Blancas con aroma a jazmín,
adornando el lugar donde te puedo amar.El paraíso se cubre de telas, llamadas sabanas, suaves y puras, como lo es tu alma al besarla.
Nuestra cama se llena del encanto del perfume de las flores y la desnudez de nuestra piel al juntarnos otra vez.
Las sabanas, son testigo fiel de toda la pasión con que mi amor se hace deseo otra vez para a tus brazos volver.
Las sabanas, lisas o arrugadas aman entre nuestras piernas estar acomodadas. Vigilantes del deseo que desprende tu cuerpo cuando a los ojos te veo.
Son abrigo y calma, para cubrirnos la piel, cuando hemos alcanzado el éxtasis del placer.
Amy Beltrán