Aquí recopilaré las ideas sueltas que se me vengan a la cabeza cuando esté en modo fanboy con estos actores tan guapos que nos hacen fantasear 🤤
Serán casi todas sobre los actores, no sobre los personajes (Mew y Gulf, no Tharn y Type).
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Recuerden:...
Aunque hubieran querido ocultarlo, ya no podrían hacerlo.
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Bebé crecía a buen ritmo. Aunque aún no se movía, Gulf se pasaba el día entero con la mano en el vientre, sonriendo sin darse cuenta. A P'Mild le hacía gracia cuando, en medio de cualquier conversación, de pronto Gulf se ponía a sonreír de la nada. "Ya está pensando en el garbancito" bromeaba.
Pero si Gulf estaba contento, Mew estaba exultante. Las hormonas de omega embarazado de su pareja habían disparado sus instintos protectores hasta límites absurdos. En la antigüedad puede que fuera útil que tu pareja estuviera más predispuesta a protegerte contra los peligros del mundo hostil en un momento tan vulnerable.
Hoy en día, no. Que Mew insistiera en llevarlo y traerlo cuando no compartían agenda era un fastidio, porque retrasaba la suya propia.
Que le gruñera a cualquiera que mostrara la más mínima agresividad en presencia de Gulf era vergonzoso. Como cuando le gruñó al director de la sesión de fotos porque se puso a discutir por teléfono con un miembro de su equipo. Su sobre-excitado cerebro de alfa sólo registró el tono de voz y antes de que Gulf pudiera agarrarlo, ya le había gruñido con ferocidad. Al pobre director, que era beta, la amenaza de un alfa tan poderoso casi le hace temblar.
Mew tampoco lo perfumaba como antes. Ya no sentía la necesidad de que oliera a él "para que se sepa que ya tiene alfa". No hacía falta porque ya olía a embarazado él solo, y con eso bastaba (Mew no sabía que un Gulf avergonzado entraba en el baño después de que él se duchara para frotarse con su toalla usada como un gatito necesitado).
Mew era un alfa poderoso, distinguía sus feromonas más fácilmente. Pero también le afectaban más. Y si un alfa cualquiera ya se siente protector, Mew lo llevó más allá.
Gulf regresaba de su sesión de tarde y encontró el salón revuelto: el sofá girado, los cojines desaparecidos, el sillón sin la funda. Por un instante creyó que les habían robado, hasta que oyó el gruñido de frustración de su pareja desde el dormitorio.
Nasa más asomarse a la puerta, comprendió qué había pasado. Aunque jamás se lo hubiera imaginado.
Mew estaba intentando hacer un nido.
Los omegas hacen un nido cuando les llega su celo o cuando están a punto de dar a luz. Es muy personal puesto que su función principal es hacerlo sentirse cómodo y seguro. Involucra cosas suaves, generalmente muchas mantas, cojines, almohadas o incluso peluches. Algunos omegas usan prendas de ropa de sus seres queridos, los olores familiares los tranquilizan.
Es algo que se hace por instinto, ningún omega le enseña a otro como hacerse un nido. Los hay que se encierran en el armario con 7 mantas y los hay que arrastran el colchón a la sala y la llenan de cojines y camisetas usadas.
Mew, como buen alfa, carecía de ese instinto. Lo que estaba haciendo es imitar los nidos que había visto hacerse a Gulf cuando entraba en celo.
Desde el quicio de la puerta, aún mudo de asombro, Gulf vio su cama de matrimonio con las sillas del comedor a ambos lados, la funda del sillón sobre ellas, los cojines del sofá haciendo de muralla... todo mal, claro. Gulf seguía su instinto e inconscientemente sabía qué poner, en qué posición y porqué. Mew tiraba de memoria. No sabía que Gulf ponía la funda al revés para sentir la textura de dentro o que los cojines no iban en orden de mayor a menor sino del que más oliera a él, al que menos.
Pero lo estaba intentando. Los alfas no hacen nidos. Y ahí estaba su precioso compañero, rompiendo el tópico.
- Daddy, ¿qué haces?
Mew se giró hacia él con expresión de angustia:
- ¡No sé cómo poner las almohadas! En cada celo las colocas de una manera...
Gulf sonríe enternecido. Su alfa es adorable como un cachorrito.
- ¿Porqué quieres hacer un nido? -le pregunta con cautela. No quiere herir sus sentimientos.
Mew deja caer la almohada al piso y suspira hondo cubriéndose la cara con las manos.
- Es para el bebé -musita en bajo- tengo que proteger al bebé. No puedo pensar en otra cosa. Estoy nervioso porque no estoy ayudando a protegerlo y eso me angustia.
- Pero daddy, si tú...
- ¡Tú haces nidos para sentirte seguro! -le interrumpe Mew- ¿No es eso lo que se dice siempre de los omegas? Pensé que el bebé se sentiría a salvo si le hacía un nido...
Gulf avanza hacia él sin dejar de sonreír. Le coge la mano con suavidad y tira de él para que se siente a su lado en la cama.
- Primero quiero darte las gracias -Gulf habla mientras le acaricia las venas prominentes de la mano. Sin mirar es más fácil ponerse ñoño- los nidos son cosa de omegas. Es como pedirle a un pez que aprenda a volar. Pero tú lo intentaste por él, por nosotros. Eres el mejor alfa del mundo.
- Pero... -se queja él-
- Y en segundo lugar -sube la voz para no dejarle interrumpir- el bebé ya está bien protegido. Estás nervioso porque mis feromonas te alteran, pero el obstetra ya nos dijo que antes del tercer trimestre te acostumbrarás. Intenta pensar en eso.
Mew entierra el rostro en el hueco de su cuello y le roza con la nariz, tranquilizándose.
- Si te pasa otra vez y las ganas de protegerlo te saturan, háblame. Buscaremos una manera de que sientas que me proteges sin necesidad de poner la casa patas arriba...
Mew resopla divertido aún oculto en su cuello.
- Lo siento por el desorden -se disculpa con una sonrisa- me dejé llevar.
Gulf le aparta de su cuello para mirarlo a los ojos:
- ¿Qué tal si recoges todo esto y yo mientras me doy una ducha? -le sugiere Gulf- Puedes darme un masaje con el aceite hidratante después. Eso ayudaría al bebé.
- ¿Al bebé o a ti? -le pregunta Mew arqueando las cejas-
- Hasta que nazca, es lo mismo -le responde Gulf con picardía.
- Qué morro tienes -Mew suelta una risita y le besa rápidamente en los labios- está bien, ve a ducharte.
Gulf se levanta de la cama y camina hasta el baño. Su Pi es el alfa más tontorrón y sensible del mundo. ¡Se echó a llorar cuando Gulf le pidió que fuera su novio! El pobre no se había atrevido a cortejarlo por miedo a que lo rechazaran por segunda vez.
Y luego dicen de los omegas... piensa Gulf con diversión mientras acaricia el bulto de su vientre.
Espero que te parezcas a él, bebé. Créeme, ese padre el mejor legado que te he podido puedo dar.
