~Viviendo juntos~

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En el transcurso de la noche se me ocurrió una idea para un futuro proyecto y comencé a trabajar en él, a hacer planos y mandar a comprar piezas. Esta gran idea era una armadura a base de nanotecnología, una tecnología tan pequeña y tan compleja que sería todo un reto y haría el proceso de ponerme el traje mucho más ágil.

Sin haberme dado cuenta pasé toda noche y la tarde siguiente en el taller, y si no hubiese sido por mi estómago rugiendo no me habría dado cuenta del paso del tiempo. Así que fui a la cocina, tomé una de mis tantas cajas de donas, una taza de café y volví a mí trabajo. Al rededor de las cuatro de la mañana me dirigí a mi habitación y caí rendido ante el sueño, pero nuevamente las pesadillas aparecieron. Esta vez fue sobre las torturas de Afganistán y la muerte de Yinsen. Me desperté gritando, sudando y con los ojos aguados. Sequé mis lágrimas y me recosté viendo el techo.

Resignado a pasar otra noche en vela, me levanté y di una ducha. Al cabo de una hora ya había salido del baño y me había cambiado. Las horas pasaron y a las ocho de la mañana V.I.E.R.N.E.S me avisó que el Capitán Rogers estaba solicitando permiso al piso. Obviamente se lo concebí y pude ver como el rubio de orbes azules entraba por la puerta del elevador con un bolso colgado del hombro.

- Buenos días, Tony. ¿Cómo estás?.- Dijo bastante animado el rubio.

- Hola, Cap. Con algo de sueño, pero listo para darte un recorrido personal por el penhouse.- Me levanté del banco donde estaba sentado y le dirigí una sonrisa la cual él respondió.- A V.I.E.R.N.E.S. ya la conoces así que no hacen falta presentaciones. Querida, saluda.- Dije dirigiéndome a la IA.

- Buenos días, Capitán Rogers.

- Buenos días.- Respondió al saludo junto a un asentimiento de cabeza.

- Bueno, comencemos.- Hice un aplauso y comencé a caminar estando seguro que el capitán me seguía.- Aquí tienes el  living, puedes ver la televisión, escuchar las noticias, ver películas, series, lo que quieras. Los viernes por lo general hago maratón y veo películas  así que puedes unirte. Los sofás salieron bastante caritos así que me los cuidas, por allí hay algunas almohadas y creo que una manta.- Dije señalando un mueble pequeño al lado de uno de los sofás.- Si tienes sed,- Me dirigí al bar que estaba cerca.- aquí tienes lo que quieras.-

- Sí... yo no bebo.-

- Tranquilo que también hay refrescos, agua y jugos. Nunca los tomo así que al menos alguien lo hará.- Recibí un asentimiento de cabeza y una sonrisa muy linda a mi parecer... ¡¿qué?!. Fue solo una sonrisa Stark, controlate. Con un carraspeo, continúe y me dirigí a la cocina.- Por aquí... tienes la cocina, ni siquiera la uso así que está prácticamente nueva.-

- ¿Qué no comes?.- Preguntó elevando una ceja.

- Mmm... no. Solo vengo por café y por mis donas.- Dije elevando mis hombros en gesto de desinterés.- Además ni siquiera sé cocinar, así que es toda tuya.-

- Yo sé cocinar así que a partir de ahora yo cocino y tú vienes a comer. Necesitas estar fuerte y tener energías, Stark. Le vas a hacer daño a tu cuerpo si no comes.- Su ceño se arrugó en señal de disgusto.

- Uy, ya suenas como mamá. Pero bueno, lo voy a considerar, no prometo nada.-

- Stark...- Lo corté antes de que me regañe.

- Vamos a ver tu habitación.- Di media vuelta y emprendí camino hacia los pasillos que daban con ella. Mientras que el Cap rodaba los ojos divertidos ante mi evación del tema.

- ¿Siempre descuidas tu alimentación?-

- Creo que sí, tengo cosas más importantes que hacer con mi tiempo que comer.-

~Azul~ Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora