𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 |Ɓℓαcк Ƈℓσνєя|

𝟏. 🥀𝐖𝐢𝐥𝐥𝐢𝐚𝐦 𝐕𝐚𝐧𝐠𝐞𝐚𝐧𝐜𝐞

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Sede Amanecer Dorado.

La joven avanzaba por los pasillos de la sede del Amanecer Dorado, llevaba una sonrisa muy grande en su rostro y caminaba con pasos agraciados.
Tenía el cabello ligeramente mojado, debido a la lluvia que había afuera.

Mientras caminaba saludaba a algunos miembros que no veía hace seis meses, sí, seis meses que había pasado en pequeños pueblos del Reino del Trébol enfrentando a bandidos menores, y al fin había tomado fuerzas necesarias para volver.

Suspiró al encontrarse afuera de la oficina del capitán, acercó su mano derecha y golpeó tres veces, después de unos segundos se escuchó un "pase". (TN) entró a la oficina para encontrarse al capitán con su máscara y a un joven que tenía lentes.

—¿Klaus?— preguntó observando asombrada al joven.

—¿(TN)?— preguntó sorprendido —No esperaba verte tan pronto por aquí.

—No se desarán tan fácil de mí.

—Ya veo...— Klaus no terminó de hablar porqué la joven se lanzó a abrazarlo.

El joven de lentes quedó sorprendido ante la acción de la joven, pero correspondió el abrazo, después de unos segundos se separaron y la vista de la joven se posó en su capitán.

—Capitán Vangeance, que gusto volver a verlo— dijo mostrando una de sus hermosas sonrisas.

—Lo mismo digo, (TN)-san— dijo devolviendo la sonrisa.

Klaus dijo que el se retiraba del lugar, dejando a ambos a solas con un silencio incómodo de por medio.
(TN) tomó asiento en la silla alfrente se su escritorio.

—Veo que aún no te quitas esa máscara, William— dijo la joven borrando la sonrisa de su rostro y retomando su expresión seria. William la observó y le molestó la indiferencia de la chica, a Klaus lo había abrazado emotivamente, y ¿a él? ¿Solo le preguntaba por su máscara?

—Sabes que aún no me siento seguro sobre eso.

El silencio se volvió a apoderar de la habitación, (TN) miraba hacia un costado y William se preguntaba cuando la chica se había vuelto tan fría con él.

Suspiró y abrió la boca, se estaba metiendo en la boca del lobo, pero tarde o temprano tendrían que hablar de aquello.

—Me alegra que hayas vuelto.

—Yo también me alegro de volver - dijo haciendo una sonrisa, pero le salió como una mueca.

—No te ves tan alegre.

—Tal vez sea el cansancio... Ya sabes por el viaje y todo.

—Bien, ¿qué tal tu misión?

—Excelente, he conocido mucha gente buena en esos pueblos, y el trabajo es bastante relajado— dijo volviendo a sonreír

—Me alegro, de verdad el Amanecer Dorado te extrañaba.

—Sobre eso...— dijo y tragó en seco —Solo vine a informar sobre mis misiones. Me volveré a ir.