Kaminari comete un gran error por el que podría perder a su novia pero se niega rotundamente a dejar que todo se derrumbe y trabaja duro por una segunda oportunidad.
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Las clases aún no comenzaban, todos estaban entrando a su correspondiente salón en la mañana y acomodándose en sus asientos en lo que esperaban a que sus profesores llegaran.
En el caso de la clase 1-A, Aizawa-Sensei aún no había llegado pero a juzgar por la hora, lo haría en cualquier momento.
Todos hablaban entre ellos mientras tanto e Iida seguía exigiendo que se callaran y acomodaran rápido pues la clase pronto comenzaría, siendo ignorado por todos claro estaba.
Jirou y Kaminari estaban sentados en sus lugares pero de costado para poder estar uno frente al otro y hablar más cómodamente.
—¿Qué harás luego de clase? —pregunta el rubio con su típica sonrisa suave.
—Creo que iré al centro comercial, necesito unas cuerdas nuevas —dice con simpleza mientras juega con el largo lóbulo de su oreja, enrollándolo constantemente en su dedo.
—¿Puedo acompañarte? También necesito unas —le señala.
—¿Enserio sigues tocando? —dice incrédula.
—Sí —ríe—, ya te dije que me gusta.
—Mmh —ella tararea insegura.
—Mira, tengo pruebas físicas —le enseña su mano y ella la mira con cuidado.
—Sí, bueno, definitivamente no te hiciste estos entrenando —dice tocando los callos de sus dedos.
—Oye, sí entreno —se queja.
—Claro que lo haces —dice con un agradable tono sarcástico y él sólo sonríe con arrogancia.
—¿Usas sarcasmo para que no note que te gusta tomar mi mano? —ella se sobresalta al oírlo y suelta su mano.
—¿D-De qué hablas, baka? —dice levemente ruborizada—. Estaba revisando los callos que te ganaste por tocar... Ni siquiera son para tanto, podrías esforzarte más —aparta la mirada. Claro que ella jamás admitiría que le gustaba la sensación de tomar la cálida mano de su tonto novio.
—Claro, claro —ríe levemente—. Pero entonces, puedo ir contigo, ¿no?
—Da igual —intenta deshacerse de su tonto nerviosismo, él era tan imbécil..., pero un imbécil muy lindo.
