𝟏𝟑.🥀 𝐃𝐚𝐦𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨 𝐊𝐢𝐫𝐚.

4.5K 143 28
                                    

° • ° • ° •𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪 𝓿𝓮𝔃 • ° • ° • °

Residencia Kira.

Era extraño, estar de pie frente a ese hombre que tanto la odiaba sin razón alguna, o al menos eso aparentaba, aunque a ella no le extrañaba tanto, después de todo era el hombre más arisco que había conocido en su vida. Y ella también lo odiaba, lo odiaba desde que había acusado injustamente a su compañero de orden, Asta.

Pero el también la odiaba, gran parte de ese odio se debía a que era miembro de los Toros Negros, otra parte porque era plebeya, y la cereza del postre era que su madre trabajaba como empleada para el, simplemente era alguien insignificante.

Entonces si era así, ¿por qué se le aceleraba el corazón cada vez que tenía en frente a la (T/P)?, no lo podía comprender. No entendía por qué le sudaban las manos cada vez que ella lo enfrentaba, por qué le costaba encontrar palabras para decirle, o porque siempre terminaba observando sus rosados labios.

Damnatio estaba molesto, había ido a la cocina para beber un beso de agua y se había encontrado a la (C/P) hablando animadamente con su madre, le pidió a la señora de edad avanzada que se retirara para estar a solas con la joven.

Ya a solas el le dirigió una mirada amenazante, tratando de ocultar el latir desenfrenado de su corazón. Ella dibujó una sonrisa ladina, lo estaba retando.

—¿Qué haces aquí?— preguntó de forma intimidante mientras la miraba de manera despectiva.

—¿Hablar con mi madre tal vez?— respondió con obviedad.

Ya tenía suficiente de ese hombre con lo de Asta como para que se siguiera metiendo con ella. ¿Por qué insistía en meterse con ella?, tenía el poder necesario para arrestarla de por vida si el quisiera, ella no lo comprendía.

—¿Quién te ha dado permiso de entrar?

—Yo misma, solo venía a hablar con mi madre, no he robado ni nada por el estilo...

La joven se detuvo al darse cuento que la mirada gris de él iba desde sus pies a su cabeza, la analizaba cuidadosamente, reparando en cada detalle suyo, ella frunció el ceño al darse cuenta que su mirada se detenía en el ligero escote que traía.

—¡Oye, oye!, ¿se puede saber dónde estás mirando?— ofendida y avergonzada puso sus manos sobre el escote de su camiseta a tiras.

Él la miró al rostro con la misma expresión que tenía siempre, en su mente trató de eliminar los pensamientos indebidos que había provocado su vestimenta. Carraspeo un poco y decidió hablar.

—Mhm, como decía, no debes estar aquí.

Una sonrisa socarrona se dibujó en el rostro de (TN) al escuchar el tono ligeramente nervioso, se acercó a paso rápido al azabache y pasó su brazo derecho por los hombros del contrario, dejando sus rostros bastante cerca.

—¿Qué sucede Damnatio?...¿no me digas que mi presencia te pone...nervioso?— al finalizar acarició la mejilla del hombre con su pulgar derecho, este tragó saliva.

¿Y cómo no hacerlo?, ¿sí a su lado estaba esa hermosa chica que había capturado su atención desde el primer momento en que la vio? Su rudeza de cierto modo lo sorprendido, pues ninguna chica jamás se había atrevido a desafiarlo, mucho menos los habían amenazado de muerte si se atrevía a tocar a alguno de sus compañeros.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 |Ɓℓαcк Ƈℓσνєя|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora