En la calle de piedras bajando a la plaza central una pared de espejitos nos ve pasar.
Reflejitos de los niños saltando las piedras rumbo a la escuela.
Reflejitos de viejitos al andar.
Reflejitos de los enamorados siempre levitando en medio del abrazo.
Reflejo solitario de quienes un vacío van llevando.
En la calle de piedras bajando a la plaza central una pared de redondos espejitos el sol refleja y un aro de luz se proyecta.
Allí voy yo con mi tiza pastel y una libreta, dibujando lo que en los espejitos se deja mirar.
Allí cada tarde, al mirarme un deseo comienzo a dejar: que el rostro de mi amado se refleje a mi lado...
Un suspiro y a caminar.
Amy Beltrán