🌺Reconquête🌺Harco.

12|𝑪𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐.

Los días habían pasado nuevamente, convirtiéndose en semanas y Draco aún tenia la cabeza hecha un lio, por lo mismo, si estaba tomando la decisión correcta ante todo o no la estaba tomando, eran tantas las cosas que atormentaban su mente, por un lado el estado de su madre que empeoraba día tras día por la falta de equipos de calidad que ella necesitaba y ni hablar de los cuidados que requería.

Por otro el repentino cambio de Harry que lo aturdía y por último entraba Cedric, quien parecía presionar para que llegaran a algo más, Draco no era ingenuo y sabia que el castaño estaba un poco más posesivo o insistente desde que se enteró que es casado, además le resultó raro al rubio que el castaño siguiera ahí para él intentando cortejearlo sabiendo que es casado.

Trataba de restarle importancia, no tenia mucha cabeza para pensar en ello, lo que mas le preocupaba era el estado de su madre, tan solo eso.

Esa tarde el rubio llegó algo temprano a su casa, Harry quien ya tenia mucha más movilidad en el brazo y ya no necesitaba el cabestrillo para nada habia decidido regresar del todo a su trabajo, volviendo a patrullar y demás cosas, por lo tanto solía llegar a casa después de las siete.

Draco al ver que la casa necesitaba un poco de limpieza se dispuso a limpiar en ese momento, después de todo no tenia nada que hacer y el limpiar le haría dejar de pensar un poco.

Estuvo ocupado en eso, limpiando todo, cada rincón de la casa cuando en el sofá encontró algo que sabia que no le pertenecía ni a Harry ni a él, una agenda algo gastada de color negro con las primeras hojas algo amarillentas.

Al abrirlo y leer su contenido un jadeo se escapó de sus labios, todo lo que Harry habia hecho por él los últimos días, con consejos y palabras que te podrían tocar, lo llevó a su habitación para leerlo, dejando de lado lo que estaba haciendo.

Se sentia traicionado, habia pensado que Harry habia cambiado por su cuenta pero resultaba que lo habían ayudado, talvez fue con un bien o talvez solo eran consejos para poder manipularlo, Draco no lo sabia, pero si desconfiaba de Harry por lo que tomo una decisión y se alistó para salir, con el alma quebrantada sabia que la decisión que habia tomado era la correcta pese a aquella vocecita que le decía que debía dejar que Harry le explique.

Llegó a su casa muy entrada la noche, el pelinegro ya habia llegado, lo sabia por el auto de Harry estacionado en el garage, supuso que estaba durmiendo y se dirigió a su cuarto, no tenia nada que decir, lo habia hecho, ahora solo quedaba esperar que su decisión dejara de doler, esperaba que con el paso del tiempo todo terminara. Todo ese dolor que sentia se fuera y no volviera.

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Minutos después de que Draco saliera de su casa.

Harry habia llegado algo molesto a su casa, era temprano, apenas eran las tres de la tarde, pero Ron lo habia obligado a que regresara a su casa pues habia notado la incomodidad del pelinegro al seguir entrenando.

Su brazo estaba mejor, pero aun le incomodaba un poco, por eso se hallaba molesto, pero toda molestia se esfumó al ver las cosas de limpieza desparramadas en el suelo, extrañado se dirigió a la habitación del rubio a ver si habia llegado ya, tocó por unos minutos y al no recibir respuesta ingresó pero tan solo se encontró con que la habitación estaba vacía.

El pelinegro vio la bata de Draco en el cesto de ropa sucia, seguramente habia llegado para luego salir de emergencia, no lo sabia pero suponía eso por el desorden en la sala, rápidamente se dirigió a su cuarto y colocándose ropa más cómoda se dispuso a terminar la limpieza.

Cuando terminó tomo su uniforme que estaba sucio y tomando la bata de Draco salió de la casa para dirigirse a la tintorería.

Todo marchaba bien, cuando llegó a la tintorería la señorita que se hallaba encargada le pidió que revisara los bolsillos por si habia algo, en su uniforme no hubo nada, más en la bata de Draco halló una tarjeta que al leerla la sangre le hirvió por las palabras escritas, era una carta de amor.

Dejó la ropa en la tintorería y llamó al hospital de Draco, preguntó por el doctor Diggory para luego dirigirse hacia el lugar, sabia que no tenia muchos derechos para ir y enfrentar al doctor puesto que Draco merecía ser feliz, pero no iba a permitir que un doctor de la calaña como Cedric Diggory cautivara a Draco.

Sobre su cadaver.

Rápidamente se adentró al hospital buscando al castaño, Harry no habia sido ciego cuando Draco se puso incomodo para responder que era su esposo aquella vez que le dispararon, tan solo quiso hacerse al que no entendia pero tampoco pudo ignorar mucho el hecho de que el rubio se habia puesto así por la presencia del castaño.

Cuando encontró al castaño en aquella oficina que tenia cerró la puerta con seguro y tomando al castaño por el cuello de la bata lo enfrentó.

- Aléjate de Draco.- bramó el pelinegro con el entrecejo fruncido.

- Le voy a pedir que me suelte, por favor- habia pedido el castaño tratando de aparentar tranquilidad.

- No lo voy a volver a repetir Diggory, aléjate de mi esposo.

- Futuro ex esposo querrás decir.- se burló el castaño.

- Eso no te incumbe.

- Me incumbe porque después de Draco se deshaga de ti vendrá corriendo a mis brazos en busca del amor que tú nunca le diste.- la sonrisa socarrona en el rostro de Cedric cabreó mas al pelinegro.

- Aléjate de él si le llegas a hacer algo te juro que te mato.

- Yo no hare nada, tú mismo veras como Draco vendrá rogándome que le de amor, amor que su esposo le dio a otras personas y no a la persona que tenia en casa esperando por su regreso.- aquello en lugar de provocar a Harry le sacó una sonrisa de medio lado.

- No somos tan diferentes en ese aspecto Diggory.

- ¿Qué?- Cedric miró confundido y con un poco de temor al pelinegro delante suyo.

- ¿Quién crees que soy? ¿Acaso piensas que soy un estúpido al cual con unas simples palabras vas a hacer sentir mal? Tú eres peor que yo, ¿Sabes por que?

- No sé de que estas hablando.

- El otro día llegó una mujer, muy lastimada a la comisaria donde trabajo, levantó una demanda para su esposo porque ya no soportaba el maltrato que recibía, no sé como carajos le hiciste para librarte de la demanda, no sé que carajos le hiciste a la mujer pero no permitiré que le pongas un dedo a Draco.- el cuerpo del castaño se habia tensado, dándole confianza a Harry de continuar.

- Estas loco.

- ¡Oh! claro, no te dije el nombre de aquella mujer, se llamaba Cho Diggory, tu querida esposa y madre de tus dos hijos. - el castaño perdió el color de su rostro- aún la seguimos buscando pues de un día para otro desapareció de la faz de la tierra. No esta en ningún lado, es como si no existiera, pero hey, eso es imposible, un fantasma no puede colocar una demanda ¿o si?- el agarré se volvió mas fuerte de lo normal- aléjate de Draco porque si no lo haces yo mismo te voy a hacer desaparecer de la faz de la tierra.

Harry lo habia soltado con brusquedad logrando que el castaño se tambalee y caiga al suelo para luego salir de ahí y regresar a casa.

Cuando llegó notó que Draco aún no habia llegado, fue a su cuarto y tomó una ducha para luego acostarse en su cama y al poco tiempo quedar dormido.

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Hola mis amores :3

Voy a ser sincera, desde el principio este era el verdadero Cedric que queria para esta historia, cuando vi el primer comentario acerca de que Draco debía quedarse con Cedric me dije que debía seguir con el plan y ver que les parecía, lo siento pero me llegó a causar gracia el amor que le daban a Cedric solo por ser dulce con Draco, estuve indecisa en publicar esto, pues ya lo tenia en borradores pero bueno, aquí esta el capitulo.

Espero les haya gustado y perdonen si hay faltas de ortografía.

Gracias por sus comentarios, gracias por sus votos y gracias por leer.

Lxs amo un montón desde el fondo de mi corazón.

No me odien por este capitulo por favor :c no tengo nada contra Cedric se los puedo jurar.

Atte: Candy <3