Charla de chicos

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Narra Mario:

- ¿De qué hablas Mario?... – y ahora se hace el que no entiende

- Vamos Marco, ¿Cuál es el truco?

- Mario…- inhaló profundamente y soltó el aire comprimido en un largo suspiro.- La verdad es que no sé de qué me estás hablando – rodé mis ojos ante su respuesta. Vamos Marco no soy un niño al que puedes engañar.- pero, estoy dispuesto a conversar todo desde el principio. ¿Qué dices?

Era eso o nada, así que asentí. Me invitó a tomar asiento en uno de los largos muebles que adorna la sala. La verdad es que yo no tenía que pedir permiso para nada en casa de Marco ya que, prácticamente, era como mi casa. Pero ahora, la situación lo ameritaba.

Tomamos asiento con una distancia prudencial. Marco, miraba al techo como en busca de las palabras perfectas para decirme lo que tanto ocultaba.

¿Qué podría ser tan malo para que no me contara?

-Bueno, sabías que estaba pasando por un mal momento, los contratos publicitarios decayeron, y muchos empezaron a cuestionar sobre… ya sabes qué.- Asentí al saber de lo que se refería. A veces la prensa puede ser muy dura en lo que se refiere a la vida privada y con Marco especularon sobre su orientación sexual. Nosotros casi no tomamos en cuenta esos comentarios pero parece que a Marco le estaba afectando más de lo que parecía. – Es por esta razón que a Mike se le ocurrió una idea para desmentir esos comentarios.

- No me quiero ni imaginar que te propuso Mike- dije casi en un susurro que él oyó claramente. A Mike no siempre se le ocurren tan buenas ideas. 

 - Mike me propuso conseguir una novia para la prensa.- Sabía que Mike se le ocurrirían cosas como esas. Pero lo que me extraña es que Marco haya aceptado.- ¿Te acuerdas de esas salidas que tenía con modelos?- Asentí- Bueno pues ellas eran las elegidas de Mike. La verdad es que nunca me agradaron, hasta que conocí a Alina.

- Entonces ¿Cómo la conociste? Porque hasta la última vez que la vi ella era mi fan número 1- La verdad es que no sabía si lo fuera, pero su desesperación al llamarme, de acercarse a mí, me hizo sospechar que era una de esas fans obsesionadas conmigo, que inventan historias de amor en las que yo les ruego por que sea mi novia y vivíamos felices para siempre con 5 hijos. Bueno, o no tanto así.

Marco sonrió con la mirada perdida en algún lugar de la sala.

- Creo que ya no es tu Fan número 1- Su sonrisa delataba que las cosas habían cambiado en ella. Y que quizás ahora ella prefería a Marco.

- Eso creí…- respondí con cierto toque de desilusión.- Entonces ¿Cómo la conociste?

- Mario, lo de la firma de autógrafos nunca fue mentira, yo la conocía a ella en un evento en el Signal. Y puede ser que lo que tú digas sea cierto, porque lo primero que me dijo al conocerme era que ella era fan del Bayern.

- Y… ¿En serio te gusta ella?- La verdad es que no sé por qué hice esa pregunta, eso no debería importarme. O quizás si me importe. Es que no entiendo como Marco teniendo a su disposición a lindas modelos haya escogido a una chica como Alina.

- Más de lo que pensé que me podría gustar- Esa sonrisa de enamorado lo delataba. Agh no sé porque siento un nudo en la garganta y una leve acidez en el estómago.- Ella es todo lo que siempre busqué. Ya sabes es linda, inteligente, con  personalidad. Y siento que debo protegerla de todo lo que le haga daño ¿Alguna vez has sentido eso por Ann?- Lanzó esa pregunta que me sorprendió. Quizás él esperaba a que entendiera su sentimiento, pero la verdad no lo hacía. Yo no entendía que era eso de proteger a tu novia, yo no sabía que era ese sentimiento de pertenencia a alguien.

- Sí, claro. Lo entiendo perfectamente- Mentí, pero Marco me creyó. Quizás no puso atención a mi rostro o al tono de voz que usé. Marco estaba ocupado en experimentar cada sentimiento que le proporcionaba hablar de Alina. – Y ¿Crees que a ella le gustes?

Un silencio inundó la sala, la expresión de Marco cambió, ahora su rostro se llenaba de una incertidumbre.

Sonó el timbre y algo dentro de mí presentía quien iba a entrar…

Aprendiendo a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora