palacio!, Louis no era exigente, nunca aprendió a serlo, eso que tenia al frente es mas de lo que nunca había imaginado que tendría y merecía.

-Mama... - se sentía raro, si, pero la cara que Iris puso simplemente lo lleno de emoción -esto es mas de lo nunca pensé que tendría - y no se resistió, la abrazo tan fuerte que Iris perdió la respiración por un momento y le devolvió el abrazo.

-Bueno... vamos a tu habitación, mañana tendremos visitas y quiero hablarte un poco mi pequeño- Iris era tan... dulce, Sed era un poco mas callado, pero su expresión amable y de amor siempre permanecía intacta, regalándole a Louis una sonrisa tranquilizadora cuando pillaba a Louis viéndolo. Louis tenia que ser sincero, en sus diecisiete años de vida vio hombres y mujeres hermosas que pasaban por el orfanato, pero Iris y Sen tenían una belleza peculiar e increíble, los ojos de Iris eran morados con visos verdes y los de Sen azules con plateado, sus caras eran finas y marcadas, su nariz y cejas eran totalmente perfiladas... parecían perfectos, Louis se dio cuenta de todo eso en el camino de ida al palacio, y el joven no era un acosador solo... le gustaba observar, sabia que no era lo mas lindo, sabia que nunca se compararía su belleza con la poca que Louis poseía, ay pequeño Lou, si supieras que eres una de las criaturas mas bellas que habita este mundo...

-Ven vamos- Iris agarro la fina mano de Louis, y Sen los vio subir las inmensas gradas que estaban en el centro de la sala. Se alejaron hasta el ala este donde habían una gran hilera de puertas en cada lado del pasillo, llegaron hasta uno que no quedaba ni en el fondo, ni al inicio, Iris saco una llave y abrió la habitación que tenia dos puertas grandes para abrirse, una de las mas grandes de el ala.

-¿Te gusta?- Iris estaba nerviosa, no se notaba pero lo estaba, la aceptación y adaptación e Louis era lo primordial para ella ahora, desde que había visto su foto cuando fue al orfanato se enamoro de ese ser tan hermoso, sabia que ese era su hijo, su precioso niño, no era su sangre, estaba consiente de ello, pero era su bebe ahora, y lo protegerían a toda costa. Por otro lado Louis estaba totalmente impactado, la habitación era grande, con un ventanal corredizo que daba hacia un balcón con una mesita y unas sillas, una cama pegada a una de las paredes blancas con toques plateados y dorados, se sentía en una película.

-¡Me encanta!- después de recorrer la habitación con los ojos, corrió por todo el espacio, deleitando su mirada, entro al baño y vio el armario, todo en cuestión de segundos, para terminar en su nueva cama que parecía traída desde el cielo, Louis había entrado en una especie de trance al ver la velocidad que tenia el pequeño, le habían dicho que era bastante dotado y que entrenaba mucho para fortalecer cada una de sus habilidades, pero nunca imagino que tuvieran... esa magnitud; atravesó la estancia y se sentó al borde de la cama, comenzando a acariciar el suave cabello.

-No quiero agobiarte desde ahora Lou, pero quiero que entiendas que ahora tienes mas responsabilidades- Iris se sentía asustada, Louis lo notaba, sin embargo solo la miro a los ojos tratando de trasmitirle confianza y tranquilidad a su madre. -Yo siempre te ayudare, y tu deberás aprender a gobernar Lou, se que lo harás bien, me dijeron que eras bondadoso y responsable, y se que no llevamos mucho juntos pequeño, pero te amo con todo mi corazón, te amamos, debes saberlo.-los ojos de Louis comenzaron a llenarse de lagrimas, las pocas veces que había escuchado esas palabras podrían ser contadas con los dedos de sus manos, se sentó y la abrazo con fuerza. -mañana conocerás a los reyes de las tierras del Sur, Anne y Desmond Styles, tienen un hijo, Harry, seguro has escuchado hablar de el, es una persona hermosa, espero que se lleven bien, ahora relájate, instálate y las ocho baja a comer, cualquier cosa que necesites ahí hay un teléfono que te conectara con una mucama personal que te ayudara a adaptarte- Louis sintió como Iris se levantaba de la cama y caminaba hasta la puerta, sin necesidad de voltear, ella agarro la manija y antes de salir dijo: -Te dejamos un regalo en el primer cajón, espero que te guste.

Louis tranquilamente volteo y abrió el cajón, había una caja rectangular envuelta con papel negro con bisos azules, la agarro delicadamente y comenzó a desenvolverla tratando de no romper el papel completamente, un teléfono... tenia uno, se lo habían dado de cumpleaños hace maso menos cinco años, estaba un poco (bastante) gastado pero Louis siempre decía que era lo que necesitaba aunque cada día ahorrara para uno nuevo; ahora tenia uno de ultima gama en sus manos. Lo configuro y lo dejo encima de su cama para ir a tomar un baño.

Y eso era solo el principio, el principio de una nueva vida, llena de nuevas responsabilidades, llena de nuevos retos, nuevas aventuras y algo que Louis nunca espero encontrar de nuevo, algo que creía que ya no era para el... amor.







1/2


Dream WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora