Secuestrada: 24

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Él reaccionó ante sus palabras. No podía creerse lo que acaba de escuchar… la misma Tn pidiéndole que la llevara a donde él fuera a parar.

—¿que?. Preguntó

—quiero irme contigo…. Volvió a repetirle ella. También se le acercó. El pulso de Naim empezó a acelerarse, dándose cuenta que sólo se ponía de esa forma cada vez que Tn solía acercarse a él. —es lo único que pido.

—¿te ha supuesta a pensar en lo que sería eso, Tn?. Le pregunto él. Tn baja la cabeza. —joder…yo no tengo las condiciones que tú tienes, a esas que estas acostumbrada a vivir. Ahora volvió a subir su mirada. —no tienes idea de las cosas que tengo que pasar, cosas que no estarías dispuesta a vivir…

—tu que sabes.

—lo sé porque hasta yo mismo me arrepiento de ser quien soy. La miro a los ojos. Se dio cuenta de que no pararía hasta convencerlo, por lo que él tendría que actuar primero. —si te dijera… al menos una cosa de las que he hecho.

—dimelas. No te juzgaría.

—eso lo dices ahora…. Naim intento ponerse de pie, pero las manos de Tn lo abligaron a sentarse de nuevo.

—si te he pedido que me lleves contigo es por que sé a lo que me estoy enfrentando.

—no, no lo sabes.

—entonces dejame probar…. Le acarició los brazos, desnudos por no traer ninguna camiseta puesta. Sus músculos se tensaron al sentir las tibias manos de Tn acariciarle la piel. Al verlo sentado, decidió sentarse sobre sus piernas. Naim la miró. Qué hermosa era. Le acarició la cintura al tenerla frente a él. Las piernas de Tn se acomodaron a los costados.

—tú… tú no sabes lo que sería… vivir con alguien como yo.

—he vivido contigo todo este tiempo.

—sería diferente…

—¿por qué?

—he hecho muchas cosas malas Tn. Siempre he sido así. Jamás me perdonaría hacerte algo malo. No… no podría vivir con alguien como tú…

—¿tan inocente?. Ella se inclino para besarle la boca. Naim le correspondió el beso. Un beso pequeño. Sencillo. Ahora él le apretó la cintura con sus brazos.

—tan pura…. Admitio. —tienes tanto planes… tantas metas y yo…

—dejame ir contigo un tiempo…. Le pidió ella, una vez más. Acarició su cuello, sus ojos penetraron los de Naim.

—¿por qué?

—¿por qué, qué?

—¿porque quieres venir conmigo?. Pregunto él. Deseosos. Deseoso de escuchar las palabras que ella le diría después. Necesitaba escucharla hablar sobre sus sentimientos. Que le dijera todo lo que siente por él.

—contigo soy diferente…. Le confesó ella. —y quiero sentirme así por mucho tiempo más…

Secuestrada (Naim Darrechi y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora