De membrillo o chocolate, a la tiendita voy ¡Allí te ansío encontrar!
Y al caramelo de tus ojos admirar...
Algodón de azúcar podré comprar e invocar la golosina de tu boca, con tus labios rozados, primor y encanto.
A la tiendita voy, de rosado voy con mi cabellera suelta, ligera al andar, que se te antoje si me ves, el dulzor de mi caminar.
A la tiendita voy, por golosinas de fresa, la excusa perfecta para encontrarte posado en la heladera.
Un chasquido mágico y se juntan nuestras manos cuando a tu helado favorito estés tomando.
Amy Beltrán