"Llegará Diciembre, sigues en mi mente.
Fueron seis meses y por fín volveré a verte"
Un año, Sebastián Yatra
Seis meses más tarde, aquella tarde de Junio parecía tan lejana como la luna para Horacio, pero a la vez cercana y presente, pues formaría un antes y un después en su vida en Los Santos.
Horacio se había tomado ese día libre, en vez de empaquetar cajas decidió quedarse en su celda. Cuando dieran las seis de la tarde, él junto a Gustabo, saldrían de allí y volverían a casa. Casa que no tendría, pues dejó de pagar el alquiler al no tener dinero, ya se pasaría a recoger sus pertenencias.
Horacio se incorporó en la cama, acto que provocó que su cabello cayera por su frente. La cresta había crecido y, al no tener los productos necesarios, permanecía caída en un lado de la cabeza. Aparte, había perdido su color rojo característico, ahora era rubia, aunque podía apreciarse algo de tinte en las puntas.
Imaginar, eso era lo que había hecho durante todos esos meses. Imaginar situaciones que nunca ocurrieron, o cambiar las que sí. Fantaseó escenarios que, de volver a tener una oportunidad de conocer a Volkov y ser policía desde cero, sin duda recrearía, o intentaría hacerlo. Hubiera sido más misterioso con Volkov, más serio y profesional en el trabajo como él quería. Se imaginó que caminaban juntos por la playa, patrullando. ¿Qué habría pasado si hubiera aceptado ese trago de vodka y no se hubiera declarado? También lo pensó, y posiblemente se lo habría dicho allí, en la intimidad y soledad de la casa de Volkov, no en mitad de la comisaria. Soñó en cómo se sentirían sus labios con los suyos, ¿a qué sabrían? Pero qué más daba, nunca lo averiguaría, lo había perdido para siempre. Era hora de pasar página y superar a Volkov.
Si tan solo pudiera...
-Horacio Pérez -habló el segurata. El nombrado volteó su cuerpo para mirarlo, asintió en forma de afirmación.- Ha cumplido con su condena -bajó de la cama y siguió al de seguridad por los pasillos.
Cuando llegó a una sala donde había una bolsa con sus pertenencias, se encontró con Gustabo, quién por supuesto también había cumplido. Ambos, sin decirse una palabra, se cambiaron con la ropa que había en las bolsas, la cual eran sus uniformes de policía.
"Las promesas se rompen, ¿verdad, Gustabo?"
Aún recordaba lo frío que se sintió el cañón de la pistola de Conway pegada a su sien, y el miedo que pasó en todo el día. Horacio negó en un intento de apartar aquellos pensamientos sobre lo ocurrido meses atrás.
Ambos hombres salieron al fín de la prisión. Instantáneamente notaron el cambio de estación, estaba nevando, algo normal encontrándose en el mes que estaban, Diciembre.
Gustabo encendió su teléfono móvil y marcó un número. Ante la mirada de confusión de Horacio, el rubio le dijo a quién llamaba.
-Conway, creo que necesitamos hablar con él -Horacio asintió, quería disculparse por... aquello.
Tras unos minutos, los cuales parecieron eternos debido al frío, Gustabo colgó y, desde la esquina del parking, vieron a un coche de color blanco encender el motor y dirigirse hacia ellos.
-Buenas -saludó la persona desde el interior una vez bajada la ventilla.
-¿Nos estaba esperando? -preguntó Gustabo.
-Subid al coche -ordenó Conway desbloqueando los seguros del mismo.
Gustabo se sentó de copiloto y Horacio en la parte trasera. El último agradeció enormemente que los estuviera esperando, y más el que estuviera la calefacción puesta. Aprovechando que Conway y Gustabo estaban hablando sobre si seguir en el CNP o no, encendió su móvil. Fue introducir la contraseña y comenzaron a llegarle notificaciones de mensajes y llamadas perdidas. Comenzó por revisar los mensajes.
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Starting Over / Volkacio
FanfictionLa muerte de Torrente, la frialdad del comisario Volkov y la manipulación de Gustabo consiguen que Horacio explote y quiera vengarse de Emilio. Una vez encerrado en Federal se da cuenta de todos los errores que ha cometido y desea tener la oportuni...