Malos entendidos y Confesiones.

818 47 39
                                    

Termino de sacar el shampoo en su cabello mientras sentía al rubio afanar con algo en la cocina mientras rogaba que no le fuera a quemar o romper nada, terminado su baño corrió a su habitación para vestirse optando por unas mallas negras y una camiseta negra con el cuello lleno de agujeros por mucho hizo y su cabello recién lavado recién peinado.

-Disculpa las fachas pero de todos modos no esperaba visitas- se excusó cuando apareció en la cocina dejándose inundar la nariz con el rico olor – ¿Qué haces?

-Omelett con cebollín y pan tostado, fue lo único que encontré –le sirvió un plato y con el kétchup había hecho una cara sonriente –No te preocupes por las fachas, te sigues viendo linda y además yo soy el intruso- de pronto se alteró- Por cierto juro que no vi nada- se refería a su previa desnudez.

-No es como que haya mucho que ver –se sonrojo- Pero gracias por tener la precaución de no mirar, en fin...

-Estaba preocupado porque jamás llamaste.

-Ya te explique lo que paso, pero ya me vez estoy sana y salva y la maleta ya está lista- comenzó a saborear la preparación del rubio encontrando mucho sazón en un plato tan simple, estaba realmente rico- ¿Cómo te fue anoche con Mimi?

-Bien, estuvimos hablando hasta la madrugada, es como si el tiempo no pasara cuando converso con ella, sabe perfectamente que decirme es como una conexión ¿No?- entonces a Jirou se le empezó atragantar el Omelett en la tráquea del disgusto –En verdad siento que es mi chica ideal.

-Te lo dije y ayer estabas lloriqueando porque íbamos a tener que alejarnos un poco, solo es cosa de costumbre, Kaminari –esa sensación pesada en su pecho nuevamente- Yo creo que tuviste pánico a verte "solo" después que terminaras esta relación falsa pero estoy segura que estarás bien.

-Pero aun así quiero completar los tres meses, tengo que hacerme a la idea de que las cosas cambiaran, estuve pensando en eso anoche y no puedo ser egoísta, debo darte la libertad de que conozcas a un chico que piense que eres su chica ideal también.

-Que considerado- ese eres tu tarado, pensó la peli morada mientras terminaba su plato –Yo de hecho ahora iba a salir, iba a casa de Momo.

-Entiendo, entonces no te molesto más y nos vemos a la vuelta de tu viaje, cuídate mucho.

-Claro que sí.

Paso toda la tarde en casa de Momo llorando por ser tan ilusa al tener la esperanza que mágicamente Kaminari se diera cuenta que ella era la mujer de sus sueños, se regañaba así mismo diciéndose que esto no era una película de Disney, ni un libro en el cual los finales eran felices, claramente el destino no había planeado en ningún momento que ella con Denki estuvieran juntos; a Momo no le quedo de otra que consolarla y tratar de aconsejarla en todo lo que estuviera en sus manos, hablaron sobre el viaje y lo que la peli morada esperaba de este pues hace mucho que no visitaba a sus abuelos en Osaka, la celebración daría lugar en un lujoso hotel y pasarían la noche allí mismo.

Un par de días después.

-¡Chicooooooos!- llego hablando, más bien chillando una chica de cabello turquesa muy contenta- ¿Ya vieron?

-¿Qué cosa?- preguntaron Bakugo y Kirishima al mismo tiempo.

-Nuestra agencia figura como una de las mejores en la actualidad.

-Perdón ¿Nuestra? no tenía idea que eras dueña de alguna mierda, si es así ¿Porque no haces práctica en una agencia que sea de tu propiedad? –era evidente que Bakugo no la soportaba.

-No seas así de malo ¿Que te ha hecho la pobre? -salió Kaminari a defenderla- Solo está emocionada por nosotros, es todo.

-Así es- la chica hizo cara de cachorro –Gracias Denki –lo abrazo del rubio.

LoveFool.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora