Capitulo :10

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El silencio











Los pétalos de cerezo caían ligeramente sobre la fría hierba de aquel otoño desolador y doloroso ...

Las ramas de aquel frondoso árbol se sacudían con el viento que soplaba siniestro, como si el viento supiera la desgracia que embargaría mi vida esa noche ...

Las ramas furiosas golpean impetuosas los cristales de las ventanas de mi habitación...

Las pupilas dentro de mis ojos cerrados iban y venían  presintiendo mi infortunio ... el sudor comenzó a bajar por mi frente  sintiendo esa desesperación de querer despertar de una pesadilla, de querer abrir los ojos y no poder .
La angustia comenzó a inundar mi alma, la respiración me empezó a fallar.. quería despertarme pero no podía ..

Hasta que el silencio fue irrumpido por el grito doloroso de un ángel en agonía ...

Abrí mis ojos de golpe.. me senté en la cama con la respiración agitada, con el corazón acelerado, con el sudor bajando por mi cara ...

Mis ojos estaban fijos en la oscuridad, mi boca semi abierta, las ramas de aquel cerezo golpean insistentemente los cristales de mi ventana ...

El grito se esfumó en el silencio..
pero mi alma estaba inquieta...

Me puse de pie y caminé por mi habitación a oscuras, salí al pasillo, mire hacia la habitación de ella...
El tiempo parecía detenido...

Hacia mucho frío ...
Comencé a temblar...
Mis pies no querían moverse de su lugar, tenía miedo y un mal presentimiento..

Pero ... me obligue a mi mismo a no temer ..
Me obligue a caminar hacia su habitación...

Entre las penumbras de un pasillo frío y desierto .. mis  pasos resonaban y haciendo eco en mis oídos, la madera crujía a cada pisada...

Mi cuerpo temblaba con angustia ..

Tome la perilla de la puerta de su habitación..
La gire ....

Sentí un aire gélido sacudirme los cabellos...

Entre ...
Su ventana estaba abierta sacudiéndotelo revoloteando las hojas de un libro sobre su buró ...
Ella estaba recostada en su cama...

Su imagen se grabó en mi mente para siempre marcándome para toda la vida ...

Sus cabellos largos tendidos sobre su almohada ...

Su cuerpo esbelto cubierto por una bata de seda blanca ...

Sus manos que alguna vez me dieron una caricia cálida yacían a cada lado de su cuerpo ...

Su sangre cayendo gota a gota al suelo ...

Gota a gota que en el silencio resonaron con fuerza en mi corazón...

Su imagen era la de un ángel ...

Ella era un ángel ....

El silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora