Muñeca de Cristal

XX

Capítulo XX: El despertar.

'Hasta el alma mas buena puede oscurecerse'

Anónimo

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Abrió los ojos y se encontró en un lugar completamente oscuro, su cuerpo le dolía, su garganta estaba seca, no tenía fuerzas para decir algo, no podía decir algo.

Lo último que recordaba era que se había desmayado, y que había vomitado sangre... aunque no conocía bien la razón, algo estaba mal con ella o algo así?

Intento hacer todo lo posible para moverse o decir algo, pero no podía.

Rendida se quedo mirando la nada, no sabía que hacer, estaba aburrida y asustada, había muerto o algo así?

La muerte era horrible, horriblemente aburrida.

En eso una pequeña y centellante luz se me acerco, y tomo forma de un humano, una mujer.

Era igual a Zenith, pero con ojos verde gema. 

Ella me sonrió con alegría y amabilidad.

- Hola Athy - saludo mientras con un movimiento de manos hizo que pudiera moverme, agradecí internamente por eso. Intente hablar, pero no podía - Athy, estas muy diferente a la última vez que te vi, tus ojos no estaban tan muertos... - dijo deprimida.

Ojos muertos? Félix, Claude y Lucas decían que sus ojos parecían con mas vida, tal vez para ellos, pero parece que para ella no.

- Me acuerdo que tus ojos destellaban coraje, amor, alegría y una increíble compasión y bondad, fue eso lo que me libero y me convirtió en tu guardián junto con tu mamá jeje - rio un poco mientras se sentaba al lado suyo, aunque ni siquiera sabía donde se apoyaba para sentarse. - Sabes? aún me acuerdo cuando  te trataba mal, me arrepiento mucho de eso, por mi culpa casi hago que mueras tu y yo, pero me salvaste aún así y me perdonaste... gracias a ti no fui al infierno, pero no puedo ir al cielo, por lo que decidí ayudar a tu madre - me contaba, como si ella y la castaña fueran amigas de toda la vida, a pesar de que ella solamente la había visto una vez, pero esta vez, se sintió cómoda con ella, no como la otra Zenith, esta Zenith era pura, buena y reía con ella...

Ella era como un rayo de luna, cálido, misterioso... olvidado.

- Debes despertar Athy, me gustaría hablar de muchas cosas, pero no puedo, tu cascarrabias esta desesperado intentando despertarte, aunque me gusto charlar contigo - sonrió triste y me abrazo.

Escucho como lloraba silenciosamente.

- Espero poder hablarte de nuevo, te prometo que te seguiré cuidando de los malos espíritus con  tu mamá! - prometió, la ojiazul sintió como sus ojos se le aguaban, abrazo a Zenith de vuelta - por favor, por favor, tal vez mi deseo sea muy egoísta, pero si puedes hablarme de vez en cuando, cuando estés sola... te lo agradecería... es muy solitario por aquí, sabes? - pidió, Athanasia asintió - y... por favor... libera a esta Zenith... ella... no es mala - se separo de la princesa mientras mas lagrimas salían - adiós Athy, te quiero - sonrió antes de que todo se viera borroso y...

Despertó...

Al abrir los ojos vio a su amigo al lado de ella, quien le sonreía tranquilo y aliviado.

- Mire quien decide despertar! pensaba que debería traer un principito para que lo hiciera! - ella rio, el jamás lo hubiera permitido, primero prefería tirarse de un precipicio antes de dejarla con cualquier chico. - Bienvenida de vuelta Athanasia - dijo. 

Sonrió alegre.

- Hola Lucas! Athy acaba de despertar! 

Si, fue infantil y nada de lo haría ella, pero...

Se sentía una nueva persona.

...

- Señorita! dicen que la princesa despertó! - informo una criada entrando abruptamente.

Ella volteó con los ojos como platos y sonrió alegre.

- En serio?! - exclamo feliz.

Zenith suspiro aliviada, su hermana estaba bien!

Cuando ella se entero de que Athanasia había enfermado gravemente y estaba al borde de la muerte intento ir a verla, pero Alfierce se lo negó, ella lloro toda esa semana y mando a algunos caballeros a que le den noticias.

Intento escapar muchas veces, pero su cuerpo no estaba hecho para escalar. Maldecía no poder entrenar.

Pero al saber que Athanasia despertó... el alivió la lleno y suspiro tranquila. Su hermana estaba a salvo.

'No se por que te alegra, ella esta viva idiota! significa que tu padre jamás te amara' la vocecita era insistente, pero ella siempre intentaba ignorarla, algo dentro de ella siempre le decía que no debía sucumbir.

- Cállate, ella es mi hermana, soy feliz si ella lo es, además es obvio que estoy alegre! no ves que mi hermana esta sana? eres una voz mala! pero yo no caeré, por mas que sufra, no seré mala, por que si papá no me quiere, bien! Kiel y las criadas si, seré feliz... con o sin papá... - respondió mientras se encerraba en su habitación y se acostaba para irse a dormir.

Si se iba a dormir, la voz le dejaría en paz.

No dejaría que el odio la consumiera... ella no quería ser mala.

'Te arrepentirás'

Pero ella era una alma pura que no quería hacerle el mal a nadie... pero... hasta el alma más buena podía ser manchada de un odio tremendo...

Y alguien sabía como usar eso a su favor.

Lo sabía muy bien.