Entre Luz Oscuridad

Desdichada vejez

Postrada a la cama, sin deseo de ceder pero tampoco de abandonarla, allí tirada, pero a la vez tan atada, quería saltar de allí, pero no era tan fácil, quería al menos conseguir dormirse pero no podía.

Todo estaba encontrar, el estrés de su vida, el agobio que le causaban sus problemas, el dolor que volvia tan pesado su cuerpo, su vieja y cansada alma.

Aun asi seguía luchando, luchando por poder ponerse en pie, pensando como hacerlo o como no, pensando cosas, tantas cosas y es que, sus problemas eran tantos y sus soluciones tan pocas.

Tenia varios días allí, cuando recobrará animo se preparaba algo para sostener su estomago, pero cuando no tenia las energías suficientes se agotaba aun mas porque tampoco podía levantarse a cocinar nada.

Su desgastadas manos, su pálido rostro, su piel tan seca pero a a la vez caliente, esos ojos negros que estaban tan undidos, aquellas grandes ojeras y aquel cuerpo ya casi desfallecidos descansaban sobre aquella pequeña y vieja cama.

Su vecina estaba en el pueblo,comprandole algún médicamento, ella no tenia hijos, ese era su constante lamento. Ya tenia 3 dias de viaje pero aun no habia venido, era mucha la distancia, pero mas su desesperación, porque mas alla del dolor la amargaba la gran soledad y oscuridad en la que se encontraba alli sola en su vieja y chamuscada casa, en su tan solitaria habitación.

Su pobre y cansada espalda ya empezaba a dar a luz llagas, llevaba mucho tiempo alli tirada, y es que la desdicha de esos ancianos solos y desamparados es mas grande que la de cualquier ser humano.

Y ya cuando creyó haber sido abandonada por la vecina, la vio, adentrarse a la casa, con mas que medicinas, llevaba junto a ella un hombre de alta y delgada apariencia.
Seria el doctor del pueblo, pero ya no tenia mas fuerza, el hambre, el dolor y la vejez la acosaban, dijo varias palabras mientras sus ojos se cerraron poco a poco, aquellos ojos que tanto habían sufrido y visto sufrir durante años; "Gracias a Dios Nanéa, al fin llegas".

Y lo que mas duele no es su partida, sino que lo hizo justo cuando llego la ayuda, su pobre alma simplemente si estaba lo suficientemente cansada para no poder aguantar mas,  pero esperó solo para ver el regreso de la vecina.