~Estás a salvo y no estás solo~

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Esa misma noche, luego de haber visto la película, fui a mi habitación con la intención de dormir. Aún seguía con el pijama así que solo lavé mis dientes y me metí en la cama para caer dormido en el mundo de los sueños. Lo que no esperaba es que mis sueños pasaran a ser pesadillas y perdería el control de una manera desastrosa.

Una bomba, balas, arena... muerte. Eso es lo que mis ojos veían, estaba a punto de morir por una de mis creaciones. Una explosión y todo se volvió oscuro. Dolor, mucho dolor, el pecho me dolía, una gran opresión, algo encajado en mi pecho. Torturas, golpes, más oscuridad. Mi cabeza siendo forzada bajo el agua, el líquido entrando a mi boca y por mi nariz. La respiración agitada, no podía respirar. Golpes en mi estómago dificultandome cada vez más que el aire llegue a mis pulmones, golpes en el rostro, sangre saliendo de mi boca, cortaduras, moretones. Gritos, insultos, golpes y más sangre.

Brazos me sacudieron, y desperté de la pesadilla teniendo un ataque de pánico. Me levanté asustado de la cama y caí al suelo. Mi pecho dolía, no podía respirar; sudor en mi cuerpo y lágrimas en mis ojos. Golpeaba mi pecho constantemente, desesperación era todo lo que sentía, agobio.

- ¡Tony!, Tony. Hey, aquí estoy, mírame.

Había un cuerpo arrodillado frente al mío. No podía respirar y golpeaba insistentemente mi pecho. Las mano de aquella persona tomaron mi rostro y di un salto asustado.

- Hey, Tony. Soy yo, Steve. Ven, relájate, estás a salvo. Estoy contigo, estás teniendo un ataque de pánico. Todo va a salir bien.

Volvió a acercarse a mí, lo reconocí y dejé que lo hiciera. Sin embargo, seguía con la necesidad de respirar, todavía me oprimía el pecho. Tomó mi mano y la llevó a su pecho.

- ¿Ves? Soy yo, estás conmigo, no va a pasarte nada. Respira conmigo, siente cómo lo hago e intenta hacerlo.

Una de sus manos tomó mi mentón y lo elevó un poco. Mis manos temblaban, mi respiración comenzaba a relajarse pero muy poco, aún necesitaba respirar. Entonces fue cuando vi sus ojos. Esos orbes azules me hicieron comenzar a volver a la realidad. Me enfoqué en ellos y distingí cada detalle. Vi sus pupilas oscuras, sus iris azules y descubrí un poco de verde en su mirada. Me transmitían paz e hicieron que me dé cuenta de que estaba con Steve, era mi Steve, él vivía conmigo, estába conmigo, estaba en mi torre, estaba a salvo. Mi respiración se normalizó poco a poco, no sé cuánto tiempo estuve así pero cuando al fin pude respirar comencé a llorar.

Las lágrimas corrían sin parar por mis ojos y unos brazos me rodearon. Me aferré a su pecho y sus manos acariciaron mi cabello.

- Tranquilo, llora todo lo que necesites. Te hará bien.

- Gracias...

- No me agradezcas, aquí estoy. Me diste un hogar y quiero que estés bien. No me molesta para nada estar para ti.

- Gracias de todas formas, Steve.

Dejó un beso en mis cabellos y siguió abrazándome. Luego de unos minutos mis sollozos pararon, levantó mi rostro y me dio un beso en la frente junto a un nuevo abrazo.

- Ven.

Con su ayuda nos levantamos del piso y nos dirigimos al baño. Sentía la vista pesada de tanto llorar y mi cuerpo estaba cansado. Recuerdo que comenzó a sacar mi ropa mientras ponía agua en la tina para darme un baño. Lo vi comprobar si el agua estaba lista y me ayudó a entrar en ella. Lavó mi cabello y daba leves masajes sobre mi cabeza. Se sentía como estar en un lugar seguro, protegido e incluso querido, era demasiado, demasiada delicadeza en tan simple acción y algunas lágrimas cayeron por mis mejillas. Inmediatamente unos dedos las quitaron y acunaron mi rostro.

- Estás a salvo y no estás solo, solo relájate.

Las caricias volvieron a mi cabeza y luego agua que enjuagaba mi cabello. Jabón pasando por mis hombros y espalda.

Minutos más tarde, me ayudó a salir de la tina y me cubrió con una bata. Lo vi agarra una toalla y secar mi cabello con suavidad. Con una mano reposando en mi espalda, volvimos a la habitación, me sentó sobre la cama y desapareció por un momento en el vestidor. Al volver traía una remera junto a un pantalón holgado y ropa interior. Me puso las prendas de manera lenta y con paciencia.

Quería ayudarlo pero me costaba incluso mover un dedo. Era en cierto punto algo patético e intentaba que la vergüenza y la razón no volvieran a aparecer en mi mente en esos momentos.

- Puedes dormir, no pasará nada, estaré aquí contigo.

Volví a enfocarme en su voz y di un pequeño asentimiento de cabeza mientras me ayudaba a entrar en la cama. Luego entró él y se posicionó detrás mío con sus brazos rodeandome por la espalda. Mi cuerpo ansiaba cerrar los ojos y dormir, pero estaba más preocupado pensando en tener otra pesadilla o algún ataque de pánico así que me forzaba a mantenerme despierto.

- Está bien, está bien, solo intenta dormir. Aquí estoy.- Dijo en un susurro cerca de mi oído.

Con esto último, confié en él y cerré los ojos para poder conciliar el sueño de una vez. Dejé de lado cualquier otro sentimiento que rompiera está paz momentánea y me enfoqué en las sensaciones. Me sentía cálido y protegido; sentía paz y armonía. No había ruido en la habitación más que el respirar de nuestros cuerpos y la luz de la luna entrando por la ventana iluminándonos por sobre las sábanas. Por una vez en mi vida sentía que podría descansar, que me estaban cuidando y que todo estaría bien porque había alguien cuidando mi espalda.

~♡~

Holii,

El capítulo de hoy no es muy largo pero me costó hacerlo porque no me quedaba como quería. Quizás algunas cosas no quedaron muy bien, pero bueno, se hizo lo que se pudo jsjsjs.

Espero que les esté gustando la historia y gracias por el apoyo que le dan siempre.

Los quiero, bye <3.

~Azul~ Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora