App de citas.

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Mira el techo en la oscuridad, piensa en quién es y por qué, la soledad lo está consumiendo, es extraño ser una persona amigable y carismática, y estar tan solo, mira la hora y se da cuenta que lleva mucho tiempo perdido en sí mismo, rápidamente enciende la tele y empieza a ver su serie favorita del momento: You. Básicamente es sobre un chico tóxico y obsesivo con su novia. Él había vivido algo similar, así que se identificaba, pero un capítulo era suficiente, encendió su celular y ante la ausencia de mensajes descargó una aplicación de citas, decidió que sería algo interesante, mientras descargaba pensaba en la razón del por qué lo hacía y en la cuarentonas de la televisión que buscaban hombres a través de estas aplicaciones cuando veían que ya no eran capaz de hacerlo con su encanto natural, creó su perfil y subió un par de fotos, clic a la izquierda es NO y clic a la derecha es SÍ, créanme dio muchos de esos izquierdos.

Vio a este chico, trigueño, ojos claros, era muy joven, ¿Qué hace este chico buscando a alguien por este medio?, en fin, clic derecho. No pasaron muchos minutos cuando recibió una notificación de la aplicación, "Miguel te ha enviado un mensaje", sonrió, y revisó inmediatamente.

-Hola

-Hola

-Cómo estás?

-Muy bien.

Puso los ojos en blanco y pensó, ¿Por qué es tan incómodo empezar una conversación?, las mismas diez preguntas.

Pasaron unos minutos y empezaron a hablar de su serie, rieron un poco, Felipe estaba cómodo, cruzaron un par de palabras más y se dieron el número de teléfono, cuando recibió el primer mensaje de texto pensó demasiado en seguir con eso, aunque le agradaba, el pasado estaba demasiado adherido a él, ¿Qué podría pasar a parte de un café y una noche?, <pensó>. Decidió ser un gato más que moriría por curiosidad.

No pasó mucho para que hablar todos los días se convirtiera en algo indispensable, se reían y se contaban anécdotas, se texteaban día y noche; estaba feliz, hace tiempo no sentía esa sensación en su cuerpo, esa sensación de nervios mezclados con felicidad; pero aún tenía miedo, confiar es difícil, empezar de cero es difícil, es irónico que la confianza tome tanto tiempo en ganarse y tan poco en perderse, ¿Por qué es así?, jamás nadie lo sabrá. Tomó el suficiente coraje y lo invitó a salir, una cita, era el momento: Domingo a las 7pm.

Aún faltaban dos días, vaya que serían eternos, maldita ansiedad.

El agua cae por su cuerpo, solo observa como fluye hasta el orificio de la tubería, las primeras citas siempre lo ponen así, con miedo, no de ver al chico, sino de enamorarse y volver a creer.

Desempaña el espejo y ve su rostro, tres granos en la mejilla derecha, no le sorprende, va directo a su habitación y empieza a buscar algo que ponerse; ropa negra, lo seguro, se toma su tiempo, créanme, jamás había visto que a un chico le tomara tanto peinarse; se da un toque más, un poco de colonia, toma las llaves de su auto y pone el número 1 en el ascensor, el tiempo avanzaba lento, solo miraba el reloj, no quería llegar tarde, es la primera impresión, esa siempre cuenta

Amor DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora