II

1.7K 182 6
                                    

Capítulo II: El campo de rosas

' Los corazones son frágiles. Y creo que incluso cuando te recuperas, nunca eres lo que eres antes'

Anónimo

___

Sentada en su sillón veía a ese peculiar chico comer las galletas de Lily, era extraño, el chico no la llenaba de halagos, tampoco la miraba con compasión o intentaba llenarla de preguntas sobre su vida o sacar un tema de conversación, aquel chico que ahora era de su misma estatura la miraba con algo de curiosidad, verdadera curiosidad, no parecía buscar nada a cambio, ni parecía venir a pedir un favor, era extraño, pero cómodo a la vez.

- Mh, linda habitación - habló algo incomodo pero curioso, se sorprendió un poco por el halago, no a ella, si no a su habitación, pero asintió indiferente.

Por otro lado el mago aunque parecía solamente estar comiendo la inspeccionaba minuciosamente, veía sus reacciones con sus palabras, y como pensó, ella parecía que detrás de esa fachada de indiferencia todavía guardaba sentimientos, como sorpresa, curiosidad y miedo, pero aún no había visto indicios de tristeza, enojo y alegría, las tres emociones mas importantes de un humano, ella parecía carecer de ellas. Pero el lo sabía, sabía que aún estaban esas emociones allí, ocultas, inconscientes, pero estaban.

Por lo que hoy intentaría hacer que al menos se pusiera un poco enojada o feliz, no quería que experimentara tristeza, ni ahora ni en mucho tiempo, y menos a causa de el, quería ver enojo o felicidad.

Con ese plan en mente se puso en acción.

- Mh, que te gusta hacer? - pregunto dejando el pote de galletas a un lado, por mas que quería seguir comiendo tenía que seguir su plan. 

- No mucho, leer y pasear por el jardín supongo - murmuro indiferente, aunque pudo notar cierto brillo cuando desvió la mirada a la ventana que dirigía al jardín.

- ... - el mago se quedo pensando, la rubia no parecía mentir, así que decidió seguir - tienes a algún lugar al que quisieras ir? - pregunto, la mirada de la de orbes gemas se clavo en el 

- No, pero... - callo intentando pensar si era mejor seguir o callar - me gustaría ir al pueblo, Lily me conto que hay un enorme campo de rosas, y me gustaría ir a ver, también me gustaría ir a probar el té de Lippe, Lily me dijo que era delicioso, oh, y también conocer un ambiente nuevo, aquí es algo aburrido - explico, sus ojos brillaron con anhelo, Lucas noto eso y sonrió, "así que hasta tu tienes deseos" pensó algo aliviado, los deseos cuando se cumplen traen alegría, hasta una muñeca sin sentimientos como ella debería experimentarlo

- Mhh interesante, y si cumplimos sus deseos princesa? - una sonrisa juguetona asomo sus labios, a la de ojos muertos le recorrió un escalofrío, algo le decía que ese joven estaba tramando algo. El azabache se levanto de su sillón y le extendió su mano a la de hebras amarillas - Tu solo confía, te prometo que no es nada malo! - su voz era algo emocionada, quien lo culpaba?, se moría de ganas para ver alguna expresión en ese rostro tan aburrido y muerto. Athanasia se quedo algo dudosa, su mente le decía a gritos que no era alguien de confianza y que no sabía de que era capaz o no, pero, esa parte en la que aún guardaba sus emociones mas profundas y horribles como inseguridad, felicidad, tristeza, enojo y un horrible y abismal miedo le decía que por una vez en esos últimos cuatro años le hiciera caso a sus emociones, que vaya con el. 

Suspiro, sabía que se arrepentía, y decidió que le daría una oportunidad, que depositaría un poco de confianza en el, y que si se equivocaba, no volvería a confiar en nadie.

- Bien, acepto - tomo la mano y el mago con una sonrisa llena de felicidad chasqueo los dedos. Ella cerro los ojos con algo de nerviosismo y miedo, y si al final el le hacía algo malo? esperaba que no. 

- Abre los ojos que si no, como vas a ver las rosas que tanto querías ver? - La voz de su 'amigo' sonaba tranquila y emocionada, dos emociones que eran raras ver juntas ya que eran completamente opuestas pero que ese chico podía juntarlas como si nada. Abrió los ojos curiosa y se quedo atónita, frente a ella miles de rosas se veían, esplendidas y hermosas, parecían haber sido cuidadas con mucha atención ya que jamás había visto unas rosas tan hermosas y en su máximo punto.

- C-Como? pero si estábamos en mi habitación hace un minuto... - y recién cayo en cuenta de que el chico parado al lado suyo era un mago, un mago que como muchos otros podían teletransportarse de un lugar a otro si así lo quería.

Pero olvido eso cuando vio esas hermosas rosas alrededor de ella, sus ojos brillaron con felicidad, era la primera vez que veía rosas tan esplendidas, ni en su jardín se podían encontrar rosas así, era hermoso, sus ojos se aguaron un poco pero no soltó ni una lagrima, su rostro mostraba alegría extrema, pero no sonrió, no se lo permitió.

Sin embargo para Lucas ver ese brillo en sus ojos por al menos unos treinta minutos mientras la rubia veía las rosas con gran emoción fue suficiente para el, ver el brillo de vida y felicidad por mas tiempo (y por primera vez) le bastaba... por ahora

Ya se daría la meta de hacerla sonreír, pero sabía que eso iba a ser difícil, así que por ahora solo intentaría despertar sus emociones y ganarse su confianza, sin duda era interesante ver a una princesa sin sentimientos mostrarlos, y mas si era por su causa.

- Lucas - su voz lo llamo, este la miro con atención - Gracias - el ojirubí juro que vio por solo un segundo una ligera sonrisa aparecer para que esta se volteara y siguiera viendo las rosas, el de orbes rojos se emociono aún mas, había sonreído! o eso creía, no lo contaría, así que la misión de despertar los sentimientos de esa muñeca seguiría en pie, luego vería como hacerla sonreír.

Sonrió emocionado, el tiempo con ella sin duda sería interesante y divertido.

Ya que sin duda, ser el amigo de una muñeca de Cristal no era una experiencia que se podía vivir todos los días

Muñeca de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora