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Hunter

30 horas de distancia

96 horas de vida.

—¡Hunter! —April tenía su mirada fija en el espejo retrovisor lateral — ¡Cuidado! —solo así podíamos saber qué hacer en caso de ser perseguidos como ocurría en este preciso momento—¡Mueran hijos de puta!.

Esto era una locura.

Una vil y sadica locura.

—¡Acelera!

—¡Eso hago!

Solo habían pasado diez minutos y ya eramos perseguidos por un combow, supongo que nuestra ubicación fue delatada por culpa del explosivo C4 que destruyó el patrimonio de Gerald y Beverly, como también todas esas proviciones que pudieron durarnos tres años...

—¡Ve más rapido! —...o más.

La perdida más grande a la que nos enfrentariamos.

Solo teniamos comida para unos días y la gasolina se podía terminar sí no la usabamos correctamente durante ese camino de treinta horas.

Pero sí queriamos sobrevivir debiamos de hacer todo lo que nos dijera Xavier.

—¡Sujetate! —como enfrentarse a los inesperados baches

—¡Ahhh! —April se sujetó del asiento al momento que gire a la derecha— ¿Pero qué crees que haces?

—Preocuparme por no tener que detenerme a cambiar un neumatico en plena carrera de ratas.

—Pues hazlo con cuidado. Te recuierdo que tengo explosivos.

Estabamos actuando como una pareja de casados.

Yo aceleraba y ella disparasparaba contra las camionetas blindadas que al parecer sus neumaticos y parabrisas eran a prueba de balas.

—Aja —pero no de granadas.

—¿Estas segura esto?

—Solo pisa ese maldito pedal.

—Esta bien —y la adrenalina tomó control de mi ser.

April tiró del seguro y arrojó la granada...

BANG

—¡Ahhhh! —...creando una explosión...

—¡No dejes de acelerar! —...que envolvió en una llamarada al camion.

—¡Mierda! —y dandole paso a más.

—April ¿Cuántas granadas nos quedan?

—Espero que las suficientes, porque no hay más paquetes de C4

25 horas de distancia

91 horas de vida

—¿Ese fue el último?

—Creo que sí —no teniamos vinoculares o algún radar que nos pudiera alertar sobre la presencia de más camiones—. Ojala no se hayan escondido esos hijos de perra.

—Eso espero— Tanto la carretera como el exterior se veían despejados.

—Al fin

Después de casi cinco horas, eramos libres.

Xavier nos envio mensajes por radio cada dos horas. Midió nuestra velocidad y verifico la distancia con un mapa que le indicaba todos los lugares en donde podía haber Infectados. De esa forma pudo crear una nueva ruta sin afectar la distancia.

EXPERIMENTOS LOS ORÍGENES, INMUNES libro 1 | DISPONIBLE EN FÍSICO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora