Tres

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Se levantó un día más en esta realidad distorsionada, había soñado y estaba segura de que más que sueño era algún recuerdo de lo que había pasado ese espacio de tiempo que no recordaba.

En su sueño vio la figura azul de un akuma cuya forma era terriblemente borrosa, tanto que resultaba casi un simple manchón casi amorfo, pero a su lado estaba Cat Noir, sonriendo, coqueteando seguramente aunque en su sueño no estaba encendido el audio. Quizá vio más, pero recordar un sueño completo a la mañana siguiente es difícil.

Sus padres seguían de viaje, según Adelaida les había surgido algo de último minuto en Alemania y habían tenido que cambiar sus planes para ir hacia allá, Marinette preguntó si podía llamarlos y Adelaida sonriendo dijo que estaban muy ocupados, además en el huso horario era muy diferente en Berlín y allí era de noche, deberían estar en alguna reunión a estas horas, así que le aseguro de que no debía preocuparse, si sus padres no se encontraran bien ella se lo diría.

Marinette no tuvo más remedio que aceptar por válida esa respuesta y fue desanimada a su cuarto. En este mundo no era raro que sus padres se ausentaran, tampoco era raro que pasan semanas sin hablar con ella, tanto Tikki como Adelaida se lo recordaban, su yo de este mundo era mucho más independiente...

Pero en todo caso los extrañaba.

Gorila la llevo al colegio como había hecho todos los días de la semana anterior, ella se despidió cortésmente y bajo del auto, en la puerta estaba Nathaniel charlando con Mark que era completamente diferente al verdadero Mark, más seguro aunque aún parecía algo tímido con respecto a ciertas cosas, al menos ya mostraba mayor seguridad para dejar a los demás ver las historias que escribía, la primera vez que Marinette lo vio en este extraño mundo patas arriba, Mark le contó por iniciativa propia el próximo proyecto que quería comenzar y que tal vez, como ya habían hecho antes, Nathaniel podría ayudarle con los dibujos, estaba muy emocionado y le dijo que quizá con suerte esta vez podrían enviarlo a editoriales o revistas que lo publicaran, Marinette le miro sorprendida tanto tiempo que dejó extenderse un incómodo silencio que tuvo que romperlo Mark al llamarla "¿Estas bien Marinette?" y ella lo comenzó a felicitar con su torpeza habitual.

Todo era extraño para Marinette pero ella también lo era para los demás, Alya se lo había dicho el día anterior, le había dicho que últimamente parecía mucho más nerviosa, menos segura de sí misma, Adrien había mencionado también algo parecido mientras se encogía de hombros, le dijo que le recordaba a Ladybug y aunque luego comenzó a explicarlo más detalladamente Marinette estaba segura de que no había sido exactamente un halago aun cuando Alya lo había tomado como tal.

Los profesores seguían más o menos siendo los mismos, al menos los que seguían allí, aunque eso quizá se debiera a que Marinette no los conocía muy de cerca, para ella la profesora Bustier seguía siendo su amable y tierna profesora favorita, pero Marinette no tenía forma de saber cómo había cambiado la vida personal de su maestra, no podía saber que ahora vivía en otro lugar y que desde hace años no hablaba con su familia por una riña que el mundo real nunca ocurrió ni podía haber ocurrido nunca. Así que aparte de que la profesora Mendeleiev ya no enseñaba química en su colegio y no sabía dónde estaba, todos los demás profesores seguían siendo los mismos, los únicos en este mundo que no habían cambiado a ojos de Marinette.

Cuando entro al aula, Adrien desvió su mirada de Nino y la posó en Marinette antes de que ambos desviaran la mirada avergonzados, ninguno lo noto pero Nino y Alya intercambiaron una mirada de complicidad antes de saludar a Marinette.

- Estábamos pensando en salir a ver... la nueva exposición del museo, Alix dice que su padre y hermano la han mencionado mucho últimamente – declaró Alya con una sonrisa.

- No sabía que la familia de Alix estuviera de vuelta en Francia – dijo Adrien, Marinette guardó silencio escuchando con atención la nueva información sobre la nueva vida de una de sus amigas.

- No lo están, creo que sus padres regresan en tres meses cuando termine la excavación en Irak pero no están seguros por los problemas que hay allí, tengo entendido que no sabe cuándo regresará su hermano que después de ese templo mesopotámico irá a trabajar en una excavación en Egipto – informó Alya -. Pero eso no es lo importante, lo importante es que esa exposición se abre hoy, así que podemos ir... ¡Alix!

La chica que acababa de entrar por la puerta se acercó a ellos, estéticamente sus amigos habían cambiado muy poco pero Marinette había notado que Alix ya no parecía tan alegre como lo era siempre en el mundo real.

- Hola ¿Qué tal? - pregunto sonriéndoles.

- Bien, pensábamos ir hoy a la exposición que me contaste que abrieron en el museo ¿Vienes con nosotros? - pregunto Alya alegremente, ese carácter parecía contratar completamente con el carácter sombrío de Alix -. ¿Chica, te sucede algo?

- Nada grave - respondió Alix y pareció dudar antes de decirse a contarles a sus amigos que pasaba -. Es que mi tía no ha recibido noticias ni de mis padres ni de mi hermano en más de una semana.

- ¿Crees que les paso algo malo? - pregunto Adrien mirando con preocupación, Alix negó con la cabeza.

- Creo que no, no han llamado para darnos malas noticias pero... tanto tiempo sin saber de ellos, no puedo evitar preocuparme.

- ¿Has intentado llamarlos? - Sugirió Marinette aunque se sintió un poco tonta cuando vio a Alix asentir con la cabeza.

- Varias veces pero el teléfono ni siquiera timbra... pero es lo normal, Irak está en uso horario muy diferente y allá sería medianoche, además en el último mensaje que me mandaron dijeron que estarían un tiempo fuera por las excavaciones que requieren mucho trabajo de campo... aunque los estoy aburriendo con mis preocupaciones innecesarias - dijo Alix sonriéndoles aunque en sus ojos parecía que en realidad seguía algo decaída -. Me encantaría ir con ustedes a ver la exposición, sería mejor que ir sola.

- Bien - dijo Nino -. Entonces nos encontramos todos en las puertas del Louvre.

- ¿Solo los cinco? - pregunto Adrien -. ¿Y si invitamos a Chloé y Sabrina?

- Por mí no hay problema - dijo Nino.

- Por mí tampoco, pero sabes que esas cosas les aburren - dijo Alya mirando a Chloé que le mostraba a Sabrina una colección de sombras de ojos que había traído hoy -. Ya sabes, si no aparece en una revista de moda y estilo no es relevante para ninguna de las dos.

- Es cierto - dijo Adien acepto Adrien antes de que tuvieran que interrumpir su conversación la llegada del profesor.

Aquello inherente a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora