5. Capítulo

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- Se esta despertando - oigo a una voz masculina decir a la vez que abro los parpados y la claridad me provoca cerrarlos hasta que poco a poco se van abriendo solos. Veo mucha gente en la habitación en la que me encuentro - ¿Leo, como te encuentras? - escucho la voz de Lucas.

- No jodas - se me escapa decir. Mis amigos estan viendo como se mejora Leo, cuando era yo la que se había metido en la pelea del siglo.

- Buenos días pijita - oigo la voz ronca del cretino. Tengo la necesidad de comprobar que despues de todo sea el, el que realmente se encuentra a menos de un metro de mi cama.

- Poligonero - contesto a modo de saludo. En el fondo estoy contenta de que al menos una persona (aun que esta no sea querida) este un tano pendiente de mi - ¿Que ha pasado? - pregunto finalmente sintiendo dolorosas palpitaciones en mi cabeza.

- Que no ha pasado - contesta en una carcajada acercandose a mi - Veamos, si no recuerdo mal primero te coji y gracias a tu precioso grito de orco te tire al suelo causandote una preciosa herida.

- Hijo de tu mami - digo cruzando los brazos.

- Y luego para rematar tuviste una pelea de gatas con la chica esa que mancho tu chaqueta, ganaste las apuestas, han tenido que volver a operar su nariz y tu has ganado 500 dolares de benificio, que conste que siempre aposte por ti.

- Vale Cinna - digo divertida.

- Para tu suerte como llevas dos días inconsciente no has vas a tener problemas con la directora, los castigos son todos para la puta ensucia chaquetas - Completa su historia asintiendo orgullosamente.

- ¿En que hospital estoy? - Mi padre no debe de enterarse de esto. Mierda, he invocado a la bestia por que según lo pienso las puertas de la habitación se habren dejandome ver a la versión mas cabreada de mi padre.

- ¿CHARLOTTE EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO? - grita mi padre cabreado en cuanto me ve despierta. Oh dios mio, me espera una de las grandes - ¿Que haces saliendo con este chico de aquí eh? - me tomo una bocanada de aire interna reprimiendo las ganas de reir, enserioen la cabeza de quien cabe que yo vaya a salir con este de aquí al lado - ¿Acaso no te he dicho mil veces que los chicos malos no son buenos para ti? - pregunta esta vez un poco mas calmado.

- Papa el no es mi novio - contestó yo un poco más tranquila, en un mundo paralelo y mas normal mi padre me estaría hechando la bronca por haberme peleado con una chica en el instituto.

El chico malo me da un beso suave en la sien y cuando despega sus labios de esta dice - Yo mejor me voy ustedes do tienen que hablar de muchas cosas. - ¿qué ha pasado aqui?

- Tu te quedas - digo cogiéndole por la muñeca antes de que pueda escaparse del problema en el que el nos ha metido. Para mi suerte aun conservo mi súper fuerza.

- Te lo he dicho una y otra vez Charlott, ¿acaso no te das cuenta que la gente como el solo trae problemas? - Papa esta cabreado, pero yo lo estoy aun mas, el no puede estar diciéndome constantemente que es lo que puedo y lo que no puedo hacer, después de todo es mi vida y no la suya.

- Papa! - gritó provocando que todos en la habitación se queden en silencio mirando atentamente la escena que estamos causando mi padre y yo.

Lentamente me levanto de la cama y me pongo en pie con la intención de imponer mi autoridad, pero se me había olvidado el pequeño detalle de que estoy con uno de esos trajes sin espalda que les ponen a los enfermos dejando toda mi parte trasera al descubierto. Bien, creo que mi vida puede darse por terminada

- Papa, Es mi vida y hago lo que me da la gana, además el no es mi novio! - gritó en un acto de rebeldía contra mi padre, por lo general el es como mi mejor amigo, soy como soy por el, ¿Pero y si esta no soy yo?

- Charlott espero que termines ahora mismo con este chi...

- QUE NO ES MI NOVIO! - gritó desesperada interrumpiendo su discurso intentando que mi padre me escuche. Estoy harta de esta maldita situación.

- Como si es tu amigo con derechos... - vuelvo a interrumpir a mi padre, pero esta vez lo hago de una manera diferente, de una manera que ni yo misma me esperaba después de todo.

Beso al chico malo.

Y puedo decir que me encanta como besa ya que no parece un beso fingido, hay lengua, hay pasión, por lo general soy mas del tipo beso lento pero hoy no, hoy abro mi boca rápidamente y hago que ambas encajen bien dejando paso a la lengua de Mark, y me, me gus... Puaj yo no he dicho nada de eso, solo siento incomodas moscas en mi estomago, piensa en todas las tías que han tenido que pasar por esa boca Charlotte.

Concéntrate, lo que yo quiero es quitarle las llaves de su moto de su cazadora. En un rápido gesto imitando a la chica loca de amor meto mi mano en el bolsillo trasero de su pantalón y le quito las llaves de la moto. Tan fácil como eso, una vez el trabajo sucio esta hecho rompo el beso - ¿Donde esta mi ropa? - le pregunto a Mark aun sorprendido por mi espontáneo cambio.

- A..a..ahí - logra decir después de un par de intentos, genial ahora es el chico sorprendido que nunca ha besado a nadie no. Ps.

Hecho un vistazo a donde esta mi ropa y como buena chica en pleno ataque de hormonas que soy me desnudo ahí mismo delante de todo el mundo, tampoco es como si no me hubiesen visto nunca desnuda, además llevo la ropa interior, no se alarmen tanto.

- Sigues igual de buena a como te recordaba - dice Leo guiñándome un ojo

- Tu tampoco has cambiado mucho en el último año - digo recordando que no solo he tenido sexo con el una vez si no varias.

- Charlotte vístete ahora mismo y deja de montar una escena - dice mi padre intentando recobrar su ya mas que perdida compostura.

- Lo que tu digas jefe - le digo guiñándole un ojo y rápidamente me visto - Amor - digo mirando hacia Mark - ¿Me dejas tu chaqueta? - preguntó abrazándome a mi misma, mi plan va viento en popa.

- C...c..cl..claro - responde quitándosela. ¿De verdad que esto es para tanto? Mark me tira su chaqueta y yo me la pongo.

- Me voy! - anunció ya saliendo por la puerta. Mi cabeza aun duele como el demonio, pero si paso mas tiempo aquí todo va a acabar mal.

- Jovencita vuelve aquí! - oigo a mi padre exclamar desde la distancia a la vez que oigo los pasos de unas botas viniendo hacia mi. Genial el que me faltaba.

¿Dios Enserio que te he hecho yo para merecer esto eh? Nada, absolutamente nada!

- Mis llaves - dice Nate furioso mientras yo pulso repetidas veces el botón del ascensor. Vamos! Enserio estos trastos van a mil por hora cuando no tienes prisa, pero tienes una emergencia y como que no van.

- No se de que me hablas - respondo haciéndome la inocente.

- Ambos sabemos que por muchas pintas de pajita que tengas, tu no lo eres en absoluto y no te creas que no me he dado cuenta de como me tocabas el culo mientras me las robabas.

- Mas quisieras tu que yo te tocase - Lo admito soy una orgullosa y aun que se perfectamente que el tiene la razón, me llevare ese pensamiento conmigo a la tumba.

- Bueno después de todo has sido tu la que me ha besado - dice encogiéndose de hombros quitándole importancia al asunto. Esto no pinta bien.

- Te has fijado en el pequeño detalle de que me estoy revelando contra mi padre? - preguntó sarcástica ante su ego. Ok, puede que lo haya besado yo, pero por una buena causa después de todo. Para mi suerte las puertas del ascensor se abren y se me ocurre una gran idea para deshacerme del tatuado.

- A la mierda los papeles - gritó haciéndome pasar por una imitación barata de Christian Grey y tomo a Mark por el cuello atrayéndole hacia mis labios para poder besarle nuevamente.

En un rápido gesto pulso todos los botones y en cuanto escucho el timbre del ascensor termino el beso fingiendo que estoy cogiendo aire y como si estuviese en una película antes de que el pueda darse cuenta yo estoy fuera del ascensor corriendo hasta su moto.

Próxima parada: No tengo ni puta idea.

The bad boy stole my heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora