XVIII

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Capítulo XVIII: El traidor 

'Ten cuidado en quien confías, el diablo antes de ser diablo fue ángel, Judas antes de ser traidor fue discípulo'

Anónimo

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Suspiro mientras miraba el techo, no tenía nada que hacer, hace unas dos horas había ido de la habitación de Athanasia para asegurarse de que estuviera bien, pero al ver que estaba a salvo se quedo algunas horas y se fue luego hizo un poco de papeleo que tenía amontonado en la esquina de su escritorio.

Pero ahora estaba aburrido, no tenía ganas de dormir, tampoco es que pudiera, por alguna extraña razón tenía insomnio, cosa que casi nunca le pasaba.

- Que aburrido - murmuro refunfuñando, pensó en todo lo que estaba pasando esos días, la cucaracha, el perro junior, la chica de lirios, el bastardo real, el perro faldero Alfierce y la zorra de Rosalía oh! y como olvidar la irritante vocecita que revoloteaba en su cabeza desde la fiesta, susurrándole sobre que tuviera cuidado y quien confiar y en quien no, y baya sorpresa se llevo al ver que nadie era de confiar, o casi nadie.

- Ugh - murmuro cansado, demasiadas cosas de las que ocuparse, el emperador era una preocupación menos ya que parecía estar encariñándose con su amiga, sin embargo no se confiaría tanto.

Casa Alfierce

Susurro la voz

Ve a la casa Alfierce

Abrió los ojos algo interesado en la propuesta de su voz, si mal no recordaba la cucaracha de esa tal Zenith estaría ahí, no tenía nada que perder.

- Bien, vamos - susurro mientras se levantaba y chasqueaba los dedos, de un momento a otro estaba en el pasillo de la casa Alfierce. Miro a ambos lados y chasqueo los dedos para hacerse invisible. Suspiro aliviado al ver que era así. - Bien, en marcha - comenzó a caminar intentando buscar algo 'sospechoso' o que lo hiciera enojar para llevárselo o destruirlo.

- Quien esta ahí? - una suave voz lo llamo, el azabache volteó y observo a un tembloroso albino acercarse a donde estaba el - quien eres? - pregunto mientras lo miraba curioso y asustado, el ojirubí se sorprendió, podía verlo? pero si era invisible!

- Como puedes verme? - musito sorprendido 

- Ah! hay alguien ahí! - chillo sorprendido - Oh! pensé que era mi imaginación de nuevo! - soltó asustado y aliviado

- He? - ahora estaba mas confundido, lo veía o no lo veía? que se decida de una buena vez! - me ves o no me ves? - pregunto irritado

- Eh... solo veo una llama roja con toques negros y violáceos - murmuro - eres una llama? - preguntó asustado

- Puedes ver el aura? pero si lo oculte bien! - estaba cada vez mas sorprendido, al parecer el perro junior era susceptible a la magia. - Vaya quien lo diría cachorro, eres un caso realmente interesante - rio un poco mientras se mostraba, no servía de nada ser invisible frente a el

- Oh dios! eres el mago que estaba en la fiesta junto a la princesa! - exclamo sorprendido 

- El mismo, ahora vete y haz que no viste nada o te borrare la memoria - su amenaza poco sirvió al parecer ya que el albino solo rio un poco.

- No diré nada, pero puedo saber para que vienes? - pregunto curioso, el mago lo observo, no mentía, su aura estaba relajada y no mostraba pizca de mentira. No perdía nada diciéndole la verdad, además le borraría la memoria de todos modos si intentaba decir algo

Muñeca de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora