Capitulo 4

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Capítulo 4

Al despertar se sintió como si la noche hubiera durado apenas un suspiro Lexie sintió como el cansancio estaba acumulado en ella así que tuvo que hacer un gran esfuerzo por llegar a la ducha.

Ya más despierta se puso un atuendo acorde a la reunión era un blazer y sus zapatos rosa palo con una blusa y unos leggins negros.

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Contrario a ella Mark despertó muy temprano a causa de su insomnio así que se dio una ducha y al salir se optó por su traje y corbata azul marino y una camisa blanca.

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Un par de horas después se encontraron en el lobby del hotel para ir a su reunión. En el trayecto compartieron el asiento trasero su cercanía aumentaba la tensión que era latente al bajar los vidrios del auto el aire que se filtraba movía el cabello de ella permitiendo que el aroma de su shampoo se filtrara en las fosas nasales de él al tiempo que en las de ella se filtraba el aroma tan característico de la colonia de él.

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Al llegar a su destino Mark ayudo a Lexie a bajar del automóvil.
Lexie: —confundida— ¿por qué estamos en un restaurante?
Mark: Carmen tenía un almuerzo e insistió en que no podría cancelarlo
Lexie: ¿no podíamos esperar hasta después?
Mark: ella solo está tratando de librarse de nosotros, he visto a otros usar ese truco antes 

Finalmente después de una larga espera ven entrar a Carmen con los labios presionados en una furiosa línea.
Mark: buen día, señora Jones. Que amable de su parte finalmente presentarse... media hora más tarde
Carmen: —con molestia— ¿podemos simplemente terminar con esto?, ¿por qué mi exmarido los ha enviado a acecharme?
Mark: estamos aquí para hacerle algunas preguntas sobre su hija Melody
Carmen: ¿qué hay con ella?
Mark: queremos saber por qué de repente está interesada en la custodia de su hija después de todo ya casi tiene dieciocho años
Carmen: —mostrando seguridad— mis circunstancias han cambiado y mi pareja y yo planeamos volver a los Estados Unidos así que naturalmente quiero ver a mi hija tanto como sea posible

Mark se da cuenta de que ha estado ensayando con su abogado.
Lexie: ¿podría decirnos por qué no ha visto a su hija en los últimos tres años?
Carmen: antes de que Byron y yo nos casáramos me hizo firman un acuerdo prenupcial. Me quede sin nada después del divorcio la familia y el sustento de mi pareja estaban aquí en España así que tuvimos que mudarnos pero ahora llevamos una vida sencilla —Lexie piensa en la información de Mark lo cual indica que no habla con la verdad— me hubiera encantado visitar a Melody pero nos llevaría demasiado tiempo ahorrar tan solo para un viaje de regreso. Le pedí ayuda a Byron para que su hija pudiera ver a su madre, pero es un bastardo sin corazón.
Mark: que interesante ya que de los últimos tres años no no existe registro de ninguna llamada entre usted y su exmarido.
Carmen: está bien, está bien es demasiado mi orgullo como para pedirle ayuda.
Mark: ¿también era demasiado orgullosa como para tomar el teléfono y llamar a su hija?
Carmen: ella y yo hemos tenido problemas como en cualquier relación madre e hija —haciéndose la víctima— pero aquí estoy corrigiendo mis errores —con indignación— ¿y que obtengo a cambio? ¡Los abogados de mi ex acosándome!

Lexie piensa que es buena jugando el papel de víctima.
Mark: usted hizo una llamada telefónica al banco de Melody el seis de julio para averiguar sobre su fondo fiduciario. Lexie, por favor muéstrale a la señora Jones los detalles de dicha llamada
Lexie: —maldijo para sí misma recordando que dejó las notas en la mesa de su habitación— lo lamento mucho se me debieron haber traspapelado con el resto de documentos  —Mark le dirige una enfurecida mirada—
Carmen: —ríe sarcástica— pensé que Byron ganaba suficiente dinero como para contratar a un abogado decente ¿las pruebas faltantes son igual de convenientes en la corte?
Mark: —molesto— escuche señora Jones cualquiera que sea su juego lo averiguaremos. Ningún hijo merece ser tratado como una cuenta bancaria
Carmen: no tienes idea de lo que estás hablando.
Mark: ¡oh sí que lo sé!
Carmen: si será como hoy no tendré de qué preocuparme
Mark: ya nos veremos en la corte

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Mark está demasiado molesto por el descuido de Lexie da iracundas zancadas para salir del restaurante y ellas apenas es capaz de seguirlo.
Lexie: —preocupada y apenada— realmente estoy decepcionada conmigo misma no puedo creer que fuera tan descuidada como para arriesgar la reputación de la empresa, tu reputación. Normalmente no cometo errores tan tontos
Mark: —molesto voltea a verla— guárdate tus disculpas, es mi culpan —se voltea y maldice por lo bajo— eso es lo que saco por ser blando con una novata solo porque tiene un buen trasero
Lexie: —ahora es ella quien se molesta y eleva un poco su voz— ¡¿qué dijiste?!
Mark: —maldice para si haber sido escuchado— nada. No discutiremos esto en la calle.

•••
El resto de su tate ti lo hacen en silencio casi pareciera que son dos desconocidos hasta que llegan a su suite.
Mark: —molesto— ¿cómo pudiste olvidar la evidencia clave?
Lexie: —porque no dejas de pasearte en mi cabeza— tenia jet lag y no dormí bien
Mark: eso no es excusa. ¡Perdimos todo el control y credibilidad! No pienso empezar a perder casos por tu culpa. —eleva la voz— Pediste tener más responsabilidades y decidí confiar en ti pero está claro que no se puede confiar en ti. Fuiste muy poco profesional es claro que no estas preparada
Lexie: —molesta— ¿hablas en serio?, ¿que hay del comentario que me hiciste en la calle? Yo diría que fue mucho más que poco profesional
Mark: ¿qué comentario, tienes alguna prueba?
Lexie: eres increíble
Mark: —le dirige una fría mirada— dame una razón para no echarte del caso
Lexie: estoy totalmente comprometida con este caso y te lo demostraré si quieres hago trabajo extra esta noche
Mark: ¿para que mañana estés aún más cansada y cometas otro error? He notado tú falta de concentración incluso antes de este viaje a menudo estás cansada durante el día
Lexie: —apenada— no te lo voy a evasé desde que comencé este trabajo me ha costado conciliar el sueño
Mark: —sorprendido— ¿por qué?

Los pensamientos nocturnos se apoderan de su mente haciendo que la aparte la mirada de él aunque es incapaz de ocultar el coloreado de sus mejillas mientras piensa en lo pésimo que ha sido dejar que eso interfiera en su trabajo.
Mark: —interrumpe sus pensamientos con su voz tranquila y suave— ¿que te mantiene despierta por las noches?
Lexie: —levanta la vista del suelo y lo mira con la certeza de que él ya conoce la respuesta a su pregunta. Ha visto como lee a los clientes, capta todas las señales sutiles  y busca la manera de explotarlas y eso es lo que lo convierte en un gran abogado, eso lo hace tan intimidante... y jodidamente atractivo—
Mark: —por un instante cierra los ojos y cuando los abre se ve vulnerable— por el amor De Dios Lexie, ¿por qué tienes que complicarlo todo? ¿Por que no puedes seguir las reglas como todos los demás?

Lexie intenta buscar alguna respuesta pero en cuestión de instantes siente sobre su boca una cálida boca ocasionando que sus piernas casi cedan pero él se apresura a sostenerla entre sus fuertes brazos por su parte ella envuelve sus brazos arriba de sus hombros aferrándose con fuerza a su nuca.

La lengua de Mark entra en la de ella profundizando el beso, reclamando la propiedad de todos los deseos ocultos de ella mientras sus fosas nasales se embriagan del aroma de su shampoo enloqueciendo un poco más a cada instante.
Lexie está perdida en sus labios que la besan con desesperación mostrando un profundo deseo e intoxicada por el olor de su colonia lo único que es capaz de pensar es que Mark Sloan la esta besando y no quiere que se detenga, lo quiere en su cama mientras que él ha perdido la capacidad de pensar simplemente ha cedido a los impulsos de su gran deseo.

Sentencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora