Otra vez en su cama, mirando el techo, ¿Se han preguntado que tienen los techos que siempre ponen a las personas a pensar?, son como terapéuticos, pero esta vez mira el techo de manera diferente, sonríe.
Moría por contarle a alguien sobre esa noche, recordó a Esteban, se hacía llamar su mejor amigo, lo fueron por cinco años, eran inseparables, tenía más recuerdos con él que con sus propios hermanos, pero todo acabó cuando su supuesto amigo utilizaba sus secretos con otras personas, cuando a espaldas de Felipe buscaba a sus exes para hablarle mal sobre él, para intentar llevárselos a la cama, no me mal interpreten, obviamente puede llevárselos a la cama, es algo normal, no tienen pareja, pero es el ex de tu mejor amigo, no tocar a los amantes de tu amigo es un código de amistad, así que Felipe solo se alejó y una vez más se dio cuenta lo solo que estaba, esa sí que fue una tusa.
¿Alguna vez han experimentado esa sensación de ver a tu ex después de unos días de terminar?, un vacío que se aferra a ti, que consume tu área abdominal y pone a palpitar tu corazón a mil por minuto, esa sensación la sentía él, pero el doble, ver a su ex mejor amigo con su ex, esa si es una desilusión fuerte, pero como todo, se supera, una buena sangría y unos cuantos lichis sanan el corazón de cualquiera.
Aprendió a rodearse de personas más sanas, pero jamás ha podido abrirse totalmente a ellos, su mente aún lo traiciona y aún no sabe por cuánto tiempo lo hará.
Hace frío, maldito tráfico, iba a llegar tarde, aún tenía diez minutos y 3 kilómetros que recorrer y la ansiedad corría por todo su cuerpo, le texteo:
-Llegare cinco minutos tarde, lo siento.
-ok.
Ese "ok" es algo confuso ¿no?, en ciertas ocasiones es bueno y en otras es malo, pero Felipe estaba seguro que este era una de esas malas, maldita sea, era su primera cita, primera impresión ¿recuerdan?, solo maldice al lento del frente, se los dije, son días comunes en Medellín, llega al estacionamiento, busca un lugar y sale de su auto corriendo, se mete al ascensor y como es costumbre, pararía en todos los pisos antes que al suyo.
Ahí está él.
Se paralizó.
Estaba de negro, lo seguro, les dije.
Ese cabello castaño, esa piel en un tono bronceado perfecto y ese pequeño intento de barba, era hermoso.
Felipe lo observó un par de minutos, acercarse se sentía como tirarse del precipicio, pero respiró y se lanzó sin saber que esa caída sería infinita.
Jacobsen no sabía que después de dormir en esas casas abandonadas y conducir miles de kilómetros encontraría que Margo no regresaría. Bueno, esto era igual, pero quizá con un mejor final creía él.
Lo tocó en su hombro y rápidamente giró, fue un momento de 3 segundos que se sintieron tres horas antes de que uno pudiera decir una palabra:
-Estás aquí.
-Sí, lamento la demora.
-No hay problema, relájate.
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Amor Darcy
RomansaUn chico con muchas barreras y vacios emocionales intenta abrirse camino en el amor, ¿Lograra derribarlo todo por esta persona?