Veinticinco

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El invierno llegó pronto este año, los días habían comenzado a ponerse muy fríos pero no lo suficiente para que Marinette desistiera de ir a su cafetería favorita, a medio camino entre su casa y la casa que en el otro mundo hubiera pertenecido a los Agreste, había sido en aquel ya distante bucle de tiempo, el lugar predilecto que habían tenido Félix y ella para encontrarse una vez Hawk Moth fue derrotado.

Mientras Marinette dibujaba el bosquejo de su próxima creación, no pudo evitar pensar en que la primera vez que Félix y ella habían venido a este lugar, diferente en apariencia en aquel mundo, pero en esencia el mismo, había sido poco después de que Félix diera la voz de alarma a toda la ciudad, la gente aún seguía preguntándose cómo, habiendo tantos adultos, ese pequeño detalle del tiempo en bucle fue notado primero por un adolescente, así que cansados de tanta atención mediática, terminaron entrando al modesto café, la dueña les reconoció pero fingió no hacerlo, esa atmósfera de tranquilidad se les hizo cómoda y se convirtieron en clientes frecuentes de la cafetería; en el mundo real no les hubiera parecido tan cómoda, era un lugar frecuentado por turistas, un local grande que no ofrecía esa atmósfera de intimidad que tenía en el otro mundo, pero en honor a los recuerdos, Marinette seguía viniendo, se sentaba en la mesa que, aunque el local hubiera cambiado, le parecía que era la que Félix y ella habían ocupado siempre y se abandonaba los recuerdos, dibujaba sus bocetos mientras tomaba su café, de estar en aquella otra realidad, Félix se habría sentado frente a ella, leyendo un libro mientras la dejaba concentrarse en sus diseños, pero este no era ese mundo, que ya parecía un sueño lejano e irreal.

- ¡Eso es imposible! - recordó que le había gritado hace tiempo Cat Noir cuando le había contado sobre Hawk Moth.

- No, no lo es.

- Pero lo akumatizaron ¿Verdad? Si fuera Hawk Moth no había podido akumatizarse a sí mismo ¿No?

- Sería un distractor perfecto, te recuerdo que yo sospechaba de él, pero después de que fuera akumatizado, descarte todas mis sospechas ¿Lo recuerdas verdad?

- Pero no me dijiste cómo comenzaste a sospechar...

- Por el libro de los miraculous, Gabriel lo tiene en su poder, Adrien lo sacó de la casa y pude verlo, quien tiene ese libro debe, obligadamente, tener también los dos miraculous faltantes.

- No, no, definitivamente no, no tiene motivos para querer los miraculous.

- Claro que los tiene, revivir a su esposa.

- ¿Qué? Eso...

- Escúchame Cat, Gabriel Agreste cometió un error, pero si lo exponemos públicamente estaríamos castigando también a toda la gente cercana a él. Tengo un plan.

- Pero si es culpable lo más lógico sería que pagara que hizo ¿Verdad?

- Tienes razón, pero eso debes decidirlo tú, conseguiremos pruebas de que es Hawk Moth, pero te dejaré elegir el castigo a ti.

- ¿Por qué debería elegirlo...? - comenzó a preguntar Cat Noir, entonces sus ojos se abrieron con sorpresa -. ¡Sabes quién soy! No es justo, yo también debería saber tu identidad.

- Quizá cuando termine todo esto y sea seguro - evadió Ladybug mirando hacia otro lado.

Pero Marinette había tardado en actuar, en su intento por hacerlo todo más sencillo para su compañero de batallas espero demasiado, aunque no fue solo eso, también se concentró en ayudar a sus padres, los había extrañado tanto que quería volver a ser una niña por más tiempo, era el único consuelo que tenía a su añoranza a Félix, incluso a Adelaida, Gorila y Amelie, había compartido demasiado tiempo con esas personas, pero siempre era a Félix a quien echaba más en falta.

Aquello inherente a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora