Sentencia de amor

Capitulo 6

Capítulo 6

Las primeras horas de vuelta en New York pasa de maneras distintas por un lado Lexie no dejaba de revisar el teléfono con la esperanza de encontrarse una notificación de su engreído jefe y por el otro Mark intentaba guardar bajo llave el recuerdo de Barcelona mientras se convencía que era lo mejor para ambos.

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Al llegar el lunes Lexie no ha oído nada de Mark lo cual a juzgar por su historial no le sorprendía seguramente había encontrado un nuevo juguete, los hombres como él suelen aburrirse rápido igual eso no disminuye sus nervios ante su próximo encuentro.

Media hora después de su llegada ve a Mark pasar delante de su oficina en camino a la de él.
Lexie: buenos días, señor Sloan
Mark: buenos días
Lexie: ¿cómo estás?
Mark: bien
Lexie: ¿vas a enviarme por correo electrónico las tareas para hoy?
Mark: tan pronto como las termine
Lexie: —pero lo que realmente estaba interesada en saber porque no ha sabido nada de él en todo el fin de semana así que sin pensarlo suelta lo siguiente— no me contactaste el fin de semana
Mark: ¿porque lo haría? —sin mostrar una mínima pizca de interés— solo eres mi asistente de lunes a viernes
Lexie: —decidió ocultar su dolor en su profesionalismo— bien, ¿con qué quieres que empiece esta mañana? Podría llamar al señor Jones y organizar una reunión
Mark: ya me reuní con él
Lexie: —comenzaba a enfadarse cada vez más— ¿cuando?
Mark: Justo esta mañana. En su casa
Lexie: ¿por qué no me lo dijiste?
Mark: —con arrogancia— ¿para que pudieras arruinarla como lo hiciste la última vez?
Lexie: —no podía creer la actitud que estaba teniendo en cuanto al trabajo— ¿hablas en serio?, se supone que debo de ayudarte con este caso ¿de qué sirve que esté aquí si no me dejas hacer nada
Mark:te dejo hacer mucho. Estaba pensando en dejarte esta semana organizar mi archivador por color
Lexie: —su renovada actitud debía deberse a una sola cosa— ¿acaso estás actuando así por lo de Barcelona?
Mark: —fingiendo no entender— no sé de qué estás hablando
Lexie: —terminó de enfurecer haciéndola tomar una decisión— basta, dime ahora mismo que esta pasando o voy a... —él enarcó una ceja esperando su amenaza— voy a renunciar
Mark: —no podía tomar en serio esa amenaza— un tanto dramático de tu parte
Lexie: —con fingida seriedad— ¿te parece broma?, tengo mi carta de renuncia redactada y lista para imprimir —él la observa esperando descubrir su juego pero su mirada es decidida— no estoy fanfarroneando
Mark: —finalmente de su garganta escapa un gruñido de derrota— bien. Quería reunirme yo solo con Byron porque no quería ninguna distracción
Lexie: —aquello la toma por sorpresa— sabes que nunca intentaría minar tu concentración en ningún caso
Mark: no me refería a mi —ella lo mira con interés— necesitaba que Byron entendiera nuestra postura legal... preferiblemente sin que estuviera coqueteando con mi asistente entre cada frase.
Lexie: —eso le hace pensar que tal vez después de todo sigue interesado en ella y le responde de manera divertida— los celos no te van bien
Mark: —le responde con un toque de diversión sin dejar de ser engreído— todo me va bien... pero no son celos
Lexie: eres tan engreído
Mark: —no se molesta si quiera en negarlo solo dibuja una sonrisa—no olvides que soy tu jefe, Lexie 
Lexie: oh, me gustaría que siguiera siendo así pero si estas planeando que me quede a trabajar en este caso necesito un informe acerca de la reunión y espero que de aquí en adelante me mantengas informada. Estoy aquí para hacer mi trabajo apropiadamente —le dedica una amable sonrisa—
Mark: —le devuelve la sonrisa— bien, ya que insistes tanto te daré el informe en mi oficina ahora mismo —camina delante de ella para abrir la puerta luego hace una pequeña pausa, la jala al interior cerrando la puerta detrás de ellos—

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La expresión en Mark cambia por completo es como si hubiera visto un fantasma y Lexie no entiende aquel cambio hasta que dirige su mirada al frente encontrándose con Masha ocasionando que también su semblante cambie.

Masha: —únicamente traía puesta su ropa interior y comienza a hablarle en un tono cariñoso— Mark, bebé te he estado esperando
Mark: —irritado y comenzando a perder la paciencia— ¿qué demonios está pasando aquí? —Lexie también intenta comprender semejante escena—
Masha: esa no es la forma de saludar a tu novia —comienza a romper la distancia de a poco— especialmente después de que decidí perdonarte por hacer que la bruja de tu asistente me mintiera respecto a tu viaje...
Mark: —da un paso hacia atrás al tiempo que la interrumpe—  vístete y sal de aquí
Masha: pero cariño, solo quería sorprenderte... por cierto llegas tarde al trabajo —tomando su corbata— tal vez debería castigarte —Lexie se limita a observar mientras procesa todo—
Mark: —perdiendo cada vez más la paciencia— sal de aquí
Lexie: —al ver la reacción tan decidida de Mark decide ayudarlo un poco— ¿quieres que llame a seguridad?
Mark: no, está bien. Estoy seguro que Masha querrá irse antes de que empiece a redactar un caso en su contra por allanamiento.
Masha: bebé sabes que me encanta cuando interpretas al sucio abogado
Mark: -—ignorándola y continuando su conversación con Lexie— Lexie, veamos si también podemos hacer algo con respecto a una orden de restricción ¿si?
Lexie: es una gran idea no creo tengamos problemas para conseguirla 
Masha: —enfurece— esta fue tu última oportunidad ahora cuídate porque los destruiré a ti y a tu miserable asistente
Mark: y asegúrate de incurrir "amenaza contra la posesión legal", Lexie
Lexie: enseguida

Masha termina acorralada y con todo y su furia no le queda de otra más que tomar su ropa, vestirse y salir del lugar. Dejándolos nuevamente. A solas.
Mark: —molesto— ¿cómo diablos entro?, siempre dejo mi puerta bien cerrada
Lexie: —intentando relajar el ambiente— a mi ni me mires que ya he aprendido a no entrar sin ser invitada
Mark: —comienza a recuperar su buen humor— una observación notable viniendo de mi obediente y servicial asistente
Lexie: —le sigue el juego— cualquier cosa por mi cortés y amable jefe
Mark: —le dedica una sonrisa— lo intento. Ahora, ¿podrías traer desinfectante industrial?, todavía puedo ver las marcas de su trasero
Lexie decide ser amable y ayudarlo con aquella tarea así que va en busca del producto sin renegar.

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El resto del día transcurre entre papeleo afortunadamente sin incidentes.

Al final del día pareciera que ambos han sobrevivido al día pero eso es solo una apariencia la verdad es que dentro de ellos todo ha sido diferente y aunque ambos piensan que la tensión entre ellos ha desaparecido eso no alivia su pesar.
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Las actitudes de Mark lo vuelven a colocar en el puesto número uno del idiota del año pero eso no evita que durante el día los pensamientos de Lexie divaguen.

Por largos momentos su cuerpo es el único presente en la oficina porque su mente no deja de divagar entre Barcelona y la conversación de la mañana esa en la que detecto algo de celos.

Además no puede dejar de pensar en que si la reunión en su oficina iba a ser estrictamente profesional o podría haber pasado algo más, en este momento maldice la presencia de Masha, estaba necesitando demasiado tener respuestas...por momentos no dejaba de mirar su comunicador esperando un mensaje de su jefe pero el día se fue y eso nunca pasó.
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A unos cuantos pasos el día no fue distinto. Por una parte Mark agradeció la presencia de Masha ya que tal vez aquella interrupción evitó que hiciera una locura.

El resto del día sumergió sus pensamientos en papeleo obligándose a seguir bloqueando de su mente Barcelona. De hecho es lo que estuvo haciendo todo el fin de semana y esa mañana antes de salir la trabajo un destello de Barcelona llegó a su pensamientos ocasionando que por un momento pensara en ella recién levantada y así inicio la mañana con una sonrisa que después disfrazó en arrogancia.

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El día acabo y ambos agradecieron sobrevivir al día pero eso no evitaba que tuvieran un lío en la cabeza; Mark seguía peleando contra los recuerdos y Lexie se sorprendió un poco de darse cuenta que el pensar que él la había sacado de su sistema la decepcionaba un poco.