forty four.

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- ¡Zayn! ¡Llegarás tarde al trabajo, vamos, arriba!

No tenía ni la más mínima gana de levantarme, tomé las cobijas y me tape hasta la cabeza.

El sonido de la puerta abriéndose me hizo saber que mí hermana se encontraba dentro, respire hondo, ya que sabía lo que se venía.

Segundos después el aire me faltó por el peso de Doniya encima mío, bufé y me destape, ella me observaba con una sonrisa maliciosa.

- ¿Por qué siempre debes hacer eso? - me queje.

- vamos, enojon, levanta tu huesudo trasero de la cama.

- no quiero.

- vamos, Zayn, sabes que te lo estoy pidiendo por las buenas, no querrás que use la fuerza contigo. - advirtió.

- uh.. como si pudieras hacer algo al respecto. - desafie.

Ella levantó una ceja mirándome incrédula hasta que se levantó y se puso al final de la cama.

Solté una risita infantil para luego agarrarme del respaldo de la cama, Doniya me tomo de los tobillos y comenzó a estirarme como en esa película de viernes de locos.

- vamos, Javadd.. - dijo haciendo fuerza en su voz. - no hagas esto más difícil.

- sacame si puedes. - dije burlón

- v-vamos... - estiró un poco más fuerte hasta que se safo y callo de nalgas al suelo.

Mí risa se habrá escuchado en toda la cuadra. Aprete mí estómago mientras me retorcía, eso había sido mucho para mí.

Se levantó sobándose el trasero mientras me miraba de manera acusadora.

- eres un maldito - hizo puchero - deja de reirte de mis desgracias, Malik.

- l-lo siento.. - dije mientras limpiaba las lágrimas que se habían escapado. - eso fue lo más gracioso que he visto en mí vida.

- ¿Oh, quieres reírte con ganas? - dijo para luego tomar uno de los pies y comenzar a hacerme cosquillas.

Comencé a reírme peor y a retorcerme.

- n-no.. p-para.. - decía como podía entre risas - Doniya... S-sueltame..

- ¿Lo ves? Ahora sí te estar riendo con ganas

- y-ya.. ya.. basta..

- okay.. - soltó mí pie. - solo te dejo porque debemos ir al trabajo. Que sea la dueña no quiere decir que pueda abrir cuando quiera.

- pues, eso es exactamente lo que puedes hacer.

- bueno, ya, no lo haré. Vamos. Tu desayuno está esperando por ti, ve a ducharte.

Unos ladridos se oyeron detrás de la puerta, Boris estaba pidiendo por entrar.

- oh oh, creo que no le haz dado de comer a alguien.

- si lo he hecho.

- Boris dice que no.

- ya ya, okay, ahora iré a darle. Buenos días, hermanito. - sonrió y beso mí frente.

- buenos días, Doni. Bajaré en unos momentos.

Asintió y se fue. Me estire y salí de la cama. Dirigiéndome hacia el baño.

Luego de veinte minutos ya estaba colocandome la ropa, nada formal, unos simples jeans negros algo rasgados, una camiseta blanca, mis zapatillas puma y una sudadera amarilla que me había traído de Liam. Al menos podía conservar algo suyo.

Oh Liam, si tan solo supieras cuánto te extraño.

Tomé mí teléfono y prendí la pantalla. Busque a mamá entre mis contactos, específicamente me había pedido que la llamara cada día, aunque los horarios no sean los mismos, como eran las 7:30 aquí, en UK ya eran las 12:30. Si no le llamaba un día, luego tendría que soportar las quejas de la mujer y no tenía pensado hacerlo.

La relación que habíamos recuperado con mí madre había sido de lo mejor.

Ella fue quien me sostuvo cuando caí.

Vladimir no había tenido problema en dejarme hospedar en la casa, no luego de la advertencia que le había dado y aunque no había ningún tipo de relación, podíamos soportarnos bajo el mismo techo.

En fin, marque a mamá para desearle un buen día y para qué me tenga actualizado de como andaban las cosas por allí.

- hola, cariño, buenos días.
- buenos días, madre, ¿Cómo estás?
- muy bien, ¿Tú, mí niño?
- pues no me quejo.
- oh, zaynie, te extraño tanto. Aún no puedo creer que estés tan lejos de mí.
- ya lo hemos discutido madre.
- lo sé, bebé. Pero aún así, duele. Nuestra relación está mejor que nunca y me duele tenerte tan lejos.
- no puedo volver, no aún, lo sabes, pero en cuanto esté listo para hacerlo, lo haré.
- lo sé, amor. Waliyha y safaa han estado tristes desde que te haz ido.
- mamá, solo pasó un mes.
- bueno, ya no me hagas caso, dime, ¿Cómo están las cosas por allá? ¿Doni?
- muy bien, estamos por ir a trabajar ya.
- dale mis saludos a tu hermana y dile que la amo.
- se lo diré, mamá, te llamaré mañana.
- oh, espera.. Louis ha estado por aquí ayer.
- ¿Lou? ¿Que fue a hacer?
- uhm.. vinieron en busca de Josh.
- ¿Vinieron?
- Liam estuvo con él, Zayn.

Okay, eso no me lo esperaba. ¿Para que habían ido Louis y Liam a mí casa a buscar a Josh? Bueno, tendría que llamar a Louis y que me lo explique.

- uh.. que raro.
- si, pero bueno, tal vez te enteres luego.
- si, tal vez, bueno madre, debo irme, cuídate, te amo.
- te amo mucho más, cielo, hasta mañana.

Colgué y salí de la habitación, fui hasta la cocina y al ir mirando el teléfono no me percate de la presencia del gran perro que no dudó en alabanzarse hacia mí haciendo que pierda el equilibrio y caiga de culo hacia atrás y mí hermana rompa en una carcajada.

- ¡Boris!

Regañe pero el perro hizo caso omiso y empezó a lamer mí rostro.

- Javadd.. eso sí que fue lo más gracioso que he visto. - se burló mí hermana.

- perro tonto. Ya basta, deja de lamerme. - lo quité y me paré.

- oh pobre bebé, se ha enojado.

- ya, cállate, deja de burlarte tu.

- okay, okay, malhumorado, ten, tu café esta listo.

Desayunamos y hablamos de cosas triviales hasta que se hizo la hora de ir a la biblioteca, era hermosa, para mí, era el mejor lugar del mundo.

Hoy llegaban más libros por lo que debía encargarme de controlar todo y luego acomodar cada uno en su sector correspondiente.

- buenos días, Zayn. - una ya conocida voz se escucho a mis espaldas.

- buenos días, Chad. - saludé con una sonrisa. El chico la devolvió al instante, era alto, cabello castaño, ojos claros y la verdad era muy atractivo.

- ¿Cómo te encuentras hoy, Huh?

- podría estar mejor - me encogi de hombros - ¿Tú?

- muy bien, uh.. - rascó su nuca. - yo.. bueno, quería saber.. no es... Bueno.. uhm.. - el chico comenzó a balbucear nervioso. - bueno.. estaba pensando que tal vez.. obvio si tú quieres.. uh.. salir a almorzar conmigo hoy.. solo si quieres, no es obligación, no..

- si ¿Por qué no? - respondí y me miró sorprendido.

- ¿En serio? - sus ojos se achinaron al sonreír. - eso es genial.

- si, uh.. es bueno no quedarme a comer solo aquí.

- bueno, ¿Vengo por ti a las 12?

- claro.

- genial, bueno, te veo luego, adiós, Zayn.

- adiós, Chad.

Sabía que el chico no estaba invitándome solo por querer entablar una amistad conmigo.
Pero tampoco vendría mal conversar con alguien más que no sea Doniya.

There ain't nothing common about us. (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora