6. Instinto de Omega [타오리스 ]

CUATRO

KRIS
YIFAN
UN LOBO PERDIDO

La piel de su mejilla escoció justo en el mismo momento en el que el sonido de un golpe reverberó en el aire.

El impacto fue tan fuerte que su rostro se volteó sin poder evitarlo. Como acto reflejo, llevó su mano a la zona afectada y sus ojos oscuros conectarnos con aquellos orbes enfurecidos y sádicos que lo veían con odio.

— ¡Eres un idiota! ¡Un inútil de mierda! ¡Te advertí que me trajeras a ese demonio y tú regresas sin nada! — del cuello resaltaban las venas. Su rostro rojo del esfuerzo al gritarle se veía grotesco.

Tao se sentía enfermó.

— ¡Ya te dije que no pude llevármelo! — gritó desesperado.

— Te lo advertí... Ahora esa manada de animales sufrirá las consecuencias de tu ineptitud. — el tono mortal de aquella amenaza le heló la sangre.

ZhouMi era capaz de todo con tal de conseguir lo que quería y de una forma u otra tenía que evitar una tragedia.

— ¡Estás loco si piensas que podrás salir de ahí con vida! ¡Ningún tipo de magia va a evitar que salgas de esa manada sin las bolas en la garganta! ¿O ya se te olvidó lo que le pasó a nuestro padre? — por primera vez en todo lo que llevaban discutiendo vio la razón en los ojos de su hermano mayor y una llamarada de esperanza creció en su pecho.

Hubo un silencio sepulcral.

— Te doy un mes, Tao. Si ese chico no está frente a mí antes de la primera nevada del año, te juro que jamás habrás visto un río de sangre como en el que se convertirá DaeWang. — un nudo de amargura se le formó en la base del estómago que lo dejo con una amarga sensación.

Todo se estaban volviendo una mierda sin salida y en sus manos estaba evitar que cientos de inocentes murieran bajo el yugo de su desquiciado hermano.

Y ese era el principal problema.

🍁🍁🍁

— Sigue pareciéndome una locura el que estés esperando un bebé. Solo ruego al cielo que no salga como ese lobo pulgoso de JongDae. —

Ya era tarde. Se encontraba en su primera visita a DaeWang con el objetivo de ganarse la confianza de todos los custodios de YiXing y lograr que los dejarán a solas para cumplir con los caprichos del desquiciado de su hermano. Lo único que tenía que hacer era pretender trabajar con la mente del pobre chico y esperar hasta que fuera el momento justo.

Por ahora sabía que ningún de esos cambia forma lo dejarían solo hasta que confiaran ciegamente en él, por ende, solo le queda esperar y rogarle a todos los Dioses que en algún momento se descuidaran para teletransportarse lo suficientemente lejos como para que no le siguieran el rastro.

Caminando a la par de MinSeok hasta la cabaña donde vivía YiXing, parecía ser una larga travesía con los ojos de cada aldeano sobre su persona, sin embargo, intentó ignorarlo.

— Si bueno, no es como si hubiera estado en mis planes. Aun así, no sabes la alegría inexplicable que embarga mi corazón al saber que tengo a un pequeño ser creciendo dentro de mí. — para darle un énfasis a sus cariñosas palabras, MinSeok acarició su aún plano vientre con una cálida emoción desbordante en sus ojos azules.

La pequeña sonrisita burlona que se dibujó en sus labios paso desapercibida por el pequeño Omega.

— Claro. Apuesto a que esa alegría llego después de perder la cabeza y de que tu tonto Alfa te jodiera hasta los sesos en medio del bosque ¿me equivoco? —