XIV

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Sábado, 14 de Septiembre

Leah

Asomé la cabeza por la puerta de la habitación de James, encontrándolo atándose las zapatillas.

— ¿Ya estás listo? -asintió atando el zapato que le faltaba.

— Ya casi... ahora sí.

— Vamos, entonces.

Como había pedido mi hermano esta mañana, Louis había accedido a ir con nosotros a jugar fútbol. Eran las 15:30pm y habíamos quedado con Louis a esta misma hora en el parque Grove.

Fui a la habitación de mi madre. Ella estaba recostada en su cama junto con Alison y un plato lleno de pera picada, ambas comiendo de él, con la televisión encendida.

— Ya estamos saliendo -llamé la atención de ambas. Mamá asintió.

— Se cuidan -esta vez asentí yo.

Bajé las escaleras sin decir más. Me topé con James en la puerta, quien tenía un balón de fútbol en sus manos. Salimos de casa y caminamos tranquilamente hacia el parque mientras yo tenía la mano de mi hermano sujeta.

A un par de metros antes de llegar a nuestro destino saqué mi móvil, que estaba sobre mi estómago, entre mis leggings y mi piel, y le mandé un mensaje a Louis preguntándole dónde andaba. Respondió al instante diciendo que se había atrasado un poco y que estaba a los cinco minutos de llegar.

Junto con James caminamos al sector más amplio de parque, donde siempre jugábamos fútbol cuando salíamos, y él tiró la pelota al suelo.

— ¿Y Louis?

— Está por llegar.

Me senté sobre el pasto con las piernas estiradas y James se tiró encima mío, sentándose a horcadas sobre mí.

— ¿Vamos a poder ver películas luego de jugar? -asentí pasándole la mano por el cabello que se había despeinado un poco-. Quiero ver Narnia.

— ¿Otra vez? -él asintió. Habíamos visto esa película al menos diez veces este año-. Vale.

Yo debería ganarme el premio a la mejor hermana mayor del mundo, ¿verdad? Quiere salir al parque, lo llevo al parque, quiere ver películas, vemos películas.

— Ya quiero que Alison sea más grande, ¿tu no? Así podríamos venir a jugar fútbol con ella también -su comentario provocó una sonrisa en mi persona.

— Ella jugará a las muñecas.

— Y yo jugaré sus juegos de niña con ella, así como ella jugará fútbol conmigo.

Bueno, tal vez James debía ganarse el premio al mejor hermano mayor del mundo.

Seguimos charlando en esa posición hasta que, cinco minutos después, Louis apareció con sus manos tras su cuerpo con una bolsa, intentando esconder lo que llevaba.

— Hey -saludó con una sonrisa.

— ¿Qué tienes ahí? -emití el saludo.

— Eres demasiado curiosa -asentí sonriendo, dándole la razón.

Puso ambas manos frente a su cuerpo y se arrodilló a mi lado abriendo la bolsa. James se estiró hasta quedar encima de la ella para ver su contenido.

— ¡Si! -gritó y metió una mano dentro, sacando una bolsa de gomitas.

Yo abrí la boca emocionada porque seguramente habrían más dulces ahí. Louis acercó la bolsa a mi persona y pude ver muchos chocolates y más gomitas.

Tres en Uno - Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora