- ¿No estáis exagerando un poco? - preguntó Félix poniendo los ojos en blanco, no podía ver a su primo ni a la secretaria de su tío pero sabía que le estaban escuchando.
- Por favor, guarde silencio y no se mueva – dijo una voz que no pertenecía ni a su primo ni a Nathalie, Félix puso los ojos en blanco y los cerró, percibió unos cuantos destellos de luz a través de los párpados y luego de un rato, la luz y el zumbido se detuvieron y la plataforma sobre la que estaba acostado comenzó a desplazarse hacia fuera del tomógrafo*.
- Esto es absolutamente innecesario – se quejó sentándose bruscamente, el empleado de la clínica lo miró con curiosidad mientras Adrien suspiraba.
- No importa por donde lo mires, un cambio de personalidad tan brusco, después de un desmayo, puede ser perfectamente un problema médico.
- Para tenerle tanto estima a Marinette es un poco extraño lo seguro que estás de que tengo una lesión cerebral porque quiera casarme con ella – dijo Félix rodando los ojos mientras regresaba al cuarto donde había dejado la mayor parte de su ropa antes de la tomografía.
- ¡La conoces hace menos de tres meses! – protesto Adrien.
- ¿Y eso a ti qué te importa? – le replicó Félix cerrando la puerta.
Adrien suspiro e intercambio con Nathalie una mirada de preocupación. Su primo había estado inconsciente durante casi tres días antes de recobrar el conocimiento la noche de ese tercer día, cuando despertó actuaba diferente, de cierta manera seguía siendo él mismo pero era como si todo ese tiempo dormido le hubiera permitido reflexionar sobre su comportamiento, Amelie había llegado en el primer vuelo al día siguiente que le reportaran del desmayo de Félix y se había quedado junto a él desde entonces, hasta que se despertó y miró con el ceño fruncido a su alrededor.
- ¿Dónde estoy? – pregunto levantando una ceja antes de ver su madre medio dormida en un sillón cercano, Amelie se despertó de un salto y corrió a abrazarlo, Félix se tensó pero le devolvió el gesto.
- Mi niño, mi Félix ¡Estaba tan preocupada! – exclamó ella.
- ¿Qué fue lo que pasó? – pregunto perdido, regresó la mirada hacia su cuerpo y abrió ligeramente los ojos con sorpresa al notar que ahora era más alto que su madre aunque luego pensó que era ilógico sorprenderse.
- Te desmayaste, ninguno de los médicos sabía que te había pasado y pensé que... que podrías haber entrado en coma – dijo ella con ojos llorosos antes de abrazarlo de nuevo, cuando se separaron Félix se recostó de nuevo, algo confundido.
- Lamento haberte preocupado, mamá – murmuró mirando al techo, tenía un desorden enorme en la cabeza, una cantidad colosal de recuerdos sin analizar se interponían entre los viejos recuerdos y necesitaba ponerlos en orden.
El doctor le reviso, no encontraron nada extraño y al día siguiente le dieron el alta con la condición de que mantuviera reposo en su habitación y se les notificará de cualquier cosa extraña que notaran en Félix.
Al día siguiente de su vuelta a casa; Félix desapareció todo el día.
Llamaron a todos los hospitales de la ciudad, a la policía y hasta a algunos miembros del gobierno para que se le buscara hasta debajo de las piedras, Cat Noir recorrió la ciudad por varias horas sin lograr resultados, cuando estaban por llamar a la morgue, Adrien noto que lo habían etiquetado en una fotografía tomada por un fan en el Parque de Buttes Chaumont*, solo que no era él, sino Félix, quien, sentado junto a una chica, que reconoció enseguida como Marinette, estaba teniendo un picnic.
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Aquello inherente a ti
FanfictionDe haber llevado otra vida ¿Serías quien eres ahora? Marinette ha olvidado algo importante concerniente quizá a algún akuma, es la única opción que se le ocurre en este momento, porque definitivamente algo ha pasado con... todo el mundo, son ellos y...