Fictober - 2020

Real

【Ｆｉｃｔｏｂｅｒ，　Ｄíａ　１５：　Ｒｅａｌ】

𝘚𝘩𝘪𝘱𝘱: 𝘋𝘢𝘯𝘪𝘦𝘭 𝘋í𝘢𝘻 𝘹 𝘊𝘩𝘳𝘪𝘴 𝘌𝘳𝘪𝘬𝘴𝘦𝘯

—''𝒜𝓃𝒹 𝐼 𝒷𝓇𝑒𝒶𝓀 𝒶𝓁𝓁 𝓉𝒽𝑒 𝓇𝓊𝓁𝑒𝓈 𝒻𝑜𝓇 𝓎𝑜𝓊''

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La casa de Los Reynolds no estaba realmente en la mente de Daniel como un recuerdo lejano, no era realmente culpa de sus abuelos el resentimiento que se formó hacia Karen después de huir, porque ellos no eran los únicos afectados por esa decisión tomada hace años.

Pero las heridas sanaban ¿Cierto? No realmente, pero no podían culpar a Sean o a Daniel por algo que no estuvo bajos sus manos, ellos solo eran unos niños en ese entonces.

Y así fue como se organizó una visita a Beaver Creek en Invierno, donde originalmente se trataba de arreglar las cosas con ambos hermanos pero Sean no estaba listo, por lo cual pasaría navidad tal vez con Lyla, si Daniel tal vez tuviera nueve años todavía estaría hirviendo en celos.

Antes de irse realmente todo fue bastante confuso y errático, el viaje fue agobiante y entre tantas explicaciones combinadas con el cansancio de Daniel lo único que pudo entender antes del adiós  fue ''¡Se amable!''

Transcurrida ya una semana empezaba a sentirse mas libre en cuanto la relación con sus abuelos, al principio fue extraño contestar todas las preguntas que parecían ser clave sobre su vida en Seattle, como una especie de prueba pero el procuraba esforzarse, nadie dijo que sería sencillo.

Ahora estaba tomando el gran reto de hornear un pastel cuando lo mas cerca que conocía sobre cocinar era poner un plato en el microondas y verlo girar.

—Daniel, tienes que batir la mezcla con mas cuidado. —Claire notaba que su entusiasmo era casi tan grande como su inexperiencia, pero sin embargo todo saldría perfecto si se encargaban de los grumos.

—¡Estoy en eso! —Tal vez un poco de ayuda de sus poderes era lo que necesitaba, pero no quería causar un desastre por lo cual su mejor opción era usar su propia fuerza.

La idea de pasar buenos era mayor que buscar la perfección en esta ocasión,  Daniel parecía pasarla realmente bien al igual que Claire, ambos formaban un gran equipo.

Y el trabajo arduo siempre rendía sus frutos, o eso era lo que decía Stephen, ya que lo descubrirían cuando el pastel se horneara por completo.

Mientras Claire recogía llena de harina y azúcar para preparar la cena, Daniel tomaba un vaso de jugo de naranja con un poco de hielo, el frio en Beaver Creek llegaba a ser cruel, pero sin duda siempre disfrutaba una bebida refrescante.

—¿Que tal la estas pasando aquí Daniel? 

—Realmente bien, no es como Seattle pero es muy lindo.

—No puedes comparar la gran ciudad con este pequeño pueblo, pero me alegra tenerte con nosotros.

—Hubiera sido genial venir aquí antes. 

—Bueno, Dios es bueno y por eso tenemos el presente, no es hora de mirar atrás. 

Daniel trató de espabilarse un poco en dirección a su habitación después de su conversación con Claire, todo parecía prometedor, pero ahora necesitaba un descanso tal vez para imaginar de que podría tratarse el regalo que dice su nombre debajo del árbol navideño.

O simplemente su mente ocupaba espacio para otras cosas, a las que no debería dar tantas vueltas pero... ¿Por que? 

Bueno, ese pequeño dibujo hecho por su madre seguía ahí.