Jimin se sentía horrible, tenía un nudo en la garganta y no sabía qué hacer. Sentía una sensación que jamás había experimentado en toda su corta vida de felicidad y amor. Tal vez tanto amor y perfección lo hacía susceptible y vulnerable ante la imperfección, e inconcientemente le atraía ese mundo, pero sabía que estaba mal. Creía que se volvería loco, pues su corazón le decía a gritos que debía darlo todo por complacer al extraño inquilino, pero su mente y valores lo detenían. Lamentablemente su corazón gritaba con más fuerza, sobretodo por la confusión que sentía.
Jimin inocentemente pensaba que era admiración, cuando en realidad era su primer amor, y lamentablemente, uno muy tóxico. Existen distintos tipos de amor, pero Jimin solo había conocido aquel que daba todo por el bienestar del otro. No conocía el amor como un acuerdo mutuo y sano, sino que tenía una idea errónea en la que tenía que entregar todo de sí, sin importar qué. Y eso fue un beneficio para el plan de Jungkook, pues a sus ojos, Jimin era totalmente manipulable.
— ¿Por qué me miras tanto?— preguntó algo cohibido el pelinegro, aprovechando que estaban solos.
— n-no lo sé...— Jimin quitó su mirada unos segundos y lo volvió a mirar, siendo capturado por sus ojos salvajes.— ¡lo siento! No lo puedo evitar...— el castaño cubrió su rostro con ambas manos.
Jungkook ni se inmutó y siguió mirando por la ventana, pensando en mil y una formas de asesinar al príncipe, ahora rey, Min. Estaba totalmente fuera de sí, imaginando la forma en la que lo destrozaria, y como se sentiría al hacerlo. En este punto, ya se sentía un total psicópata, pero nadie lo notaba.
— hay un cambio de planes...— dijo Jungkook ignorando la mirada de Jimin una vez más.— entraremos en la noche al castillo, directamente a la habitación de Yoongi... Tu pelearas contra su guardaespaldas, lo distraes mientras me encargo de matar a ese intento de rey.— expulsó lo último con asco.
— pero... ¿Como le haremos para salir tan tarde?— cuestionó preocupado Jimin.— mis padres sospecharán...— sintió su pecho apretarse y su estómago revolverse ante la consternación. Si sus padres se enteran, sería la deshonra de la familia.
En esos pequeños momentos de iluminación se arrepentía de lo que estaba haciendo, pero por cierto motivo que no podía entender, seguía haciendo lo que Jungkook le decía. No podía negarse.
— Jimin, chiquito...— habló irónicamente el pelinegro.— tienes que usar más tú cabeza ¿Acaso nunca le has mentido a tus padres?— Jimin negó.
— no he tenido la necesidad de faltar a su confianza...— el castaño explicó, correcto como siempre.
— bueno, siempre hay una primera vez.— le dijo Jungkook sonriendo, mientras se acercaba a él y acariciaba su cabeza, manipulando por completo el corazón de Jimin. Lo tenía en la palma de su mano.
Sin saberlo, y sin querer aceptarlo, Jimin se sonrojo ante el acercamiento inesperado del misterioso chico.— entonces... ¿Q-que debo decir?— preguntó tímidamente esperando que su acompañante le diera un respuesta concreta, así el poder hacerle caso.
— mmm... Aún no sé, ya pensaremos en algo.— Jungkook le restó importancia, para comenzar a hablar de otro tema, también muy importante.— ¿tienes en cuenta todo lo que vas a perder por hacer esto conmigo?— cuestionó en un tono falso de preocupación.
— ¿l-lo que perderé?— el castaño preguntó algo sorprendido, no había pensado en eso antes.
— sí... Si es que nos atrapan, entonces perderás tu libertad, a tu familia, y hasta tu vida...— el pelinegro comentó con un semblante triste mirando a los ojos de Jimin.
Entonces Jungkook acercó otra vez su mano al rostro de Jimin y comenzó a acariciar su mejilla derecha, logrando que Jimin se estremeciera por el contacto, y haciéndolo dudar de todo lo que le dijo. ¿Valía la pena perderlo todo por Jungkook? Su mente le decía que no, pero su corazón lo impulsaba a acercarse más al chico, lo cual hizo. Se fue acercando más y más hasta quedar a tan corta distancia que se sentía su respiración.
Jungkook estaba inmóvil, seguía acariciando su mejilla pero no apartó a Jimin en ningún momento, así que este simplemente se guío por instinto hasta los labios de Jungkook. Sabía que estaba mal, muy mal, horriblemente mal, pero no podía echarse hacia atrás estando a tan solo centímetros de chocar sus labios. Pero en el momento en que Jimin dió su último paso para llegar, sus labios terminaron chocando en la mejilla de Jungkook pues el había girado su cabeza con desprecio.
Entonces el pelinegro se alejó lo más posible de Jimin mirándolo con asco.— ¡¿Que mierda?!— le gritó, pasando su mano por su propia mejilla para "limpiar" la zona en que el castaño dejo un beso.
Jimin entró en pánico, intento acercarse nuevamente a Jungkook e hizo muchas reverencias mientras se disculpaba.— perdón, en serio, no sé porque lo hice y-yo... Discúlpame por favor...— se arrodilló en frente de Jungkook rogando perdón, mientras se escapaban unas lágrimas de sus ojos por la confusión y el pánico que sentía en ese momento. Se estaba odiando, y demasiado.
Jungkook seguía con la misma expresión, y levantó la cabeza de Jimin por sus cabellos, haciendo que este soltara un quejido y lo mirara a los ojos.— acaso... ¿Eres homosexual?— le cuestionó Jungkook en una especie de susurro enojado.
Jimin negó incontrolablemente.— No, no lo soy, en serio, lo juro...— decía mientras sollozaba.
— ¡si lo eres, me intentaste besar!— gritó escandalizado el pelinegro.
— y-yo... No lo sé... ¿Lo soy?— Jimin se cuestionó a sí mismo con miedo de lo que podía pasar ahora que alguien más sabía de esta atracción inusual que sentía.
El castaño miró a Jungkook pidiendo respuesta, pero este solo tenía una expresión indescifrable, hasta que sonrió, tiernamente.— si lo eres... Pero tranquilo, está bien.— le dijo Jungkook luego de un rato, acercándose y quitándole las lágrimas con sus manos.
Jungkook se agachó para quedar frente a frente con el castaño, poniendo su mano en el mentón de este para que lo mirara.— perdón... Por reaccionar de esa forma, no estuvo bien ¿Cierto?— cuestionó.— lo siento... Estaba sorprendido.— habló con falso arrepentimiento, que a los ojos del chico que lloraba, era demasiado real, tanto así que lo perdonó al instante.
Jungkook ahora tenía el control completo de Jimin, y lo sabía. Tan solo debía engatusar al castaño con unas cuentas caricias y palabras para que este ya no dudara más de ayudarlo. De todas formas, podía matar al Yoongi solo, pero Jimin ya se había enterado de su plan, y si este pensaba en traicionarlo entonces el también revelaría su secreto.
— hagamos un trato...— el pelinegro le sonrió dulcemente a Jimin para darle más confianza, este solo esperó a que continuara.— no nos delataremos el uno al otro, ¿Te parece?— cuestionó mirando con ojos tiernos al castaño mientras con una mano en su mentón acariciaba sus labios.— y si alguno de los dos delata, entonces el otro tiene derecho a delatarlo también... — agregó, restándole importancia.— pero eso no pasará ¿cierto?— y así fue como tenía a Jimin totalmente controlado, como una marioneta.
— cierto... ¡Trato hecho!— Jimin le respondió con una sonrisa tierna y sincera. Entonces Jungkook para cerrar su actuación con broche de oro, se acercó a su rostro y plantó un dulce beso en sus labios.
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Me da pena hacer que jk sea tan malo en el fanfic cuando en la vida real es una masita unu
Pero no sé, al principio ni siquiera tenia planeado el kookmin tóxico o algo así xd solo salió todo natural ksjdjdjd.
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The Scar «Taegi/Yoontae»
FanficHace mucho tiempo atrás, vivía Min Yoongi, un rey con una cicatriz, a pesar de que las personas con cicatrices en el rostro no pudieran ser reyes, además, esa no era su única cicatriz...y gracias a esas cicatrices los enemigos lo rodeaban. Oh... per...