🌺Reconquête🌺Harco.

11|𝑹𝒐𝒔𝒂𝒔.

Algunos días habían pasado desde que Harry habia sido disparado, al principio Harry habia tratado de volver por completo a su trabajo, pero gracias a su brazo no podia ser de mucha utilidad, asi que se quedaba en la oficina haciendo informes y papeleos, ya en la tarde, regresaba a su casa, donde, con sumo cuidado de no lastimarse mas el brazo, realizaba la limpieza y en algunas ocasiones intentaba cocinar algo sin incendiar su casa.

Pero ese dia no tenia nada que hacer, la casa se hallaba limpia y no tenia ganas de intentar cocinar algo, hizo algunos ejercicios con el brazo para que no estuviera quieto, necesitaba que se recuperara del todo lo mas pronto posible y dejándolo tieso no ayudaría en nada, ya no usaba el cabestrillo con continuidad podia mover el brazo por un tiempo limitado hasta que se cansaba y dejaba el brazo descansar, se dirigió a la sala y se sentó frente al computador, encendiéndolo y navegando por internet.

Buscando algún yate que le llamara la atención, estuvo ahí por unos minutos, concentrado en ver y averiguar un poco más cuando una notificación cubrió parte de la pantalla.

Una notificación a la cual estuvo apunto de entrar pero la pelea que tuvo con Draco sobre el tema de su infidelidad y de ver porno en internet mientras el rubio no estaba en casa detuvo los movimientos del pelinegro, haciéndolo dudar entre entrar o no, entre ver lo que aquella notificación mostraba o alejarse.

La incognita colocaba en una guerra los dos pensamientos que tenia, por un lado el que le decía que se aleje y por otro lado el que le gritaba que entre y que no pasaría nada.

Frustrado se levanto de ahí sin apagar la maquina, caminaba en círculos sin saber que hacer, trato de distraer su mente para poder pensar con claridad.

Vio en el sofá la agenda que traía el reto del amor escrito en su interior, ese día no habia leído lo que le tocaba por hacer, rápidamente se lanzó a agarrar el pequeño cuaderno y leerlo.

Día treinta y nueve.

Cuídate de los parásitos.

Un parásito es algo que se cuelga de ti o de tu pareja y succiona la vida de tu matrimonio, generalmente son las adicciones como las apuestas, las drogas o la pornografía.

Prometen placer pero crecen y crecen como una enfermedad y consumen tu tiempo y tus pensamientos, le roban tu corazón y tu lealtad a la gente que te ama.

Los matrimonios raramente sobreviven con parásitos, si amas a tu esposo destruye cualquier adicción que hay en tu corazón, si no lo haces te destruirá a ti.

Una sutil risa escapó de los labios de Harry, esas palabras le habían dado la respuesta correcta, lo que debería hacer, cerró el cuaderno y a pasó decidido se acercó a la maquina, inhalo aire y desconectó la maquina, agarrándola entre sus manos saco parte por parte al jardín trasero con mucho esfuerzo debido al brazo lastimado que tenia y que no estaba recuperado del todo.

El monitor, el CPU, los parlantes, el teclado e incluso el ratón, todo lo llevó al jardín de atrás, luego volvió a ingresar a la casa y sacó su bate de béisbol, se acercó donde el equipo y arremangándose las mangas de la camisa y sin pensarlo dos veces comenzó a destruir todo, cuando el brazo le empezó a quemar por el esfuerzo que estaba haciendo dejo de lado el bate y comenzó a patear.

Exhausto dejó todo lo que destrozó ahí e ingresó al interior de su casa, buscando su teléfono por la sala, a duras penas lo tomó al encontrarlo y marcó a la florería que ya se estaba volviendo el lugar donde invertía parte de su dinero a lo largo de esos días.

Escuchando el saludo de la recepción hizo su pedido, esperó por media hora ya un poco más calmado pero todavía sintiendo el dolor en el brazo. El pelimorado de aquella vez volvió a aparecer en su campo de visión al abrir la puerta, pero a diferencia de la primera vez en esta ocasión tenia una sonrisa en el rostro.