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Todo parecía estar en paz, excepto por el hecho de que el día anterior habían decapitado y desterrado a algunos hombres, traidores hacia el rey, y que hoy, el ambiente era completamente distinto. Flores adornaban la sala principal y cortinas de lujosas telas en las paredes. Hoy era la boda, y como boda tradicional y además, de la realeza, todo parecía sacado de otro mundo.

YoungMi se veía hermosa, con el cabello amarrado en varios moños complicados, un suave maquillaje en el rostro, un vestido de seda a su medida, todo lo que todas soñaban en esa época y que ella, por cosas del destino, obtuvo sin desearlas.

Yoongi tampoco se quedaba atrás. A los ojos de Taehyung se veía perfecto. Su traje dorado y negro resaltaba la palidez de su rostro y la cinta que usaba en la cabeza adornaba sus cabellos de manera perfecta. También llevaba un ligero maquillaje, que le daba un poco más de color a sus labios, y el soldado no paso por alto ese detalle.

Pero él solo podía observar de lejos, pues, a pesar de la felicidad y satisfacción que sentía al lograr su objetivo de encontrar a los traidores y evitar que su amado fuera dañado, había llegado la hora de enfrentarse a la verdad. Ya había cumplido su misión como soldado, ya no tenía más que hacer en el palacio.

Solo observaba la ceremonia de lejos desde la puerta, hasta que al fin terminó la boda, que en cierta forma también le dolió, pues por su mente pasaban deseos de ser él aquel que estuviera donde YoungMi, pero sabía que no era posible, al menos no en esta vida. Así que siguió observando, aún faltaba la coronación, pues se habían agendado para el mismo día y desde hoy, todo el mundo sabría que Min Yoongi es el nuevo soberano.

Taehyung miraba consternado a Yoongi, mientras esté hacía un juramento arrodillado frente a su padre, que le entregaría la soberanía en un par de frases más. Mientras tanto, pensaba en cómo le haría para decirle que debía marcharse, que ya no se volverían a ver. Una lágrima corrió por su mejilla y la borró con su mano de inmediato, para que nadie lo notara.

— prometo proteger a mí pueblo y a los que amo, y serle fiel a mi patria.— Yoongi terminó de jurar, y alzó su mirada, todos en la sala aplaudieron e hicieron reverencia. Entonces la mirada del pálido se enfocó en el soldado moreno que estaba en la puerta, quien forzó una sonrisa e hizo una reverencia. Claro que Yoongi no notó la falsedad de la sonrisa por la lejanía, así que solo sonrió en respuesta, creyendo que este era su "final feliz".

[...]

YoungMi y Yoongi eran recién casados, por ende, tendrían su noche "especial", una especie de luna de miel, para procrear... Pero ninguno de los dos estaba emocionado por la idea. Y mucho menos cuando estaban guardias afuera de la habitación cuidando que nadie intervenga. Incomodidad por todos lados.

Hasta que a Yoongi se le ocurrió una idea. Mandó a traer a Taehyung y ordenó a esos guardias que se marcharan. Cuando el moreno llegó, estaba buscando las palabras correctas para despedirse, y al momento de estar en la puerta de la habitación de Yoongi, la tocó y no pudo evitar soltar una lágrima.

El pálido abrió y alzó la mirada.— ¿Por qué lloras?— se preocupó de inmediato, secandole las lágrimas con sus manos.

— y-yo... Debo decirte algo...— sollozó el moreno. Yoongi espero a que siguiera hablando mientras lo abrazaba.— como ya cumplí mi misión de protegerte... Y-yo... Debo marcharme...— intentó dejar de llorar y alejarse de Yoongi, pero solo recibió una risa del pálido que no pudo entender.

— Tae...— rió un poco el más bajo.— ¿Por qué crees que te dejaré ir?— el, ahora, rey lo tomó de las manos para acercarlo y acariciar su rostro.— yo, como tu rey, te ordeno que te quedes como mi guardaespaldas real, por siempre... ¿Cumplirás con tu labor, soldado?— jugueteó con la palabras frente a un Taehyung atónito y confundido que luego rió.

— me preocupe por nada...— negó el moreno riéndose de si mismo.— prometo que cuidaré al nuevo rey Min por la eternidad, y que jamás lo dejaré solo...— siguió con el juego, secándose las lágrimas que quedaban.

— esta es una promesa que no puedes romper ¿Entiendes? Sino, me enojare tanto que dudo te vaya a perdonar...— el pálido se cruzó de brazos y enarco una ceja, observando desafiante al soldado, que solo rió.

— ay ¡que lindos! — se escuchó una voz femenina. Era YoungMi, sentada en la cama.

Entonces Taehyung se puso rojo.— oh yo... ¿Ustedes...— los señaló con nerviosismo.— estaban... En su luna de miel?— tragó saliva al decir esa palabra.— ¿Interrumpo?

YoungMi rió y negó.— sí y no, no te preocupes, nosotros también estábamos incómodos...— suspiró aliviada.— de hecho, gracias por llegar.

Yoongi de pronto tomó la mano de Taehyung.— ven conmigo, te llevaré a una parte...— el pálido jaló de la mano del soldado, hasta llegar a la salida que daba a un patio, por donde solían huir.— YoungMi, no nos esperes...— avisó a la chica, aunque está ya sabía del plan de Yoongi.

— ¡suerte!— les dijo a ambos guiñando el ojo.

La luna estaba llena, y la noche era cálida. Caminaban ambos en silencio por aquella especie de bosque, tomados de la mano. De repente se cruzaban miradas que solo ellos comprendían y se sonreían entre sí, hasta que el moreno al fin de atrevió a preguntar.

— ¿A donde me llevas?— dijo curioso, mirando a todos lados. Entonces Yoongi lo jaló nuevamente, pasando a través de unas plantas con hojas gigantes, capaces de tapar la hermosa vista que había detrás de ellas.

— aquí...— respondió Yoongi. Dejando que Taehyung apreciará el paisaje de una pequeña laguna, con un peñasco que ocupaba el cuarto del lugar, y la luz de la luna reflejada en el agua. —es hermoso ¿No?— Yoongi se sentó en un pedazo de madera que el mismo había dejado en el suelo para sentarse en otras ocasiones.

Taehyung hizo lo mismo segundos después de mirar alrededor.— es muy lindo...— comentó asombrado.

— antes venía muy seguido aquí... Es como mi escondite secreto.— contó el más pequeño.

— seguro has traído a todos tus amantes aquí...— bromeó Taehyung.

— en realidad, eres el primero y el único... — respondió Yoongi, haciendo revolotear el corazón de su acompañante, que se encontraba mirándolo a los ojos con una sonrisa tonta.

El pálido no dudó en aprovecharse de eso para acercarse a su rostro y juntar sus labios, sintiendo que al fin todo estaba bien y en calma. Sintiéndose en el cielo por primera vez en su vida.

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Hola bros, como estan?

Hace tiempo no actualizaba y necesitaba hacer esta escena que tenía planeada desde el inicio (aún no termina sí, en el próximo capítulo seguiré esa escena).

Y bueno... Los perros del vecino empezaron a llorar y a gemir y da miedo porque es de noche xd

Eso chau, nos leemos uwu

The Scar «Taegi/Yoontae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora