VI

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Viernes, 6 de Septiembre

Leah

— Adiós Eddie, nos vemos esta noche -le planté un casto beso en los labios y caminé hacia Louis, quien me esperaba en su Jeep.

Me iría a casa de Louis para que me contase aquello que, según Harry, era mejor que no supiese.

En el camino no hablamos, pero tampoco estábamos en silencio. Las canciones que sonaban en la radio fueron las mejores, por lo tanto, cantamos a puro pulmón.

Al llegar, Louis aparcó el auto frente a su casa, ya que luego me llevaría a la mía y no tendría sentido meterlo en el garaje.

Él bajó su mochila y, por al misma razón que no aparcó en el garaje, yo dejé mi bolso en el auto. Al llegar a la puerta sacó sus llaves del bolsillo pequeño de su mochila. No comprendía por qué no quería juntar la llave de su casa con la del auto.

— Te traeré un vaso de agua -dijo al instante de haber entrado a su casa y desapareció sin esperar respuesta.

Con el ceño fruncido me tiré en el sofá de tres, completamente recostada ocupándolo todo. Admito que me gustaba la idea de asistir a clases porque ocupaba bastante parte de mi tiempo, pero ya quería vacaciones de vuelta y solo había pasado una semana desde que se acabaron.

Louis apareció en el salón con un vaso de agua y lo puso en la mesita de centro. Me pidió que le haga espacio con las manos y levanté la mitad de mi cuerpo. Tomó asiento y volví a recostarme, esta vez teniendo las piernas de Louis como almohada.

— Creo que será mejor que te sientes correctamente -murmuró.

— ¿Por?

— Es un tema bastante delicado...

— Oh, vamos Louis, no creo que sea para tan... -me interrumpió.

— Edward te engañó.

¿Qué?

Quedé quieta por un instante y luego me incorporé rápidamente, sentándome al otro lado del sofá, apoyando la espalda en el posa brazos para poder ver mejor a Louis. Él se acomodó de manera similar.

— ¿De dónde sacaste eso? -él se encogió de hombros. No quería decirme-. ¿Lo viste? -negó-. ¿Entonces?

Louis permaneció en silencio. Estuvo así por unos dos minutos completos. Él tenía la mirada fija en el piso mientras yo lo miraba a él, con la boca ligeramente abierta.

Eddie no me engañaba, no podía.

— Louis di algo -supliqué.

— Harry nos lo contó -no dije nada, esperando a que continúe-. Él tampoco lo vio, pero Mike sí. Le dijo a Harry que se lo contaba solo porque tu le caías bien y no quería que te enteres de una peor manera.

Lo miré estática y todavía sorprendida. No creía que fuera posible. ¿Por qué Eddie me haría eso? Es decir, estábamos saliendo hace más de un año. Hace una semana aproximadamente habíamos cumplido un año y tres meses. No podía simplemente no importarle y engañarme.

— ¿Qué hizo? -quise saber.

— Edward llegó el domingo a medio día, ¿no es cierto? -asentí-. Pues, recuerdas que Harry se fue a una fiesta -asentí nuevamente-. Harry fue con Mike y un par de chicos más. Mike dice que vio a Edward ahí, con una chica -sentí una presión en el pecho-. Dice que bailaban bastante pegados, entre risas. Cree haber visto un par de besos de por medio y de un momento a otro, ambos habían desaparecido.

Tres en Uno - Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora