Por más momentos junto a ti

5 0 0
                                    




2115.

Ya no sabía cuántas veces había mirado el reloj que colgaba en su pared. Estaba cansado de esperar. Sus padres se irían de viaje junto a los de Louis, así que ellos, habían acordado encontrarse en el castillo de las tierras del Sur, ya que la última vez se habían encontrado en el del castaño. Louis continuaba con sus pijamadas y deberes, y Harry con sus escapadas para ir a visitarlo, pero este necesitaba estar aprendiendo de su padre, Des siempre le pide un tiempo a su lado para que vea todas las situaciones del reino y se mantenga actualizado, no pasa seguido, así que cuando él lo quisiera, Harry tendría que aprovecharlo.

Y creo que era la décima vez que veía el reloj para cuando sus padres bajaron de su habitación después de que su equipaje lo hiciera, se despidieron del rizado, avisándole que Louis no demoraría en llegar. Estarían unas semanas fuera antes de navidad, y no es como si fuesen a dejarlos completamente solos, sus reinos quedaban acompañados y vigilados, y sus hijos por lo menos se harían compañía el uno con el otro, o bueno... más que solo una compañía diría yo.

-No puede ser, odio estos malditos portales- esa voz había estado en su cabeza todo el tiempo durante tres semanas sin poder ver a la criatura que la portaba, y enserio que a veces se impresionaba de lo cursi que sonaba su cabeza, pero Styles que te puedo decir, Louis no se queda atrás, no deja de ver esos ojos verdes en sus sueños.

Harry suelta una carcajada al ver a Louis en el suelo y sin intención de pararse, mientras un trabajador del castillo pasa detrás de él con sus maletas.

-Arriba perezoso, es más rápido que venir en auto, no te quejes. - Y aunque esperaba alguna reacción por parte de Louis no la consiguió, si no que en cambio soltó un ronquido fingido, seña de que quería que Harry lo cargara, y puede que tal vez o tal vez no, esta no fuera la primera vez que lo cargara.

Subieron a la habitación de Harry mientras el trabajador dejaba sus maletas en el dormitorio de al lado, el rizado tiro a el ojiazul en la cama y se tiró a su lado con una sonrisa suave decorando su rostro, mientras Louis continuaba con los ojos cerrados y una expresión relajada.

Harry volteo para poder ver a Louis, y aunque su expresión era relajada, sus manos moviéndose encima de su estómago indican lo contrario.

-¿Qué pasa?- Ahora el castaño, con los ojos abiertos se gira, quedando cara a cara con el rizado.

-Y-yo, te traje algo.

-Quiero verlo.

-Es... ridículo- Y en realidad, habían sido contadas las veces que Harry había visto a Louis verdaderamente nervioso y cada vez le parecía mas tierno.

-Nada es ridículo si viene de tus manos Lou.- Y aunque lo dijo serio, luego fue que razono en verdad lo que dijo, pero no lo iba a cambiar, era lo que en realidad pensaba, y eso mataba de amor al corazón de Louis.

Con más confianza Louis se levantó de la cama y se dirigió a su habitación, mientras Harry lo esperaba tranquilo, rebuscó en los bolsillos de su maleta y encontró un cofrecito, lo revisó y se encaminó de nuevo a la habitación de Harry, quien al entrar lo siguió con la mirada.

-Yo... no sé si te gusta ponerte cosas... solo tienes una cadena así que no se si te vaya a gustar...- le tendió el pequeño cofre -La idea es que, hundas el botón para que se abra- explico al ver a Harry complicado por no poder abrirlo, este soltó una risita y así lo hizo.

Adentro había un anillo en forma de rosa, era sencillo pero hermoso, y Louis estaba asustado mientras Harry no podía estar más encantado, y sin ningún aviso o pronóstico, Harry se tiró hacia Louis a abrazarlo.

-¡Harry me aplastas!- Louis estaba envuelto en carcajadas, y ya no estaba nervioso, Harry tenía un efecto calmante en él.

-Gracias, gracias, gracias- Louis seguía riendo mientras Harry besaba toda su cara, debería ser raro, pero en realidad, a los dos les encantaba, aunque no lo admitieran en voz alta. El castaño puso sus manos a la altura de los hombros de Harry y corrió hacia atrás, haciendo que su espalda impacte el colchón y el quedando encima escuchando al rizado reír, se levantó de la cama, y le sonrió a Harry.

-Iré a mi cuarto, estoy cansado, deberías descansar tú también, Iris me dijo que mañana tendríamos entrenamiento y no creo que quieras quedar como un torpe, ¿no?

-Aún así me querrías enano- una suave risa se deslizó por los labios de Louis, no era que el rizado no tuviera razón, sino que todo lo contrario.


-¡Louis, mierda!, NO JUEGUES ASÍ- y bueno la verdad era que Louis y su entrenadora se estaban divirtiendo mucho mas de lo que deberían, estaban en el agua y de hecho, Louis nadaba tan rápido como corría, o bueno, casi, en cambio Harry, siendo sinceros, odiaba nadar, no tenía experiencias muy bonitas con el agua, mucho menos cuando unos años atrás un grupo de sirenas se había enterado que el príncipe guapo de las tierras del Sur nadaba por sus territorios.

Desde afuera Louis reía a carcajadas, mientras la instructora trataba de reír lo mas suave posible, debía admitir que Louis tenía mucho potencial, pero era un engreído innato.

-¡Harry sal, acabamos!- Y eso hizo, lo más rápido que pudo.

-¿Tienes frío?

-No mira, de hecho estoy temblando por gusto Louis.

-El sarcástico Styles, linda faceta eh, toma- Le tendió su toalla porque Harry había dejado la de él en el castillo. -Te vas a resfriar, póntela.

Un suspiro salió de los labios de Harry cuando la toalla caliente tocó sus hombros.

-En la mierda solo, caminemos rápido porque tengo frío- Una risa por parte de Louis fue lo último que marcó el camino de vuelta.




















Corto pero bueno, no me sentía del todo bien, así que...

4/4

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 28, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dream WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora