VI

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PRESENTE.

Las vacaciones para la familia Tuan-Scott llegaron. La firma en donde trabajaba Estela le había dado dos semanas, mientras que a Mark le dieron tres semanas, bueno en realidad no fue así. Solo le dieron dos y él aprovechó para pedir una más, lo malo es que se lo descontarán del mes, pero eso es lo de menos. Por parte de la primaria de Tyler, están de vacaciones por dos semanas.

 Los adultos decidieron que esos días los aprovecharían para pasar unos días en familia y los demás, para un pequeño viaje a Orlando. Calcularon ir una semana, hospedados en un hotel.


PROV. ESTELA:

Me desperté por los besos de dos personas en mi cara, también se escuchaban algunas risas traviesas a mí alrededor. De a poco fui abriendo los ojos y me encontré con Mark a mi derecha y a Tyler a mi izquierda, les sonrió y ellos se tiraron arriba mío dejándome sin aliento. Pero aun así me río de sus acciones.

-Buenos días mamá, ¿estás listas para nuestra aventura en casa? - levanta la mirada el pequeño Tyler. Mark seguía abrazándome.

-Claro que si conejito, solo que estaría bueno empezar a dormir otra vez, como un juego ¿Qué les parece? - le sonrió para suplicarle a ambos, necesitaba otras horas de sueño. Pero ellos niegan, en ese mismo instante, el menor se va a su habitación con su vestimenta de un pijama rosa pastel, una media color gris en su pie derecho y su cabello castaño desordenado. Lo seguimos con la mirada hasta que desapareció, volteo a mirar a Mark, este seguía en la misma posición, pero ahora miraba el marco de la puerta.

-¿Por qué tan callado, señor bigotes? - suelto con ternura, se encontraba mirando un punto fijo, al terminar esa oración, rápidamente me miró y sus ojos se formaron como medialunas. Parecía un conejito con barba y es por eso la referencia al pequeño dibujo animado, sus grandes ojos estaban hinchados por el sueño, sus labios seguían doblados para arriba y así se acerca a mí y me da un beso en los labios. Aunque fue muy fugaz, al terminarlo me abraza otra vez.

-Solo que tengo ganas de que me mimes, pero solo le das mimos a Milo y a Tyler. - el susurro salido muy inocente, cosa que hizo que me derrita por dentro. Su actitud de niño no encajaba con su físico. Era increíble, estaba celoso por un niño, el cual es su hijo.

-Amor, ya estamos un poco grande para sentir celos de un niño y cachorro, ¿no? - le sonrió y trató de que me mire a los ojos. Cosa que pasa.

-No. - dice y yo lo beso. - seguiré necesitando de tu atención hasta que cumpla los setenta años. - cada palabra anterior dicha fue cortada por sus besos y los míos. Para luego hacerlo de una y este sí que duró porque nos separamos a falta de oxígeno, el silencio reinó la habitación y quedamos abrazados. El ladrido de un perro y gritos de un niño nos hizo caer en la realidad.

-Te reto a ganarme en el LOL, si pierdo te dejo dormir arriba mío durante tres días y darte toda la atención necesaria, pero si yo gano, me compras la Play 5.- sonrió cómplice porque nadie me ganaba en el LOL, soy invencible. Aquella consola todavía no la había comprado por el simple hecho de flojera, pero no querías gastar tu sueldo en esto. Que mejor en que gaste su esposo, ¿no?

-Trato. - juntamos nuestras manos y nos levantamos para ir a la habitación de entretenimiento en busca de las computadoras y así poder jugar una partida.

En nuestra adolescencia, estábamos obsesionados con los videojuegos y eso trajo que, al hacer nuestra casa, hiciéramos una habitación exclusiva para poner las Plays, los juegos, muñecos, las computadoras y hasta una máquina de pochoclos. Es un gran capricho.

:・Dear basketball・: | Mark Tuan | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora