Muñeca de Cristal

XIII

Capítulo XIII: El informante

'No te preocupes, ya tendremos otra vida para encontrarnos... y quizás todo funcione...'

Una noche sin café

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Suspiro

- ABURRIDOOO - exclama lanzando los papeles a la cara de uno de los magos que se encontraba en su oficina

- joven mago! sea mas cuidadoso con estos papeles! se da cuenta que todos tienen el sello imperial? lastimarlos sería una sentencia de muerte! - regaño uno mientras los recogía apresuradamente pero con cuidado, el azabache rodo los ojos

- Oh vamos, si se descuidan que le vuelvan a poner el sello y listo! - se encogió de hombros 

- No es tan fácil joven mago!

- Lo sería si los nobles no se complicaran tanto la vida! - replico bufando - pero no! les encanta complicarse la vida con cosas que se resolverían fácilmente con un chasquido! pero no! el dinero es dinero no importa por donde lo mires al igual que el poder! 

- Esa es su opinión mago, pero para otros eso esta bien y así les gusta

- Les gusta por que son masoquistas! y luego se quejan cuando todo se va a la borda y empiezan a culparse como imbéciles! - respondió enfadado

- Como dije, es su opinión mago, ahora haga su trabajo - pidió para retirarse, el azabache soltó un respingo 

- Por un demonio lo que me faltaba 

Volvió al papeleo, frustrándose cada vez mas, enserio los nobles eran tan idiotas como para no poder resolver problemas tan simples? enserio los magos de la torre eran tan poco inteligentes como para no ver las soluciones a estos problemas tan tontos? 

Ay, que será del futuro del Imperio con personas así? 

Se compadecía 

- Joven mago! joven mago! - respiro y conto hasta diez

'cálmate, matar esta mal por mas que suene tentador'

Luego frunció el ceño confundido

'Pero si mate a Rosalía...'

Bueno, tal vez matar no sea tan malo

- Que es lo que quieres? - pregunto mientras lo miraba con molestia

- Un nuevo mago se integro! debería ir a verlo! - en serio para eso lo llamaba? bueno, era mejor que estar haciendo esta mierda de papeleo

Se levanto sin mas y fue a ver, juraba que le daría una buena bienvenida por inconcientemente liberarlo del maldito papeleo.

- Haz el papeleo por mi, yo le daré la bienvenida - ordeno al pobre anciano quien suspiro resignado sabiendo que no podría contradecirlo 

- Si joven mago - se quejo un poco y murmuro maldiciones para el mismo por ser tan estúpido de ir a avisarle al de orbes rojos sabiendo que lo pondría a hacer papeleo

Bajo las escaleras y vio a un joven castaño de sonrisa risueña hablar con el jefe de la torre de los magos, al parecer no era un anciano, si no un joven de la misma edad de Kiel o Athanasia

Frunció el ceño, como había logrado entrar?

- Oh! Lucas! ven, saluda a nuestro nuevo amigo

Nuestro? suena a manada