Sex without conditions |Jb|

Capítulo 21.

-¡Feliz Navidad!- su padre gritó abriendo la puerta de la casa llena de gente-. Estábamos a punto de abrir los regalos- Jeremy nos abrazó a los dos antes de dejarse caer sobre uno de los sofás.

Justin se deslizó por la pared detrás de nosotros, tirando de mí entre las piernas.

En esta familia, me di cuenta del amor y la felicidad, al igual que la mamá de Justin. Tenían similitudes leves, pero eran completamente diferentes. Tuvo una vida en familia. Ni siquiera verlo. Las sonrisas pegadas en todos nunca parecía desaparecer, incluso después de la entrega de regalos. Todos ellos se mitaron a sonreír y conversamos con otros cómodamente.

Vi cómo los niños jugaban alrededor de la casa y los adultos y adolescentes hablando. Justin participó en un par de conversaciones, pero él nunca me soltó. Él solo me abrazaba.

A medida que la noche se hacía cada vez más tarde, llegué a estar más ansiosa. ¿Cuándo me lo va a pedir? Yo sé que él lo va a hacer, él ha estado sugiriendolo durante todo el día.

Al hablar con algunos de los primos de Justin, él me llevó a un lado.

-¿Quieres ir a dar un paseo?

-Por supuesto- mi cabeza se balanceaba arriba y abajo.

Me agarró la chaqueta, ayudarme a ponermela antes de agarrar la suya.

Esto fue todo.

Él abrió la puerta para mí antes de estar caminando lentamente por la calle exterior, bueno, extraño para mí. Yo no era de aquí, yo nací en Nueva York. La nieve cae lentamente sobre nuestros cuerpos.

Su brazo estaba envuelto firmemente alrededor de mi cintura, sosteniéndome cerca. Le amo, realmente lo amo.

Él me lleva ante un mirador pequeño, blanco. En el interior había un pequeño oso de peluche, sosteniendo un vaso se levantó. La rosa era roja, con el tallo sumergido en lo que parecía ser de oro.

-Es hermoso- sonreí mientras ponía la rosa en la mano y el oso bajo el brazo.

-Eres hermosa. Muy hermosa- sus labios se detuvieron en los míos antes de que él se separara, cavando en el bolsillo. Vi que sacó lo que parecía ser una caja de joyas. -Feliz Navidad ______- chasqueó al abrir la tapa, revelando un brazalete de diamantes de buen gusto.

Era el significado de hermoso.

-Gracias- respondí exasperadamente mientras sus dedos se deslizaban en mi muñeca.

-Te quiero, y tengo que preguntarte algo- él sonrió, entrelazando sus dedos con los míos.

Este, este era realmente él.

Estaba preparado.

Mis rodillas se debilitaron, agitanda en lo más mínimo. Mi respiración se hizo entrecortada y nerviosa y mis manos empezaron a sudar.

¿Por qué estaba nerviosa?

Había estado esperando esto toda mi vida.

Estábamos el uno para el otro y todo el mundo se dio cuenta de ello.

-¿______?- puso en duda, la liberación de las mariposas en mi estómago me mataba.

-¿Sí?- me mordí el labio inferior con anticipación.

-______, ______, ______- él se rió con de sí mismo-. Mi ______.

-¿Sí?- hablé de nuevo, mordiéndome el labio.

Sus ojos chocaron con los míos, la sonrisa en su rostro nunca dejando sus labios o sus ojos. Su mano me apretaba de vez en cuando, y me daba tranquilidad. Estaba listo para saltar fuera de mi propia piel.

-______- repitió de nuevo.

-¿Sí?- suspiré, llegaba a ser un poco molesto.