Kim SeokJin

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Luego de haberme pasado todo el camino de la casa a la escuela escuchando la música irritante de Jungkook, llegamos al colegio a un tiempo aceptable, para que después de haber entrado al estacionamiento, Kookie Simio Jeon aparcara su auto en su "lugar privado". Pero qué chico tan creído era.

                         
Cogí mi mochila, la puse sobre mis piernas y me puse pensar: tenía hambre. Bastante. Joder, esto me pasaba por no desayunar. Pero para qué mentir... El desayuno que me había ofrecido la madre de Jungkook parecía vómito de... de... de rana. Sinceramente asqueroso.

                         
Mi estómago rugió por el hambre y volteé para ver si Jungkook había escuchado el rugido de león provocado por mi falta de comida. Pero no. Sólo estaba ahí, lamentándose en silencio mientras golpeaba su cabeza contra el manubrio del auto.

                         
Eso era masoquismo.

                         
Rodé los ojos al ver el infantil comportamiento de Jungkook, y, como si estuviera leyendo su mente, comprendí que estaba así por el hecho de no saber qué decirle a sus amigos. Eso y que susurraba para sí mismo: "mi popularidad, ¡noooo!". Y lo entendía. Claro, que alguien se enterara de que Jungkook el asombroso Jeon había estado en el mismo auto que YoonGi el nerd Min debía de ser humillante para él.

                         
Suspiré y pensando en un tiempo récord una buena excusa para que le dijera a los demás, le di la respuesta a sus problemas.

                         
—Tu mamá te pidió que me llevaras, si no lo hacías te castigaría. Te lo pidió por asuntos personales. Conozco a tu madre porque mi madre era amiga de ella en la universidad. Las demás preguntas que te hagan... no sabes las respuestas —dije fríamente haciéndolo quedar sorprendido y... sorprendiéndome a mí a la vez.

                         
Joder, sí que era astuto.

                         
Me aplaudí mentalmente y luego, viendo el asombrado rostro de Jungkook  , le dije cortantemente:

                         
—No hablamos en la escuela por nada del mundo, ¿no? — y dicho esto de mi parte, escuchándome terriblemente pesado, salí de su auto cerrando la puerta con un fuerte portazo.

                         
Y ese era Min YoonGi, damas y caballeros.

                         
Entré por las grandes puertas principales de la escuela y me encontré con la famosa Kim Jisoo,la chica más egocéntrica de toda la escuela. Pensando que me ignoraría como solía hacer la mayoría del tiempo, si es que no estaba ocupada insultándome, seguí de largo hasta mi salón.

                         
Pero no fue como lo había pensado.

                         
Al pasar a su lado, sentí claramente la zancadilla de parte suya en mi tobillo, haciéndome tropezar ridículamente a la vez que mi mochila caía al suelo.

Maldita estúpida. Cuánto odiaba que me hicieran esto.

                         
Me levanté con dificultad y cogí mi mochila bruscamente antes de dirigir mi mirada hacia la castaña.

                         
—¿Qué? —dijo ella inocentemente—. Deberías tener más cuidado —comentó haciéndolo ver como un simple consejo del momento y siguió charlando con sus dos perras falderas.

                         
Me sentía venenoso insultando mentalmente a esas chicas, pero sinceramente ese día no estaba de humor. No desde que me había enterado de que tendría que pasar dos semanas y media con un simio retrasado.

viviendo con el nerd (kookgi) Adap.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora