Narra Flavio
F: hola -digo entrando en su habitación del hospital-Habían pasado un par de horas en las que ella había estado durmiendo y los demás habíamos decidido quedarnos allí para contarle algunas cosas cuando despertara y ya estuviera más tranquila.
S: mmmmm -se retuerce en la cama- me has despertado
F: no mientas rubia, el médico me ha dicho que ya estabas despierta -suelta una risa mientras se gira para mirarme-
S: auuuuu -se queja- aún no me acuerdo de la pierna de verdad -yo me siento en una silla a su lado- ¿que pasa? -dice al ver que la miro serio-
F: en el bosque... ¿de que te acuerdas?
S: hasta que me desmaye, Flavio ¿que pasó? -yo resoplo- flaviouuuuu -dice en tono de broma para relegar la situación y yo el sonrió un poco-
F: pues no lo sabemos, pero alguien te golpeó por detrás y luego... no se, cuando Hugo yo y Eva nos giramos ya no estaba, osea vimos cómo se iba corriendo -le explicó y Samantha me mira confundida-
S: ¿que...que me golpearon? -asiento- ¿porque no se lo habéis contado a los médicos? -frunce el ceño y yo me encojo de hombros-
F: queríamos preguntarte -ella me sonríe- ¿que?
S: nada, gracias por pensar en eso -dice flojo-
F: ¿te estás poniendo blandita? -digo para picarle-
S: ¿yo? ¿cuando? -vuelve a mirarme- aquí el blando es tu -me señala con el dedo- yo no soy blanda ¿blanda de que gilipollas? -rio y ella me mira alzando una ceja-
F: vale vale, tu eres una tía dura -asiente sonriendo- una tía dura que a veces llora en su cuarto sola porque no es capaz de mostrarse mal delante de los demás ¿verdad? -cambió mi tono a uno más serio-
Ella no me responde y mira por encima de mi hombro un punto fijo de la pared.
F: que... aunque no lo diga a veces necesita ayuda de los demás, y que va de tía dura para que no se note nada de nada -no habla y yo tampoco durante unos segundos- pero a veces, solo a a veces, es ella, una chica dulce y risueña, o eso espero porque no creo que seas borde todo el tiempo ¿no?
S: no... -susurra sin mirarme-
Muevo mi silla un poco poniéndome gusto donde ella está mirando pero aparta su mirada.
F: Samantha ¿no es así? -abre la boca como si fuera a protestar pero la cierra-
S: si... -asiento satisfecho con su respuesta- ¿a que ha venido eso Flavio? -pregunta mirándome otra vez-
F: solo lo pensaba, no pereces una tía dura siempre, solo un poco -ella resopla-
S: no lo soy, pero es mejor así. A caso tú siempre eres así de...de...-se calla-
F: yo soy como me ves -cruzo una pierna por encima de la otra-
S: no -dice mientras niega- tu eres un chico diferente, que está mejor solo, pero como a nadie le gustan las personas aburridas hace como si siempre fuera el alma de la fiesta ¿a que si? -yo no respondo-
F: hem... yo no...
S: tu no saves si contarle a esta rubia tonta si eres introvertido, extrovertido, aburrido, divertido, interesante o pesado -me corta- ya te lo cuento yo... estoy segura de que eres interesante, protector con los demás -la imagen de Samantha llorando en mis brazos mientras se quejaba de su pierna rota aparece en mi mente- un poco introvertido... pero solo necesitas coger confianza con las personas para soltarte, y... no tienes ni puta idea de que hacer con tu vida -me quedo callado varios segundos antes de asentir lento- ves, no eres como te vemos
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Te odio pero te necesito
RomanceSamantha vivía en el barrio más lujoso de Madrid, tenia mucho dinero, amigos, y era una chica guapa según los demás chicos decían. Pero nunca había sentido nada ni remotamente parecido a la felicidad. Algo falla. Su "maravillosa" vida da un giro cua...