🌺Reconquête🌺Harco.

23|𝑪𝒐𝒏𝒇𝒖𝒔𝒊𝒐́𝒏.

Al día siguiente Draco no tuvo fuerzas para levantarse, se hallaba cansado por todo lo que habia pasado el dia anterior, sintiéndose patético, pero no pudo con todas las emociones que sufrió logrando debilitarlo y comiéndose todas sus energías.

Se levantó molesto gracias al timbre que resonó por toda la casa, vio la hora y maldijo a la persona que se atrevía a tocar a su puerta a las siete de la mañana.

Desganado se colocó de pie y bajó para abrir la puerta.

Al abrirla no se encontró con nadie, tan solo un bonito ramo de rosas rojas colocados delicadamente en la entrada. Las levantó con delicadeza y al ver quien las mandaba sintió su pecho oprimirse.

"Caminar a tu lado es mi deseo, llevarte de la mano mi anhelo, vivir a tu lado mi sueño y verte sonreír mi trofeo.

Atte.: Harry Potter."

Metió las rosas al interior de su casa, sin apartar la vista de ellas caminó hacia la cocina, para colocarlas en un florero, una lágrima rodó por su mejilla golpeando débilmente una de las rosas.

Sin saber cómo sentirse, llenó el florero de agua y colocó las rosas. Luego tomó el teléfono que habia en esa cocina y se quedó pensando, sin saber a quién llamar, sus amigas tan solo acusarían a Harry y volverían a insultarlo sin ayudarlo en nada, tan solo queria a alguien que lo escuche en silencio y no explote, su madre no le respondería y tan solo lo escucharía, la haría sentir mal, no podia llamarla a ella.

Tampoco podia llamar a Jungkook para contarle sobre todo eso, no, el castaño era amigo de Harry y estaba seguro que no se tenían secretos, así que tampoco contaba, él único que venía a su mente era el peliazul que cuidaba a su madre y la atendía, pese a que era amigo de Jeon, Taehyung habia demostrado no ser alguien que va con el chisme a todo el mundo, sabía que el resto tampoco, pero confiaba más en el peliazul, asi que con un poco de pena llamó al peliazul.

- ¿Hola? - contestaron del otro lado.

- Hola Taehyung, lamento si estoy molestando.

- ¡Eh! Draco, no te preocupes, no estas molestando.

- ¿Es eso cierto?

- Más que cierto, pero dime, ¿pasó algo?

- Necesito hablar con alguien y eres el único en el cual podría confiar para hablar sin que me regañes ni sientas pena por no saber que decirme. ¿Podemos reunirnos? solo si tienes tiempo.

- ¿Estás en tu casa?

- Si.

- Bien, estaré ahí dentro de unos minutos.

- Gracias. - colgó la llamada y fue a su habitación para cambiarse el pijama, luego bajó nuevamente a la cocina y colocó agua a hervir.

Minutos después llamaron a su puerta y él se dirigió a abrir, encontrándose con el peliazul y un pelinaranja que tenía un bebito dormido en sus brazos.

- Perdona, estábamos juntos y tu casa estaba más cerca que la suya.

- No te preocupes, pasen- Draco se hizo a un lado dejando pasar a sus invitados - ¿quieren algo para tomar?

- Agua si no es mucha molestia.

- Pueden sentarse mientras les traigo sus aguas. - habló el rubio mientras apuntaba a la sala para que tomaran asiento y él se dirigió a la cocina por el agua.

- Perdona, pero te me haces conocido.

- Oh, perdona, no me presente, me llamo Jeon Jimin, supongo que me conoces del trabajo de mi esposo.