BAJO LAS ALAS DE LOS DIOSES

GOLPE DE SUERTE

Al despegarme de aquel abrazo esperé a que la niebla y el polvo qué se habían levantado durante la pelea bajaran. Mi departamento estaba a medio destruir y había zarpazos enormes por todo el callejón.

El lugar en el que Ryuu había estado parado mientras estrangulaba a koyama se encontraba lleno de ceniza formando una estrella debajo, simulando el sol.

Ryuu se encontraba acariciando a Hyric pero me giré cuando sentí que alguien me tocaba el hombro.
Por instinto alcé el codo para golpear a quien quiera que fuera en la cara.

Me detuvieron con una fuerza tremenda pero sin forcejeo; detrás de unas delicadas y suaves manos me encontré con el rostro empático de Henna.

-Lo siento... - dije bajando la cabeza mientras me sentía cada vez más diminuto.
Estaba aliviado porque la pesadilla había terminado, pero aún me sentía muy confundido.

-No te preocupes, después de esto es entendible que estés a la defensiva... Pero, ¿estás bien? -

-Claro que si, a que te refieres-

-Bueno, estabas a punto de morir cuando llegué. Estaba succionando tu alma-

-Oh, así que fue así que perdí la consciencia-

-Mh- Henna asintió con la cabeza y miró la negrura del suelo.

-Pero ¿cómo sabías lo que pasaba? -

-ah.. Bueno, Ryuu me había dicho que te vigilara de cerca, creía que algo malo estaba a punto de pasar. Y no se equivocó-

-¿Cuánto tiempo tienes siguiéndome? -

Henna calló por un momento pero luego recordó algo.

-Casi después qué Ryuu te llevó a la agencia-

-Es por eso que me sentía tan observado. Por lo menos más de lo normal -

-Lo siento, debes sentir miradas por todos lados-

Me encogí de hombros y me agarré el brazo incómodo-

-Será mejor que vayamos con Ryuu- dijo Henna y se adelanto para hablar con él.

Me quedé un momento más observando aquella estrella solar de cenizas qué había quedado tras el ataque, me puse de rodillas para tocar aquellos desperdicios pero en cuanto lo hice pareciera como si se desvanecieran en el viento.

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-Ryuu, cómo sabías que -

-sólo un presentimiento-

Ryuu se ataba la capa qué le había tendido Henna y acomodando sus armas al cinturón de cuero con las fundas de cada una de ellas. Hyric ya tenía puesto el collar de gema y un listón que le colgaba de la pata derecha.

Aún se le veía molesto, así que Henna decidió no hacer más preguntas y lo ayudó a seguir acomodando sus cosas.

Al cabo de unos minutos se encontraron con Kenji.

-Em... Creo que tendré que ir a ver al señor Huan-

-Si es por los daños del edificio no te preocupes, la agencia se hará cargo de eso- Respondió Ryuu indiferente.

-Pero esto ha sido culpa mía!-

-Ya te dije que la agencia se hará cargo de eso, te irás a vivir con nosotros -

Aquellas palabras retumbaron en la cabeza de Kenji.

-No quiero-

-No es una opción, si digo que te vienes, así se será -

Ryuu tomaba una posición cada vez más defensiva y sus gestos eran cada vez más rígidos.