Armonía

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【Fictober, Día 17: Armonía】


𝘚𝘩𝘪𝘱𝘱: 𝘋𝘢𝘯𝘪𝘦𝘭 𝘋í𝘢𝘻 𝘹 𝘊𝘩𝘳𝘪𝘴 𝘌𝘳𝘪𝘬𝘴𝘦𝘯

—''𝒮𝑜 𝒸𝒶𝓃 𝓌𝑒 𝓅𝓇𝑒𝓉𝑒𝓃𝒹 𝓈𝓌𝑒𝑒𝓉𝓁𝓎 𝒷𝑒𝒻𝑜𝓇𝑒 𝓉𝒽𝑒 𝓂𝓎𝓈𝓉𝑒𝓇𝓎 𝑒𝓃𝒹𝓈?''

Antes de comenzar: ¡Seré rapidx! Este drabble también esta fuera de lo que se esta contando en los caps pasados, pero espero que lo disfruten igual.

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Si, estaba totalmente perdido.

No, no hablaba de ese sentimiento de angustia al no encontrar una salida de un bosque o perdido en una desesperación agobiante de una situación que parecía oscurecer su mundo.

El estaba perdido por una presencia que lo encantaba de maneras que no imaginaba, deseaba pretender que no estaba a su merced pero era simplemente obvio por la forma que lo miraba como si se tratara de el ultimo Lirio del jardín.

Y no era para menos, para muchas personas pasaba desapercibido siendo considerado como ''común'' pero en la cabeza de Daniel existía otra visión.

Unos hermosos ojos azules que usualmente irradiaban una energía inigualable que resaltaban gracias a la piel casi porcelana, la cual dejaba mas a la vista las pecas que estaban esparcidas por todo su rostro.

¿Era extraño sentir todo eso por un chico? No le importaba, porque eso no apagaría el deseo que se encontraba dentro de el.

Pero era idiota y sus impulsos lo volvían un loco, deseaba que su cuerpo y mente tuvieran armonía para no cometer alguna estupidez pero cada vez que esa imagen pasaba por su cabeza se le erizaba la piel.

Bueno, no solo era el físico lo que mantenía atado como si fuera un conjuro, la superficialidad era la puerta al descenso, si no lo que hace quedarse en el son los momentos inolvidables.

Los bailes saltando en la cama con guitarras de aire, las grandes perdidas en el bosque haciendo descubrimientos increíbles que les pertenecían a ellos, las noches donde decidían salir a vivir la noche como si no hubiera nada que perder para ser atrapados por la lluvia y mirarse mutuamente de manera decidida antes de saltar a un gran charco.

En un campo lleno de oro donde todo prometía mantener su color hasta que el cielo dejara de tener estrellas ¿Que era lo que podría salir mal si el sol o la tormenta siempre eran necesarios?

 Bebiendo vino a escondidas, tratando de hacer cada día inolvidable, demostrar que nada podría detenerlos era casi una rutina.

Sin embargo, aún no llegaban a ese paso que realmente demostraría compromiso, eran solo dos palabras que cambiarían todo dejando de lado toda cosa infantil que tenía el riesgo de arruinar todo.

Como si se tratara de casualidad, en una hermosa noche estrellada que ambos disfrutaban, fue Chris quien declaró casi dejándolo escapar al aire en forma de susurro, pero lo suficientemente entendible para poder recibir una respuesta

—Te amo.

—Te amo igual. 

Teniendo el firmamento como testigo sellando sus decretos, sabían que ese solo era el comienzo.

No podían esperar para ver si el final era igual de hermoso.

Fictober - 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora