Te odio pero te necesito

13.BORRON Y CUENTA NUEVA

Narra samantha
Abro los ojos. Aún siento ese maldito dolor de cabeza, pero un poco más leve. Cuando mi vista ya no está nublada me percato de la presciencia de Flavio, y de que sigo en la silla de ruedas en medio de la sala de ensayos, donde por suerte no hay nadie.

F: ¿estás mejor? ¿que te ha pasado? -pregunta en voz baja y con miedo-

S: no...no lo se -llevo mi mano a la cabeza-

F: ¿crees que puede ser de lo del bosque? -abro mucho los ojos y asiento entrecortadamente-

S: no...no lo se. Puede -inspiró lentamente y sacó todo el aire-

F: ¿volvemos a la habitación? -yo niego y Flavio frunce el ceño- pero sama...

S: Flavio ya se me ha pasado -lo corto- no se que ha sido eso pero solo ha sido un momento, te lo juro -el suspira y empieza a empujar mi silla de ruedas- Aunque no me apetece ensayar ahora, te prometo que maña...

F: no pasa nada rubia -dice antes de que pueda seguir- ya ensayaremos, de momento vamos a hablar -asiento sin saber muy bien de que quiere hablar-

Ambos entramos dentro de un box, me levanto casi sola de la silla y me siento en el taburete que hay, Flavio se apoya en la pared de pie.
Supongo que para el esto debe de ser un poco confuso...me refiero a el hecho de perder a sus padres y todo ese rollo del hospital y para colmo lo del bosque. Debe ser demasiado para el, desgraciadamente yo ya estoy un poco más acostumbrada a no entender nada nunca, pero eso no quita que me genere cierta incertidumbre.

S: ¿en que piensas tanto? -digo después de estar unos minutos callados-

F: no lo se... creo que en todo -asiento comprensiva-

S: lo entiendo -me mira alzando una ceja- lo digo de verdad Flavio ¿no ves que estoy en la misma situación que tu? -el vuelve a mirar hacia abajo-

F: no lo parece... -susurra y yo resoplo-

S: no, no lo parece. Porque a ti te afecta y a mi no -digo mas fría de lo que quería y Flavio mi mira un poco mal- quiero decir... tus padres te importaban muchísimo y a mi... no tanto -el niega-

F: no solo es eso Samantha -frunzo el ceño- es todo, no se -se encoge de hombros- supongo que... -se queda callado-

S: supongo que no sabes explicarte -asiente lento- Flavio han matado a tus padres -intento sonar lo más delicada posible- y a los míos -bajo mi cabeza- es normal que te sientas así. Y con respecto a lo del bosque... no tienes que preocuparte -parece no creerse mucho mis palabras-

F: ¿sabes quien fue? ¿quien pudo hacerlo? -niego recolocándome un poco en la silla-

S: claro que no, estaba inconsciente -digo obvia y el resopla-

F: me refiero a quien pudo haber desconectado a nuestros padres -lo miro a los ojos por primera vez en todo el rato-

S: no conozco a nadie tan cruel de momento -dijo flojo-

F: ¿y lo del bosque? -niego apoyando mis manos en mis muslos-

S: no lo se flavio, tal vez deberíamos...

F: no podemos pedir ayuda -me corta- esto es una tontería, somos dos críos de dieciséis años y si decimos que han matado a nuestros padres y que te han golpeado la cabeza en un bosque ¿se lo creerán? -niego y cierro los ojos por dos segundos-