Fictober - 2020

Recuerdos

【Ｆｉｃｔｏｂｅｒ，　Ｄíａ４：Ｒｅｃｕｅｒｄｏｓ】

𝘚𝘩𝘪𝘱𝘱: 𝘚𝘱𝘪𝘳𝘪𝘵𝘸𝘰𝘭𝘧, 𝘋𝘢𝘯𝘪𝘦𝘭 𝘋í𝘢𝘻 𝘹 𝘊𝘩𝘳𝘪𝘴 𝘌𝘳𝘪𝘬𝘴𝘦𝘯

—''𝐼 𝓂𝒾𝓈𝓈 𝒽𝑒𝓇 𝓈𝓂𝒾𝓁𝑒...''

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—Entonces... ¿Una búsqueda del tesoro dices? 

Daniel estaba sentado en una silla mientras delicadas pinceladas llenas de maquillaje azul pasaban por su rostro, Chris trataba de recrear lo que plasmó en su último dibujo así que realmente estaba tomando su tiempo para cuidar cada detalle.

—¡Si! ¿No suena genial? Podríamos pasar el rato descubriendo el misterio.

No podía quejarse, sonaba realmente divertido una búsqueda del tesoro y tan solo imaginarse que tendrían como recompensa lo emocionaba, tal vez no era algo real como grandes tesoros piratas llenos de joyas y riquezas pero si era un comic de Power Bear, el estaría feliz.

—¡Estoy dentro! ¿Que tengo que hacer?

Chris se concentró rápidamente para finalizar el maquillaje y empezar con la gran búsqueda, le alegraba que Daniel lucía emocionado con la idea.

—Hay una parte del mapa en mi habitación, tómalo y te veo en el patio trasero en unos minutos.

—¡Bien! Estaré en ello.

Chris finalizó el maquillaje de Daniel y rápidamente le mostró el espejo para que pudiera apreciarlo, el lucía satisfecho con el resultado así que en marcha empezó la primera misión, encontrar el mapa.

Daniel buscaba por la habitación, lo mas parecido a un mapa del tesoro, pero entre tantas cosas terminaba confundido lo cual llevó a que tomará lo mas parecido y saliera de la habitación de manera apresurada. 

Llegó al patio trasero y justamente Chris bajaba las escaleras de la casa del árbol de una manera cuidadosa, cuando por fin tocó el suelo se sentó en el suelo cubierto de la final y blanca nieve, por mas frio que hiciera invitó a Daniel a sentarse a su lado, el no se negó y prontamente estaba sentado a su lado.

—¡Oh, perfecto! —Chris al ver la parte del mapa que tenía Daniel la tomó y empezó a unirla con su fragmento faltante para lograr descifrarlo. 

—Creí que el mapa era mas grande. 

—Debe ser discreto, así nadie sospecharía.

Eso tenía sentido, así que terminó por ceder el control de algo que probablemente no entendería como pasaba con las matemáticas o porque diablos la masa de galleta cruda sabía tan bien.

Daniel se recargó en el hombro de Chris tratando de no morir de frio ¿Por que creía que sentarse en nieve era buena idea? Rayos, Chris era bastante creativo pero tal vez no el mas listo, para ser justo Daniel tampoco lo era.

—¡Lo tengo! —El mapa por fin fue descifrado indicando la ruta a seguir para encontrarse con el tan aclamado tesoro, era hora de ponerse en marcha ante el tramo final que restaba.

Ambos se levantaron del suelo y siendo Chris el guía empezó a caminar por el patio tratando de seguir el mapa, era seguido por Daniel de manera cercana, estaba apegado a el para descubrir la recompensa al final de todo ¿O se comenzaba a apegar a esa pequeña amistad? No pensaba realmente en ninguno, solo caminaba casi de forma automática siguiendo ciegamente a donde se le indicara. 

Entonces llegaron a lo que parecía un túnel cerca del límite de la casa de Los Eriksen que no llegaba completamente al patio de Los Reynolds.

—Estamos por llegar, sígueme. —Chris entró por el túnel, como si realmente no necesitara el mapa ya que era un lugar al que recurría de manera constante, pero eso era algo que no podía confirmar.  

Daniel lo siguió gateando cuidadosamente siguiendo indicaciones para llegar al tesoro, siendo izquierda, derecha, izquierda y para terminar izquierda.

—Espero que sea el camino correcto.

Y prontamente una luz indicando el final del camino se mostró, probando que no fue la ruta equivocada después de todo.

Podía verse una pila de lo que parecía ser chatarra, entonces Chris gritó de júbilo mencionando que lo lograron, sin duda ambos se apresuraron para descubrir una caja de plástico color celeste.

—¿Que es lo que guardaste en el cofre? 

—Mi mas grande tesoro... ¿Estas listo? 

Chris cuidadosamente abrió la caja, cuando quitó la tapa varias cosas empezaron a dejarse notar desde pequeños comics hasta algunas fotografías, el empezó a apreciarlas, ya que esos bellos recuerdos eran su tesoro.

—Todas estas cosas...

—Son de mi mamá, ella... tuvo que irse hace tiempo, siempre que extraño su sonrisa yo vengo a recordarla aquí.

Una pequeña lágrima se deslizó por la mejilla de Chris, le gustaba recordar a su madre con cariño, pero hablarlo seguía siendo espinoso.

Entonces fue envuelto en un cálido abrazo que sin notarlo realmente necesitaba, tal vez porque realmente compartía ese sentimiento.

Sin darse cuenta, ambos estaban llorando un poco, eran demasiadas emociones, tantos recuerdos y tantas cosas que hubiera deseado tener mas. 

—Espero no haberte decepcionado, creo que tu realmente esperabas juguetes, corales o cosas más valiosas.

—Chris, creo que este es el mejor tesoro que he visto.