❝ Min YoonGi era el típico chico popular, el chico perfecto para otros, el causante de muchos suspiros dentro de aquella universidad.
YoonGi comenzó a regalarle chocolates, JiMin los aceptaba gustosamente. Pero, ¿quién diría que tras de ese lindo g...
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YoonGi se encontraba envuelto entre sus sábanas, el sueño se había apoderado de él a altas horas de la mañana, su mente solo viajaba hacia cierto chico que lo traía completamente loco, y los nervios no se hicieron de esperar cada vez que recordaba que ese día trataría de acercarse a él.
Pero su hora de descanso se vio interrumpida al sentir como el agua caía hacia su rostro, empapando una parte de su cuerpo, junto a las almohadas y demás tela que cubría su colchón.
Pesadamente abrió sus ojos, para ver quien fue el culpable de todo aquello.
Jeon JungKook se encontraba a un lado de su cama, sosteniendo con ambas manos una olla no tan pequeña, en donde supuso, estaba el líquido que derramó en él.
Se encontraba tan cansado y lo más que quería era volver a dormir, apenas eran las seis de la mañana, muy temprano aún. Pero era algo que no lograría retomar.
La mirada divertida de su menor lo hizo enojarse más, iba a protestar, pero el intento de salir de su cama, fracasó miserablemente, sus piernas aún seguían enredadas en sus sábanas, cosa que lo hizo resbalar y caer de espaldas golpeando parte de su espalda y cabeza contra su mesita de noche.
–Maldición, JungKook, ¿por qué tuviste que despertarme de esta manera? –Dirigió su mirada enojada hacia su amigo. –Además, ¡¿Quién te dejó entrar?!
–Sí, sí, buenos días a ti también, hyung, yo dormí muy bien y espero que lo hayas hecho vos también. –Respondió con una sonrisa socarrona. A lo que YoonGi estando ya de pie, le dio un zape en su cabeza, haciendo que su menor se quejara por el golpe. –¡Yah! La señora Min me dio permiso en entrar y aparte me pidió que te despertara. –Encogió sus hombros una vez terminó de hablar.
–Y despertar a una persona tirándole agua es la mejor manera. –Bufó.
–Hyung, sabes que hoy es un gran día.
–¿A qué quieres llegar con esto, mocoso?
–Hoy le declararás tu amor a Park. –Sonrió mostrando sus adorables dientitos.
JungKook era un chico demasiado tierno, pero ese mismo nivel de dulzura, también lo tenía en terquedad.
Y estaba en lo cierto, hoy iría a hablar con esa persona. Su mente estaba maquinando tantas cosas a la vez, que había dejado un poco en el olvido el tema de Park.
¿Qué si se sentía nervioso? ¡Claro que lo estaba! Sentía como su cuerpo temblaba como si de una gelatina se tratase. Las palmas de sus manos sudaban ligeramente, y el tamborileo de su corazón volvió nuevamente a él.
–Eso ya lo sé. –Posicionó sus dedos en su tabique, dándose un pequeño masaje. –Pero, ¿por qué viniste tan temprano? Sabes que hoy no tengo clases, y JiMin sale hasta las cinco.
–Quería asegurarme que no te quedaras durmiendo y que nuestro plan se fuera a la basura. –YoonGi rodó los ojos al escucharlo decir eso. –Aparte, hoy me encargaré de ti, cambiaré tu look, así lo impresionarás más.