2 MESES DESPUÉS.
— ¿Como es que una chica tan linda como tú termino en un bar como este?.— Preguntó el rubio mientras se sentaba a mi lado rápidamente.
Dejé mi trago a un lado, lo miré y hablé.
— Conozco bien a los de tu tipo risitos... No me gustan los rubios.— Terminé. Volví a darme media vuelta y terminé mi trago.
— Me gusta tu carácter princesa.. ¿de donde eres?.— Insistió.
El rubio estaba buenísimo, pero conozco a los chicos como él. Presumidos, arrogantes, egocéntricos, creen que pueden tener a cualquiera a sus pies. ¿Lo peor de todo?, es que tiene razón. Ojos claros, rubio casi oxigenado, perfectos músculos, muy marcado.. como si viviera en el gimnasio, perfecta sonrisa. Perfecto en todos los sentidos, ¿pero coqueteando?, pf, de los peores. Odio a los que no saben coquetear.
Reí.— ¿Sabías que eres muy malo en eso de coquetear?.— Pregunté.
— ¿Eso crees muñeca?.— Preguntó con la sonrisita ganadora. Agh. Este chico es la demostración perfecta de un descerebrado.
— Primero.. no nos digas muñeca.— Dije mientras meneaba la cabeza en forma de desaprovación. Él rubio estaba desconcertado, seguro no soy la primera chica que lo rechaza, no entiendo de que se sorprende...— Mucho menos princesa, dios, odiamos que nos llamen así.
— Dime como quieres que te llame, amor..— Dijo.
— Y ahí vas otra vez...— Dije. Cansada de su estupidez me di media vuelta y quedamos frente a frente.— Solo porque me da pena que siendo tan sexy seas tan malo coqueteando, te voy a dar unos consejos
El chico se sorprendió pero aún así no dijo nada para contradecirme, seguramente era bastante consciente de lo malo que es hablando con chicas, y de lo mucho que eso arruina su encanto natural.
No es como si yo debiera darle una clase de coqueteo, digo, soy muy buena en ello, excelente mas bien, pero estamos en un bar, son las once de la noche y ni siquiera estoy en mi país, pero que más da.. He estado aburrida estos últimos días, y para ser honesta estoy algo borracha en este momento, así que tomaré al rubio como mi diversión personal.
Suspiré y hablé.— Estoy segura de que vienes aquí cada noche buscando llevarte una chica a tu casa...¿a cuantas de ellas conoces?.— Dije mientras miraba a mi alrededor.
— A todas, soy de aquí.— Contestó.
— Bien, ¿y cuantas te han rechazado?
Rió.— La mayoría
— Eso, idiota, es porque siempre vienes a buscarlas aquí, ya todas saben que eres solo un mujeriego que se las llevará a la cama una noche y luego no las volverá a llamar, por eso es que te rechazan en primer lugar..
— ¿Dices que necesito ir a otro bar?.— Preguntó.
— Exacto..
— ¿Como sabes tanto?
Rodé mis ojos.— Soy mujer.
— ¿Y luego que hago?.— Preguntó. ¿Ven lo que les digo?, idiota.
— No les digas muñeca, pregúntale el nombre idiota, no nos gusta que nos traten como objetos. Y tampoco le preguntes de donde es, ni que te interesara.. pregúntale que clase de trago le gusta e invítale uno.
— Si hago eso con cada mujer que conozco me voy a volver pobre.— Los dos reímos.
— Dile que es hermosa, pero no vulgar mente, dicelo mirándola a los ojos. Jamás le mires las tetas, y por ninguna razón le toques el trasero cuando se besan. Odiamos eso. La mirada siempre en los ojos, bésala en el cuello y la tendrás a tus pies..
— ¿Algo más experta en seducción?.— Dijo con su perfecta sonrisa acercándose a mi.
— Solo una cosa más...— Dije también me acercaba a él.— Intenta que no se den cuenta que eres un idiota
Él rió y se separó.— ¿Como te llamas?.— Preguntó por primera vez. Es como si hubiera cambiado por completo, ahora parecía agradable. Estaba siguiendo mis pasos, ahora si era encantador.
— Julie .— Respondí.
— Soy Paul.— Dijo y me ofreció su mano.
Le di la mía y el la besó tiernamente. Reí.— Estas mejorando.— Dije mientras sonreía.— ¿Soy la primera que te dice su nombre?.— Pregunté.
— No, pero definitivamente eres diferente.
— Lo tomo como un alago.— Dije mientras pedía otro trago, el chico hizo lo mismo.
— Es la primera vez que te veo por aquí, ¿de donde eres?
— Estados Unidos
— Wow, ¿y que haces aquí en Inglaterra?, estas un poco lejos de casa...— Nuestros tragos llegaron.
— Diversión, al fin me liberé de mi hermano
— Por la diversión.— Dijo mientras levantaba su trago y proponía un brindis.
— Por la diversión.— Repetí con una sonrisa. Los dos bebimos
— ¿Eso de ser así de atrevida es de todas las americanas o es solo cosa tuya?
— ¿Atrevida en el buen sentido o en el malo?.— Pregunté
— En el mejor de los sentidos.— Dijo con esa enorme sonrisa blanca que tiene. Paul se volvía mejor en eso de coquetear.
— Creo que es algo en común entre las americanas..— Dije con una sonrisa picara. Tomé otro sorbo.
Su acento me encantaba, me hacía pensar en Finn...
Luego de hablar con Fran, hablé con nuestro abogado. Me dijo que era posible lo que yo quería hacer y definitivamente lo consiguió. En ese momento fue cuando mi hermano se enteró, tuvimos la pelea del año, hasta salió en la tv. Nuestra empresa es conocida en Estados Unidos, así que no me sorprende que un batallón de reporteros nos rodearan saliendo del juzgado. Me alegro bastante de haber salido del país.
Pam se enteró por las noticias lo que había pasado, le expliqué todo y casi me asesina con una pinza de cejas. Creo que prefería a los reporteros...
Después de todo el caos y los exámenes finales, las clases terminaron y las vacaciones finalmente llegaron, y con ellas mi salida del país.
Después de todo lo que pasó, él único que verdaderamente me entendió fue Finnegan, y aún así lo dejé fuera de mis planes.
Después de salir del país mi primer destino fue Miami, como lo tenía planeado, pasé las mejores tres semanas de mi vida. Playa de día, fiesta de noche. Al final parece que mi hermano no había malgastado mi parte del dinero, al contrario, la había guardado... TODO. Claro que no me la iba a dar tan facíl, la había guardado para no tener complicaciones con la empresa, bla bla bla, ahora parece que esta en apuros. Una lastima por él...
Después de Miami vino Alemania, dios, amo Alemania. Luego Italia, Francia, Holanda, España y Portugal. Quería visitar Finlandia pero Finn no me lo permitió. Él no conoce Finlandia, (uno de los pocos paises que no conoce), así que me pidió que yo tampoco lo haga, para algún día poder hacerlo juntos. Al parecer tiene bastante aprecio hacia Finlandia por las referencias hacia su nombre y todo eso.
Así que como no podía conocer Finlandia gracias a Finn, decidí venir a su lugar de orígen.. Inglaterra.
Estuvimos hablando mucho estos últimos meses, haciéndonos más unidos, mucho más que antes y por fin puedo decir que llegamos a conocernos. No completamente, pero lo suficiente para decir que lo quiero y que lo extraño.
Antes de venirme pensé en saltarme mis planes de viajar sola, he invitar a Finn para que se uniera a mi, pero luego me di cuenta de que sería muy egoísta de mi parte pedírselo, ya que él aún continúa haciendo practicas como doctor, y estoy segura de que si se lo hubiera pedido habría pospuesto las practicas hasta el siguiente año para venir conmigo.
Fran y Pam llaman todos los días. También los extraño, pero no lo suficiente como para volver... no aún. La he pasado bomba este ultimo tiempo, visitando países que es lo que siempre quise hacer, yendo a fiestas, conociendo gente, conociendo lugares, cultura... Aunque tengo que admitir que aveces me aburro un poco, como ahora. Inglaterra es lindo, pero, aparte de que llegue hace solo dos días, no es como si los británicos me agradaran... lo que ha hecho un poco difícil eso de hacer amigos.
— Bueno, chica ruda...— Dijo el rubio sacándome de mis pensamientos.— Quiero verte en acción
— ¿Qué?.— Pregunté desconcertada. ¿Acaso me esta insinuando que quiere acostarse conmigo?. Pedazo de idiota, ¡lo voy a hacer tragarse sus propias pelotas!
— Claro, tantos trucos para seducir y no te veo seduciendo a nadie..— Me tranquilicé. ¿Acaso quiere ser mi amigo ahora?, pensé que estaba coqueteando conmigo hace unos minutos.
Creo que prefiería la isinuación al sexo...
Hombres.. ¿quien los entiende?.
— Bien..— Dije rendida. No tengo nada que perder y me gustan esta clases de juegos.— ¿A quien quieres que seduzca?.— Pregunté.
— Mmmm, déjame ver.— Dijo mientras miraba a su alrededor.— Al castaño de allá...
— ¿Cual?.— Dije dándome media vuelta.
— Él que esta sentado de espaldas, con remera negra...
Él chico parecía apuesto, ¿por qué no?. Este era el fin de mi viaje, divertirme.
— Okay, ¿que apostamos a que consigo su número?
— Más bien que él consiga el tuyo..
— Agh, no seas machista por favor... odio a los machistas.
— Okay, ¿Que tal una botella de vodka?.— Preguntó.
— Me parece bien.— Dije sonriente.
— Que tengas suerte..— Dijo sonriendo también. Terminé mi trago y me lancé en busca de mi presa.
Atravecé un par de asientos y me fuí acercando a él. Al parecer haber traído tacones y ropa ajustada había sido una buena idea. Con la sensualidad que Fran decía me caracterizaba, y el alcohol haciendo efecto en mi, no había nada que pudiera salir mal, el chico sería mio. Había ganado la guerra antes de siquiera haberla declarado.
Cuando estuve mas cerca de él noté que su espalda era bastante parecida a la de Finn, la figura, la postura... si no estuviera borracha diría que es Finn. Pero eso es imposible, hablamos antes de que viniera para el bar, él estaba en EE.UU.
Extrañada y ahora mas que intrigada me senté al lado del chico. Su perfil era exactamente igual al de Finnegan. Me quedé pasmada, ¿Finn?, ¿que hace el ahí?, ¡esto es imposible!, jamás podría haber llegado antes que yo al bar, ¡él esta cruzando el mar!, ¡en el otro hemisferio!, ¡en otro continente!, ¡¡del otro lado del mundo!!.
Estaba en shock, no podía ser Finn, pero era él. ¿Había venido a sorprenderme?, porqué estoy bastante sorprendida.
— Hola.— Dijo Finn con una sonrisa de oreja a oreja. Yo seguía sin poder creerlo. Mi cara seguramente era un poema. Era él.
— ¿Finnegan?.— Dije sin poder créelo aún. No me malinterpreten, estaba contenta, muy contenta, pero aún así muy sorprendida a la vez.
Finn rió. ¿Por qué no me esta abrazando?, yo me muero por hacerlo pero estoy inmóvil por la sorpresa.
— No, me debes estar confundiendo.. mi nombre es Jackson.
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Casada con Finn Harries [EDITANDO 2021]
FanfictionNo voy a mentir, el chico era super sexy. Y admito que siempre hice lo que mi hermano me pedía, pero esto.. esto es absurdo. - Será solo por un año .- Dijo muy tranquilo, como si un año se pasara tan rápido como un abrir y cerrar de ojos.- Cuando el...